Despu¨¦s de las reticencias iniciales por parte de Ucrania, que se negaba a reunirse con Rusia en G¨®mel, finalmente dicha reuni¨®n se llevar¨¢ a cabo en territorio bielorruso. "Nos vale cualquier otra ciudad de cualquier pa¨ªs desde donde no nos lancen misiles", lleg¨® a asegurar el presidente ucraniano, Volodemir Zelenski.

Sin embargo, varios equipos negociadores de ambos bandos se encuentran ya de camino hacia la ciudad bielorrusa, desde Kiev y Minsk, respectivamente. Una ciudad, la de G¨®mel, que qued¨® ampliamente marcada por el desastre nuclear que sucedi¨® en el a?o 1986 en la central nuclear de Chern¨®bil, en la localidad de Pr¨ªpiat.

La central, que oficialmente recibe el nombre de Vlad¨ªmir Ilich Lenin, se encuentra al norte del pa¨ªs, cerca de la frontera con Bielorrusia. Ambas ciudades est¨¢n separadas por menos de 300 kil¨®metros, y all¨ª, en suelo bielorruso, donde el impacto del accidente nuclear fue casi mayor todav¨ªa que en Ucrania: hasta un 23% del pa¨ªs qued¨® afectado por la radiaci¨®n de la central. G¨®mel es, adem¨¢s, una de las ciudades m¨¢s antiguas del pa¨ªs.

La zona muerta de Bielorrusia

As¨ª se le conoce a esta regi¨®n de un pa¨ªs en el que cayeron el 70% de las part¨ªculas radioactivas de la central, obligando a m¨¢s de 135.000 ciudadanos a dejar atr¨¢s sus casas por los riesgos existentes. La esperanza de vida en la ciudad, entre los a?os 1985 y 2000, se redujo en cinco a?os. Este accidente nuclear, que nada ten¨ªa que ver con ellos, hizo que en 1992 se invirtiera un 20% de su presupuesto a los gastos relacionados con el mismo.

Las consecuencias, aunque m¨¢s leves que las de entonces, todav¨ªa se dejan notar all¨ª. Todav¨ªa hoy, 36 a?os despu¨¦s de la tragedia, hay dos zonas de exclusi¨®n, situadas en el sur (entre la frontera con Ucrania y Khoyniki) y el este (en la frontera con Rusia, desde la ciudad de Krytchaw y las inmediaciones de G¨®mel).

A d¨ªa de hoy, Bielorrusia es el pa¨ªs con una mayor superficie afectada en esta 'zona muerta' como consecuencia del accidente. Una zona que, al contrario con lo que sucede en Ucrania, tiene cerradas las visitas al turismo. Sin embargo, hace unos a?os un equipo neerland¨¦s consigui¨® un permiso para acceder a la zona m¨¢s pr¨®xima a la frontera con Ucrania.