Los organismos de defensa de los consumidores han avisado de una pr¨¢ctica cada vez m¨¢s com¨²n en el sector de la alimentaci¨®n: la reduflaci¨®n. Se trata de un t¨¦rmino con el que se ha bautizado al proceso en el que se reduce la cantidad de un producto, pero que mantiene o incluso incrementa su precio.

Esta estrategia comercial no es nueva y debe su nombre al Reino Unido, donde se aplic¨® la denominaci¨®n ¡®shrinkflation¡¯ para referirse a este proceso de inflaci¨®n que se produce en los art¨ªculos habituales de la cesta de la compra. En Espa?a afecta a una amplia gama de productos envasados, entre ellos la pasta, yogures, conservas o productos congelados.

Los expertos indican que esta subida de precios encubierta no es una pr¨¢ctica ilegal, pero ¡°se considera un enga?o porque el margen comercial sigue siendo el mismo y quien pierde es el consumidor", seg¨²n apunt¨® recientemente un portavoz de la OCU en el programa de Antena 3 ¡®Espejo P¨²blico¡¯.

Pr¨¢ctica legal

Este organismo ya advirti¨® en octubre de 2021 de que algunas marcas estaban reduciendo el contenido de los envases que pon¨ªan a la venta en los supermercados. En concreto, especific¨® entonces que esta reducci¨®n era de entre el 5% y el 10% en determinados productos alimenticios, aunque tambi¨¦n afectaba a art¨ªculos de higiene y droguer¨ªa.

La Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios avisa de que se trata de una pr¨¢ctica que se utiliza para camuflar las subidas de los precios y que cada vez se encuentra m¨¢s generalizada. No obstante, las marcas detallan en estos casos el cambio que se ha producido en el envase con el que se comercializa, lo que permite que sea legal.

Como detalla El Confidencial, las empresas que llevan a cabo esta estrategia en la venta de sus productos justifican generalmente la aplicaci¨®n de esta iniciativa por la equiparaci¨®n de los procesos de producci¨®n, el encarecimiento en los precios de importaci¨®n de las materias primas y en los costes del transporte o de la mano de obra.