Se dice que se necesita tiempo para visitar Nueva York. Tambi¨¦n para Tokio. Se necesita tiempo para hacer un interrail por Europa, y se requiere otro tanto para viajar por, qu¨¦ s¨¦ yo, Rusia, Canad¨¢, Brasil o cualquiera de esos pa¨ªses interminables. Pero tambi¨¦n se necesita tiempo para visitar Trist¨¢n de Acu?a, una isla que tiene tan solo 99 km? de superficie. Andorra, por ejemplo, tiene 468.

Y se necesita tiempo porque, seg¨²n la BBC, para llegar hay que volar a Ciudad del Cabo y encontrar un velero que nos lleve para despu¨¦s navegar durante 18 d¨ªas en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. Tambi¨¦n se puede optar por un viaje m¨¢s o menos r¨¢pido a bordo del SA Agulhas, que tan solo tarda seis d¨ªas en llegar a Trist¨¢n de Acu?a, pero solo viaja una vez al a?o.

A unos 3.000 kil¨®metros de tierra firme

Entonces llegar¨¢s a Edimburgo de los Siete Mares, la ¨²nica poblaci¨®n y capital de Trist¨¢n de Acu?a, que se encuentra a unos 3.000 kil¨®metros de distancia de tierra firme. ?C¨®mo es la vida en la isla habitada m¨¢s remota del mundo?

Seg¨²n cuenta la BBC, la isla tiene 133 mujeres y 112 hombres, es decir, 245 habitantes. Hay una cafeter¨ªa, un sal¨®n para eventos multitudinarios, una oficina de correos y un pub. Seis apellidos dominan la isla: Lavarello, Repetto, Rogers, Swain, Green o Glass, y tan solo hay dos habitantes que no nacieron en la isla, pues se casaron con locales y decidieron quedarse en Trist¨¢n de Acu?a.

Hay un profesor y un m¨¦dico que se acercan a la isla con contratos temporales desde Reino Unido, pues se trata de un territorio brit¨¢nico de ultramar. Los locales dicen que la conexi¨®n a internet es ¡°mala¡± o ¡°muy mala¡±, pero las llamadas, cuando el tel¨¦fono funciona, son gratuitas. ¡°No hay cerraduras¡±, afirma un local.

Sin casos COVID-19 pero afectados por la pandemia

Seg¨²n el medio mencionado, el pasatiempo preferido de los isle?os es hacer una barbacoa o una braai, un pasatiempo tradicional de Sud¨¢frica. Pero la tecnolog¨ªa tambi¨¦n ha infectado a los habitantes de Trist¨¢n de Acu?a, pues lo normal era tocar instrumentos y cantar a diario, pero ¡°en estos d¨ªas la mayor¨ªa de la gente prefiere pasar su tiempo libre frente a las pantallas", indica Alasdair Wyllie, un hombre que vivi¨® y trabaj¨® all¨ª como asesor para proyectos de agricultura.

Y aunque la isla no haya sufrido la COVID-19, la pandemia tambi¨¦n les ha afectado. Los barcos que tra¨ªan los recursos y alimentos no salieron de Ciudad del Cabo. "La cadena de suministro, que es fr¨¢gil en el mejor de los casos, se vio gravemente afectada", se?ala Alasdair. "Se quedaron sin frutas y verduras hace mucho tiempo", agrega, y contin¨²a": No es raro que esto suceda, pero qui¨¦n sabe cu¨¢ndo volver¨¢n a llegar los alimentos frescos con la situaci¨®n actual".

As¨ª, la poblaci¨®n ha tenido que ir tirando de la Tristan Lobster, una especie local de langosta de agua fr¨ªa cuya venta y exportaci¨®n supone el 70% de los ingresos de la isla.