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Reactivan en secreto uno de los experimentos m¨¢s antiguos del mundo

Alexandre Schneider

Una investigaci¨®n con semillas iniciada en 1879 en el estado de Michigan contin¨²a siendo controlada cada veinte a?os por bot¨¢nicos estadounidenses.

Un experimento cient¨ªfico fuera de lo com¨²n por su duraci¨®n ha sido retomado m¨¢s de un siglo despu¨¦s de que se iniciase. Se trata de un trabajo que comenz¨® a realizarse en 1879 y que es controlado cada veinte a?os para comprobar su evoluci¨®n. En las ¨²ltimas fechas se ha reactivado esta tarea en la que es una de las investigaciones m¨¢s largas de la historia.

El estudio fue puesto en marcha inicialmente por el bot¨¢nico William James Beal y tiene como objetivo evaluar la evoluci¨®n de unas semillas plantadas bajo unas condiciones espec¨ªficas. En concreto, este cient¨ªfico estadounidense del siglo XIX comenz¨® esta labor con la introducci¨®n de arena y semillas en veinte botellas que enterr¨® boca abajo para evitar que tuviesen contacto con el agua.

La finalidad de esta labor era determinar si las semillas utilizadas, que corresponden a una variedad concreta de plantas, germinar¨ªan tras permanecer en esas condiciones durante largos periodos de tiempo. Se estima que el objetivo inicial de esta investigaci¨®n era ayudar a los agricultores locales a trav¨¦s del conocimiento de los factores que provocan el crecimiento de las semillas y del tiempo que ¨¦stas podr¨ªan permanecer en la tierra.

Se supervisa cada veinte a?os

En los primeros a?os del experimento, las botellas eran desenterradas cada cinco a?os para comprobar el desarrollo de las semillas, aunque posteriormente este plazo de tiempo se ampli¨® a diez a?os y, finalmente, a las dos d¨¦cadas actuales. El lugar donde se ha desarrollado toda esta labor es Michigan, estado en el que diferentes generaciones de bot¨¢nicos se han ido encargando de continuar el trabajo iniciado por William James Beal.

Aunque se conoce que el terreno en el que han permanecido enterradas las botellas se ubica en el campus de la Universidad de Michigan State, el lugar exacto en el que se encuentran se guarda bajo secreto para evitar posibles alteraciones. De hecho, las labores de control se realizan durante la noche para escapar de la mirada de los curiosos.

Hasta el a?o 2100

El pasado 15 de abril, tras un a?o de espera debido a las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus, un equipo de investigadores dirigido por el profesor Frank Telewski recuper¨® una de las cinco botellas que permanec¨ªan bajo tierra, trasladando las semillas que conten¨ªa a un laboratorio para examinarlas, como relata The New York Times.

Se trata de una labor que, manteniendo el ciclo actual de veinte a?os, finalizar¨ªa en 2100 con la recuperaci¨®n de la ¨²ltima botella enterrada, es decir, 221 a?os despu¨¦s de que comenzase la investigaci¨®n. Este experimento se ha convertido en motivo de orgullo para una instituci¨®n universitaria que ha cuidado con mimo y dedicaci¨®n a trav¨¦s de varias generaciones la tarea que inici¨® William James Beal en 1879.