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Los descubridores del coronavirus en Tailandia alertan del virus Nipah en Asia

Los investigadores que lo hallaron fuera de Wuhan advierten sobre pat¨®genos peligrosos surgidos como consecuencia de la biodiversidad de sus regiones.

Aunque desde hace bastante tiempo se avisaba de que en cualquier momento podr¨ªa llegar alguna pandemia, la llegada de la COVID-19 ha puesto a la comunidad cient¨ªfica y a la poblaci¨®n mundial en estado de alerta constante sobre posibles virus de origen animal trasladados a los humanos, como ha sido el caso del coronavirus en los murci¨¦lagos.

Uno de los laboratorios escogidos para el an¨¢lisis de muestras de una extra?a enfermedad respiratoria surgida en enero fue el liderado por Supaporn Wacharapluesadee, directora del Centro de Ciencias de la Salud y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Cruz Roja Tailandesa en Bangkok.

Ella ha formado parte en la ¨²ltima d¨¦cada del proyecto Predict, para detectar enfermedades transmisibles de animales a humanos, poniendo ¨¦nfasis en los murci¨¦lagos. Ellos estudiaron la enfermedad en apenas d¨ªas y detectaron el primer caso fuera de China, en Tailandia, y ahora han encontrado otro mortal, el Nipah, que no es nuevo y preocupa.

?C¨®mo es el virus Nipah?

Asia tiene unos condicionantes naturales diferentes al resto, que favorecen a la aparici¨®n de enfermedades infecciosas nuevas. Al tener muchas regiones ricas en biodiversidad, eso hace que haya una gran variedad de pat¨®genos peligrosos, fruto tambi¨¦n del contacto entre personas y animales. Y el equipo de Wacharapluesadee ha encontrado, entre otros, el virus Nipah.

El Nipah tiene como hu¨¦sped natural los murci¨¦lagos que comen fruta, y su tasa de mortalidad est¨¢ entre el 40 y el 70% en funci¨®n de d¨®nde sea el brote. De hecho, est¨¢ entre los diez primeros pat¨®genos de la lista de emergencia que posee la Organizaci¨®n Mundial de la Salud con virus con potencial pand¨¦mico y sin vacuna.

Su incubaci¨®n dura unos 45 d¨ªas, lo que facilita que una persona lo propague sin saber que lo tiene, y se traspasa con facilidad entre los animales. Contagia tanto por contacto directo como con el consumo de alimentos contaminados. Adem¨¢s, entre sus s¨ªntomas, tambi¨¦n respiratorios, se encuentra la tos, dolor de garganta, dolores y fatiga, y encefalitis.

Ya ha habido brotes en el pasado

Que ahora est¨¦ siendo analizado y preocupe no significa que sea nuevo. De hecho, en el pasado ya se registraron varios brotes del Nipah en Asia. E incluso se habl¨® el verano pasado de un brote de este virus en la India (pero en realidad no era de ahora). Y es que en pa¨ªses como Camboya o Tailandia es normal observar alrededor de los mercados a murci¨¦lagos comer fruta, defecando u orinando en los ¨¢rboles.

En Bangladesh y en la India ya se experimentaron brotes a?os atr¨¢s, relacionados con el jugo de palmera datilera. Los murci¨¦lagos sobrevuelan las plantaciones y lamen el jugo e incluso pueden orinar sobre un cuenco que se deja sujeto a los ¨¢rboles para recogerlo. Entre 2001 y 2011 se detectaron 11 brotes diferentes en Bangladesh, con 150 personas fallecidas de las 196 contagiadas.

Por tanto, el peligro acecha y la poblaci¨®n humana convivimos con ¨¦l a diario. Con la destrucci¨®n de los h¨¢bitats naturales los animales buscan refugio y comida donde pueden, en entornos relacionados con los humanos, y eso facilita la propagaci¨®n de enfermedades. En 1998 un brote de Nipah mat¨® a 100 personas en Malasia, fruto de los incendios forestales y sequ¨ªa local.

Ya se han creado fondos y equipos de investigaci¨®n con el objetivo de intentar reconducir la situaci¨®n, analizar muestras, investigar c¨®mo se producen las infecciones, incluso dise?ar vacunas, e intentar detener otra pandemia de este u otros virus similares antes de que sea real.