Para lo bueno y para lo malo el trolleo ya es una t¨¦cnica depurada en Internet. Tan depurada que hemos aprendido a re¨ªrnos hasta de situaciones fraudulentas que, a priori, deber¨ªan enfadarnos.

Para demostrar hasta que punto llega el nivel medio del trolleo actual tomamos como referencia el caso de Josh Billinson, un periodista que fue mucho m¨¢s listo que el scammer que quer¨ªa estafarle v¨ªa email.

Tal y como Billinson contaba en su Twitter, un scammer le hab¨ªa pedido que le enviase su pasaporte. Para zanjar la situaci¨®n le envi¨® un pasaporta falso, pero no uno cualquiera, sino el pasaporte de Jason Bourne.

Para los que teng¨¢is la memoria oxidada os recordamos que Jason Bourne es el protagonista de la saga que lleva su nombre y que cuenta la historia de un oficial de la CIA con amnesia traum¨¢tica que lucha por descubrir su identidad a la vez que trata de ocult¨¢rsela a los asesinos que le persiguen.

El scammer (que ser¨¢ un estafador, pero tonto no es) se enfad¨® mucho al recibir no solo un pasaporte falso, sino el de un personaje de ficci¨®n y le respondi¨® lo siguiente: "No pienso seguir haciendo negocios contigo porque todo lo relativo a ti es falso. Lo siento, pero no conf¨ªo en ti para hacer negocios" explic¨® en scammer entre gritos, o sea, en may¨²sculas.

Billinson llegado a este punto del trolleo sab¨ªa que no pod¨ªa dejarlo estar y le pregunt¨®: "?Quieres que a¨²n as¨ª sigamos siendo amigos o eso ya se termin¨®?".

El scammer ya m¨¢s relajado y con graf¨ªas en min¨²sculas le dijo que pod¨ªan seguir siendo amigos, pero que de negocios nanai porque ¨¦l solo hacia negocios con personas que tuviesen el mismo nombre en todos los documentos de identidad.