Con el sorteo de Navidad de fondo, muchos sue?an con que alguno de sus d¨¦cimos sean premiados. Darse alg¨²n capricho, pagar algunas deudas, tapar agujeros o repartir el premio con sus seres queridos son algunas de las reacciones m¨¢s r¨¢pidas de aquellos a los que la suerte les sonr¨ªe. Pero cuidado, porque el premio puede esfumarse muy r¨¢pido.

Existen personas que alguna vez ganaron la loter¨ªa y, con el paso de los a?os, malas pr¨¢cticas o malas administraciones del premio, acabaron perdiendo todo o casi la totalidad de la loter¨ªa. Y es que, seg¨²n indica la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el 70% de los ganadores de la loter¨ªa acaban arruinados a los cinco a?os debido a ¡°decisiones irracionales¡±. Aqu¨ª, algunos casos en los que la suerte sonri¨® a los premiados, pero no por mucho tiempo.

Evelyn Marie Adams

Evelyn era una empleada en una tienda de 24horas en Nueva Jersey, que gan¨® un premio de siete cifras en dos ocasiones. Se fue de su ciudad porque muchos familiares y amigos le ped¨ªan ayuda econ¨®mica y acab¨® meti¨¦ndose en el juego y desarrollando ludopat¨ªa. As¨ª, gast¨® grandes cantidades de su premio en los casinos de Atlantic City y, a?os despu¨¦s, declar¨® en el 'The New York Post': "Estoy en la ruina y tengo dos trabajos. Mi consejo para cualquier persona que gane un gran premio es que lo primero contacten con su abogado y contable".

Michael Carroll

Michael Carroll gan¨® 14,4 millones de d¨®lares cuando ten¨ªa tan solo 19 a?os y trabajaba como basurero en Norfolk. Una de las ¡°decisiones irracionales¡± de las que hablaba la UOC podr¨ªa ser la que tom¨® Carroll: invertir todo el dinero en alcohol, drogas, sexo y amigos. Diez a?os m¨¢s tarde, pas¨® a trabajar repartiendo carb¨®n. ¡°La gente a menudo me dice, ?qu¨¦ se siente al haber perdido todo ese dinero? Les digo que no lo perd¨ª... ?Lo gast¨¦!", declar¨® al diario The Sun.

Americo Lopes

Americo Lopes trabajaba en 2009 en una empresa en la que compart¨ªa un d¨¦cimo de la loter¨ªa MegaMillions con otros cinco compa?eros. Cuando toc¨® el premio de 38,5 millones de d¨®lares (unos 34 millones de euros), decidi¨® no cont¨¢rselo a los dem¨¢s participantes del d¨¦cimo y solicit¨® una baja para operarse del pie. Sus compa?eros se enteraron y, tres a?os m¨¢s tarde, un tribunal de Nueva Jersey dictamin¨® que ten¨ªa que dar a cada uno la parte proporcional del premio.

Billie Bob Harrell Jr.

Este hombre pasaba por una muy mala situaci¨®n financiera cuando, de la noche a la ma?ana, gan¨® un premio en la loter¨ªa de 31 millones de d¨®lares (26,5 millones de euros) en una loter¨ªa de Texas. Compr¨® coches y casas y las reparti¨® entre sus familiares. Todo el mundo le ped¨ªa dinero, lo que le llev¨® a cambiarse el n¨²mero de tel¨¦fono varias veces. La persecuci¨®n fue tan grande que, menos de dos a?os despu¨¦s, se quit¨® la vida.

Lara y Roger Griffiths

Esta es la historia de una pareja normal de Inglaterra que dej¨® de ser normal en 2005 cuando les toc¨® 2,3 millones de euros en la loter¨ªa. Tan pronto como recibieron el premio, se compraron un Porsche y decidieron viajar por todo el mundo. En circunstancias extra?as, un incendio destruy¨® la casa en la que viv¨ªan en 2010 y el seguro contratado no cubr¨ªa los da?os, lo que les dej¨® arruinados y acabaron rompiendo.

Andrew Whittaker

Qu¨¦ premio se llev¨® Whittaker: 280 millones de euros en el Jackpot de la loter¨ªa estadounidense Powerball. Este hombre ya era millonario antes de que le tocase la loter¨ªa, por si fuera poco, pero, a veces, la avaricia rompe el saco. Una vez con el premio, se divorci¨® de su esposa, y su nieta muri¨® en extra?as circunstancias. As¨ª, Whittaker se meti¨® en la bebida y gast¨® dinero en striptease y casinos, entre otras raras inversiones.

Adrian y Gillian Bayford

Este martrimonio gan¨® la increible cifra de 187 millones de euros, uno de los premios m¨¢s grandes del Euromillones. Sus vidas no mejoraron con el premio y se divorciaron 15 meses despu¨¦s de ganarlo. Gillian dej¨® de dar dinero a sus familiares porque solo lo usaban para comprar casas y coches cuando, en principio, era para pagar deudas. Adrian compr¨® una casa de 6,72 millones de euros y hasta hace poco la vend¨ªa por dos millones por debajo del valor de mercado.