En verano, miles de piscinas abren sus puertas para que te refresques el cogote. Son agujeros llenos de agua, eso s¨ª, mucho m¨¢s peligrosos de lo que parecen. El cuerpo de seguridad de las piscinas, de la inmensa municipal de tu ciudad a la minina de la urbanizaci¨®n de tu amiga, lo componen los socorristas.

Hasta septiembre, te vas a hartar de verles. Por ello, en Epik nos hemos propuesto entrar en sus cabezas, para que hagas el esfuerzo de empatizar con ese individuo en ba?ador y gafas de sol bajo una sombrilla. Hemos creado un grupo de wassap con siete socorristas para que te retraten al ¡®dedillo¡¯.

?Cu¨¢l es la an¨¦cdota m¨¢s rara que hab¨¦is vivido como socorristas?

La primera en la frente: ¡°Gente haci¨¦ndolo en las escalerillas de la piscina¡±. Al m¨¢s puro estilo voyeur-ca?¨ª. La confesi¨®n de Miguel no resultar¨ªa especialmente sorprendente si no se refiriese a una piscina p¨²blica en plena luz del d¨ªa. M¨¢s de uno y m¨¢s de una intentan imitar una de las escenas m¨¢s socorridas de Hollywood, con el resto de usuarios flipando en colores. ¡°Una vez pill¨¦ a dos haci¨¦ndolo en pleno Aquopolis, con todo el mundo mirando¡±, a?ade Sonia.

¡°?Y qu¨¦ les dec¨ªs?¡±, preguntamos at¨®nitos desde Epik, ante lo que Mario contesta ¡°p¨®ntelo, p¨®nselo; bueno, no. Llamas al jefe, que ese marr¨®n yo no me lo como¡±. Yubero no ha pillado a nadie haci¨¦ndolo con el cloro como afrodis¨ªaco, pero s¨ª han intentado ¡®hacerle¡¯ a ¨¦l: ¡°Una fingi¨® un golpe de calor para que fuera a socorrerla; estaba perfectamente¡±

?Os aburr¨ªs menos de lo que parece?

Pues no. Se aburren tanto como parece, en particular, ¡°un huevo¡±, seg¨²n Yubero, ¡°pero te ba?as, te das un paseo, hablas con el t¨ªpico ¡®abuelete¡¯ que te da conversaci¨®n, juegas a las cartas¡­¡±. Hay que reconocerles la pelea que le ganan a la morri?a, con el sol y las horas vespertinas como socias. ¡°Te llevas un libro, el m¨®vil, la 'gameboy'¡­ As¨ª te entretienes cuando no hay nadie¡±, apostilla Manolo, que tambi¨¦n apuesta por hacer honor a Mitch Buchannon: Tambi¨¦n puedes tirar de ingenio e ir a por la vecina de turno¡±.

?Qu¨¦ es lo que m¨¢s molesta a los socorristas que hagamos los usuarios de las piscinas?

?Recuerdas cuando eras un ni?o travieso que corr¨ªa desbocado por el borde de la piscina? Si eras de esos, el socorrista no te odiaba a ti. Odiaba a tus padres. ¡°Lo que m¨¢s me toca las narices es que haya padres y madres que hayan introducido el t¨¦rmino ¡®socorrista¡¯ como sin¨®nimo de ni?era en la RAE¡±, indica Mario, una idea compartida por Yubero: ¡°Me jode aguantar a padres que vienen a pedirte explicaciones cuando has echado de la piscina a un chaval por cafre¡±.

¡°Lo que m¨¢s me molesta es que algunos vecinos te echan la bronca porque hay ni?os molestando¡­ Pero sus hijos tambi¨¦n tocan las narices. Nos tienen por ni?eros, polic¨ªas y, en algunos casos, esclavos¡±, critica Rub¨¦n, en la l¨ªnea de Mario y Yubero, mientras que Sonia denuncia a los amantes del ba?o sobre la bocina: ¡°Lo peor es cuando queda un minuto para irte a casa y se meten a darse el ultimo chapuz¨®n¡±. ¡°Me fastidia que toda la familia, como 30 personas, se pongan con neveras, mesas, sillas¡­ Como si fuera un camping. Vas, les rega?as y te dicen de todo¡±, remata Manolo.

?Qu¨¦ es lo mejor de ser socorrista?

Descartan de primeras el sueldo. A partir de ah¨ª, empiezan a opinar. ¡°Lo mejor es estar relajado, sentado y mirando la piscina o la playa¡±, considera Manolo, bien distendido: ¡°Te das unas vueltecitas en esos momentos, que en mi piscina son el noventa por ciento, pero, aun as¨ª, tienes una gran responsabilidad¡±. Miguel pone en valor ¡°las charlas con los compa?eros¡±, mientras que Rub¨¦n agradece que ¡°haya ni?os que te hagan compa?¨ªa cuando no hay nadie¡±. Sin embargo, ante todo, lo mejor es ¡°cuando el ¨²ltimo d¨ªa todos te tiran a la piscina¡±. Toda una liturgia.

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