La culpa de la aparici¨®n del nuevo coronavirus fue en muchas ocasiones para la alimentaci¨®n de los ciudadanos chinos sobre animales ex¨®ticos, ya que el origen de la enfermedad surgi¨® en la ciudad China de Wuhan. Fue a partir de entonces cuando el Gobierno chino comenz¨® a ordenar la prohibici¨®n de los animales ex¨®ticos, lo que ha acabado con los criaderos de ¨¦stos en el pa¨ªs.

Miles de criadores de estos animales han tenido que deshacerse de sus ratas y cobras, as¨ª como de serpientes, civetas o cualquier tipo de animales raros consumidos en China por considerarse sospechosos de la pandemia de la COVID-19. Esto ha hecho que se queden sin ingresos desde que se prohibi¨® el consumo de dichos animales y ahora se ven arruinados.

Seg¨²n un informe oficial publicado la semana pasada, la prohibici¨®n comercial ha costado al pa¨ªs cerca de 250.000 empleos y una p¨¦rdida de 11.000 millones de yuanes en t¨¦rminos de mercanc¨ªa no vendida.

Uno de estos comerciantes ha sido Li Wiguo, quien ha contado a la AFP c¨®mo lo ha perdido todo tras terminar el Gobierno chino con este tipo de negocio: ¡°Ped¨ª prestado para todo. No tengo manera de reembolsar a mis amigos y familiares. Me lo preguntan mucho estos d¨ªas¡±, declara Wiguo.

Al mismo tiempo, este comerciante de 61 a?os afirma que el Estado solo le ha reembolsado 1.600 serpientes de las 3.000 que pose¨ªa y declara que no tiene trabajo y que nadie le quiere dar uno.

Todo esto hace que los criadores de este tipo de animales vuelvan a caer en la pobreza y de una forma peor que las crisis vividas anteriormente en este sector.