El karma, seg¨²n el budismo, establece que toda acci¨®n tiene una fuerza din¨¢mica que se expresa e influye en el individuo. El concepto es sencillo: si te portas mal, recibir¨¢s tu merecido hoy, ma?ana o en a?os. Todo tiene una consecuencia. Son concepciones espirituales, arraigadas en la propia esencia del ser humano. As¨ª es si nos ponemos profundos.

Tambi¨¦n podemos intentar partirnos la caja con la interpretaci¨®n ¡®internetera¡¯ del karma. Comparte una cualidad con tus fideos chinos: es el karma instant¨¢neo. Internet est¨¢ plagado de v¨ªdeos por el estilo, con algunos de ellos en lo m¨¢s alto de las tendencias de YouTube. Consisten en personas con ganas de molestar y que acaban estrelladas. Son maravillosamente graciosos. A continuaci¨®n, el que va a dar una colleja y se tropieza, el que adelanta y derrapa, el que roba y le pillan y muchos (much¨ªsimos) pelotazos en la cara.

Los verdaderos protagonistas de esta serie son los matones. Los ¡®Nelson Muntz¡¯ que pueblan el mundo lo tienen todo para sufrir el karma instant¨¢neo. Si te entretienes molestando a los dem¨¢s, nuestro tipo favorito de karma te acecha.

Hay otra liga. Los matones de segunda. Se les ve buena gente. Sus piller¨ªas son nimias, pero el karma instant¨¢neo es inevitable.

Y luego nos topamos con gente m¨¢s torpe que Goofy. Es inevitable no querer abrazarles (despu¨¦s de haberte re¨ªdo)

La carretera, ese imperio en el que la rabia y el cabreo son el aire y el agua de tantos, est¨¢ hecha para el karma instant¨¢neo. Si buscas venganza en la calzada, lo normal es que no te vaya bien.

En el instituto, lo que se aceleran son las hormonas. Todos somos pavos reales, deseando que nos miren. Las bromas son uno de los mejores instrumentos para ello. Y, claro, muy habitualmente salen fatal para el ejecutor.

Lo mismo sucede en las piscinas. Resulta casi irresistible no empujar a alguien que camina cerca del agua. Si no afinas, lo normal es que tragues cloro t¨² tambi¨¦n.

El karma instant¨¢neo tambi¨¦n embiste cuando intervienen elementos dif¨ªciles de controlar. Si no eres Messi o Curry, un bal¨®n est¨¢ en esa categor¨ªa. Los rebotes son m¨¢s traicioneros que un canguro en un campo de minas.

Una papelera es otro ¡®ser¡¯ impredecible

En el fragor del deporte tambi¨¦n se producen situaciones de karma instant¨¢neo con may¨²sculas.

Robar tampoco resulta del todo recomendable. Al karma instant¨¢neo le encantan los ladrones. Son sus presas favoritas.

Tambi¨¦n es fan de los borrachos. Cuando no te controlas a ti mismo, imagina lo que hacen contigo las consecuencias.

Los ni?os regalan momentos maravillosos. En casa, el templo familiar, el karma ataca en cuanto te portas medio mal.

Y no solo se aplica entre seres humanos. Si no respetas a un animal, prep¨¢rate.

Entre animales tambi¨¦n lo encontramos. La jungla est¨¢ a la vuelta de casa.

Y hasta los videojuegos aplican la norma m¨¢s justa del universo.