Otra semana m¨¢s en La Resistencia y turno para Jorge Ponce, que volvi¨® a hacer comedia por las madrile?as calles de la Gran V¨ªa. ?Su objetivo? Medir el grado de felicidad de la gente para ver si alcanzan el nivel de Finlandia, el pa¨ªs m¨¢s feliz del mundo.

La gente por las calles de Madrid est¨¢ muy feliz. Demasiado incluso. Todo parece ir bien hasta que aparece en el camino una se?ora que le pide dinero y la respuesta de Jorge Ponce, impulsado por el gen de la comedia, no tiene desperdicio.

Jorge Ponce, de todas maneras, salv¨® bien el momento aunque no estuvo muy lejos de marcarse un Manolo Lama. Los l¨ªmites de la comedia en ocasiones suelen ser muy peque?os.