Ante la inminente llegada de la primavera, esta foto ha dado la vuelta el mundo. Lo que a priori parece una estampa t¨ªpica de una jornada de verano se ha convertido en el ¨²ltimo fen¨®meno viral. A simple vista, vemos que la imagen la componen una chica tomando el sol en su toalla y dos hombres m¨¢s situados a su espalda.

Hasta aqu¨ª todo normal si no fuera porque en la foto hay otra mujer que hemos pasado por alto. Muy probablemente, en un primer vistazo tus ojos no se hayan percatado de la presencia de la segunda en discordia porque est¨¢ m¨¢s blanca que el algod¨®n.

La ausencia de melatonina, junto al reflejo del sol sobre la capa de crema que cubre su piel, hacen que su presencia en la fotograf¨ªa pase inadvertida ante el ojo humano. 

No hace falta hacer un gran ejercicio de empat¨ªa para identificarse con la mujer invisible. Todos aquellos que nos pasamos el verano en la oficina nos hemos olvidado de que la piel tiene la capacidad de cambiar de color ante la exposici¨®n solar. Todos alguna vez hemos sido la mujer invisible de la foto.