La COVID-19 sigue su paso por A Coru?a dejando centenares de casos diarios. Seg¨²n los datos notificados este s¨¢bado, en las ¨²ltimas 24 horas esta ¨¢rea de salud ha registrado 141 nuevos contagios y 86 altas, haciendo que aumenten los casos activos en 55 personas, pasando de los 1.831 de ayer a los 1.886 de hoy. En paralelo, tambi¨¦n crecen las hospitalizaciones, que ascienden de 145 a 147: 20 en la UCI del Complejo Hospitalario Universitario A Coru?a (CHUAC), 107 en planta de este Hospital, 4 en planta del Modelo y 1 en la UCI, 2 en planta y 1 en la UCI del Quir¨®nsalud, y 12 en el Hospital de Cee.

Sagrario Justo y Paula Soto, dos enfermeras en la UCI del CHUAC, cuentan en La Voz de Galicia c¨®mo est¨¢n viviendo una pesadilla que cre¨ªan finalizada en junio. ¡°No s¨¦ si esto es una segunda ola o un tsunami, pero ahora mismo parece que no tiene fin¡±, lamenta Sagrario. Sin embargo, la sanitaria se muestra convencida de que saldr¨¢n adelante, como hicieron en la primera ola: ¡°Nos sobrepasa la situaci¨®n. Sientes el agotamiento. Pero nos sobreponemos porque lo nuestro es cuidar a nuestros pacientes¡±.

Paula, por su parte, destaca la enorme inquietud que sienten todos sus compa?eros, ya no por ellos, sino tambi¨¦n por sus seres queridos: ¡°No dejamos de ser personas, tenemos familias, padres mayores, hijos. Es una preocupaci¨®n constante¡±. Sin embargo, es una carga con la que tratan individualmente para no expandir el miedo. ¡°En casa prefieres no exteriorizar nada para no preocupar a tu familia. Son cargas a?adidas a las que te enfrentas. Es duro¡±, a?ade Sagrario.

Se ha perdido el contacto humano, pero no la cercan¨ªa

Si bien Paula confirma que la afluencia de gente ha subido, tambi¨¦n reconoce que ¡°en esta urgencia siempre la hubo. Lo que pasa ahora es que, a mayores, est¨¢n los pacientes COVID-19, que son much¨ªsimos¡±. El principal problema que envuelve a estos pacientes es tener que mantener la distancia de seguridad con ellos, lo que impide tocarlos, pero la actitud tambi¨¦n cuenta: ¡°Quiz¨¢s ya no nota tu mano, pero s¨ª tu cercan¨ªa. A trav¨¦s de todo el traje, lo que ve son tus ojos, lo que eres capaz de transmitir¡±. Sagrario tambi¨¦n destaca que pueden seguir ayudando a las personas graves solo con las palabras: ¡°Todo lo que le dices le tranquiliza, porque cuando ingresa a la urgencia, siente que va a morir¡±.

En algunas ocasiones, ¡°la presi¨®n y la carga de trabajo no facilita ser tan profesional como te gustar¨ªa¡±, lamenta Sagrario, aunque tambi¨¦n manifiesta haber sacado algo positivo de este delicado momento: ¡°He visto que puedo dar algo que no sab¨ªa que ten¨ªa dentro. He reforzado mi vocaci¨®n¡±. Y con estos aspectos positivos es con lo que hay que quedarse. Por eso, afirma que cuando se marcha a casa solo piensa ¡°en todo lo que queda por hacer, en tus compa?eros y en la cantidad de personas que siguen ah¨ª¡±.

Piden responsabilidad social

¡°Hoy en d¨ªa ?qui¨¦n puede decir con seguridad que no es positivo? Todos podemos serlo y por eso no podemos bajar la guardia en ning¨²n momento¡±, afirma Paula. Muchas personas pueden estar contagiadas sin s¨ªntomas e ir transmitiendo el virus sin percatarse de ello. Por eso es importante respetar siempre las normas b¨¢sicas de seguridad: mascarilla, distancia e higiene de manos. La enfermera critica que algunos no las sigan porque contribuyen a alimentar esta segunda ola: ¡°En el hospital puedo pedirle a alguien que se coloque bien la mascarilla, en la calle no tengo esa autoridad. Voy caminando y veo que no lo estamos haciendo bien. Y las cosas podr¨ªan ir mejor si cumpli¨¦ramos las normas¡±.