El Gobierno anunci¨® el martes su intenci¨®n de cambiar, la Ley Reforma Laboral actual, impulsada por el PP durante el mandato de Mariano Rajoy. La ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, fue la encargada de hacer p¨²blico este prop¨®sito que afectar¨ªa a la relaci¨®n entre empresa y trabajador. No se tratar¨ªa de una derogaci¨®n sino, m¨¢s bien, modificar aquellas normas que resulten m¨¢s lesivas para los trabajadores.

Estos planes han enfrentado a patronal y sindicatos. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado que es una "locura" y "hecatombe para la confianza" empresarial el anuncio del Ejecutivo de pretender abordar cuestiones como la subcontrataci¨®n, la ultraactividad o la prevalencia del convenio sectorial antes de finalizar el a?o. "Tiene poco sentido sentarnos a hablar de estas cosas en un momento extraordinario como el que vivimos", critica. Los sindicatos, en cambio, han aplaudido que Pedro S¨¢nchez haya decidi¨® estudiar una nueva reforma que llevan esperando desde la pasada legislatura.

El Ministerio de Trabajo planea tres leyes: la de teletrabajo, la reforma para modificar la estructura y el ¨¢mbito temporal de la negociaci¨®n colectiva y la de los trabajadores de plataformas digitales. Adem¨¢s, hay cuatro puntos, seg¨²n avanz¨® El Pa¨ªs,a los que se les va a prestar especial atenci¨®n.

Ultraactividad

Uno de los cambios que previsiblemente habr¨¢ ser¨¢ la vuelta a la ultraactividad de los convenios, es decir, a que se mantenga la vigencia de estos si no se llega un acuerdo para uno nuevo. Cuando desapareci¨® la ultraactividad en 2012, se estableci¨® un periodo de un a?o desde el fin de la vigencia del convenio colectivo para acordar uno nuevo. En caso de no llegar a un acuerdo, perder¨ªa su vigencia y se aplicar¨ªa el convenio de ¨¢mbito superior que fuese de aplicaci¨®n. Algo que, seg¨²n Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras ¡°debilita la posici¨®n negociadora de los trabajadores. Siempre hemos defendido que a un convenio le tiene que sustituir otro convenio¡±.

El objetivo de esta derogaci¨®n, por tanto, ser¨ªa volver a que no exista ning¨²n plazo previsto en la Ley para aplicar un nuevo convenio y a que, si no se aceptan las nuevas condiciones, se puedan mantener las actuales.

Convenio sectorial

Otra de las intenciones que tiene el Gobierno es eliminar la prioridad de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales en caso de concurrencia. Con esto se pretende evitar que haya bajadas salariales muy bruscas a final de a?o, pues actualmente las empresas pueden pactar tablas de salarios inferiores a lo que marca el sector sin necesidad de alegar razones econ¨®micas.

Subcontrataci¨®n

El Gobierno tambi¨¦n pretende detener la subcontrataci¨®n. Este siempre ha sido un aspecto muy controvertido porque, aunque en teor¨ªa se implant¨® para flexibilizar a las compa?¨ªas, en muchas ocasiones se emplea como medio para pagar a los empleados por debajo de lo que marcan los convenios sectoriales, lo que empeora notablemente las condiciones laborales de los trabajadores y, a su vez, la calidad del trabajo realizado. ¡°Los sindicatos defendemos que la subcontrataci¨®n tiene que cumplir unas condiciones m¨ªnimas, al menos lo que marcan los convenios sectoriales, para que no se utilice para ahorrar en costes de salario¡±, afirma Sordo.

Modificaci¨®n unilateral

Por ¨²ltimo, desde el Ejecutivo es limitar la capacidad que tienen las empresas de modificar unilateralmente las condiciones de trabajo de los empleados en caso de que no llegar a un acuerdo con ellos. A priori, los cambios efectuados a trav¨¦s del ius variandi, por tratarse de una decisi¨®n unilateral, solo pueden afectar a contenidos prestacionales como la jornada de trabajo, el horario, las funciones o el salario del trabajador. Un aspecto que, seg¨²n El Pa¨ªs, no aparece en este plan es la indemnizaci¨®n por despido, algo que levant¨® muchas cr¨ªticas entre los sindicatos cuando su coste fue rebajado.