El cl¨¢sico boli BIC tiene una tapa muy sencilla con un agujero al final. Una tecnolog¨ªa que tiene dos funciones, evitar que la tinta haga presi¨®n por la diferencia del interior y el exterior. Y, una segunda funci¨®n, para evitar que si alguien se traga la tapa, no se ahogue.

Ese ¡®evitar ahogamientos¡¯ es b¨¢sico, ya que si tanto un ni?o como un adulto se lo tragan, el aire puede seguir entrando al organismo, y aunque haga herida, no morir¨¢ por asfixia, al menos inmediatamente.

El agujerito de la tapa para poder respirar

Este agujero de la tapa del boli no estaba en la primera creaci¨®n, sino que se hizo despu¨¦s, en los a?os ¡¯90, para evitar la asfixia y con una entrada de aire al menos asegurada.

Evitar la presi¨®n

¡°Este agujero sirve para igualar la presi¨®n que existe fuera del bol¨ªgrafo con la que hay en su interior¡±, explica la marca en su sitio web. Esto evita que, si subes a un avi¨®n, el bol¨ªgrafo estalle o que si hay ligeros cambios en la presi¨®n, la tinta se salga del dep¨®sito pl¨¢stico y chorree.

Cu¨¢ndo se cre¨® el boli BIC

Aunque fue perfeccionado y patentado formalmente por Marcel Bich (quien ha fallecido este a?o), en 1945 tras la II Guerra Mundial, el bol¨ªgrafo BIC es un invento de finales de 1938. Fue su creador, el periodista h¨²ngaro Ladislao Bir¨®, quien estaba cansado de los problemas de la tinta al escribir.

Gracias a los conocimientos qu¨ªmicos de su hermano, logr¨® crear una tinta muy ¨²til para escribir a mano pero que en la pluma se atascaba. La idea de colocar una bolita en la punta le surgi¨® mientras observaba a unos ni?os que jugaban con peque?as bolas en el agua, dejando ¨¦stas a su paso un trazo en el suelo seco. Y de ah¨ª, al ¨¦xito mundial.