CORONAVIRUS

En Alemania no llevan mascarilla... ni en las aglomeraciones

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Las calles de Dusseldorf hierven de gente sin protecci¨®n durante el fin de semana aunque en Renania ha habido casi 400 infectados en un d¨ªa. La UEFA, por contra, impone severas medidas.

Es s¨¢bado 8 de agosto, Alemania anda envuelta en una ola de calor casi sin precedentes y el centro de Dusseldorf hierve. Por la temperatura y por la gente, pocos germanos han salido del pa¨ªs por vacaciones en busca de las playas del Mediterr¨¢neo. Hay m¨¢s personas que nunca en las calles: por la peatonal Bolkerstrasse, repleta de bares y restaurantes, apenas si se puede avanzar a las ocho y media de la tarde. Pero los ¨²nicos que llevan la mascarilla puesta son los dos enviados especiales espa?oles a la fase final de la Europa League. Pronto, asustados, ambos se salen del tumulto hacia alg¨²n lugar m¨¢s tranquilo.

?Es que el coronavirus ha desaparecido aqu¨ª? Ni mucho menos. Para algunos epidemi¨®logos de Alemania, casi como en Espa?a, se ha entrado ya en una segunda ola. El pa¨ªs centroeuropeo sum¨® ese mismo s¨¢bado casi 1.000 positivos por PCR, el 40 por ciento (393) en el estado cuya capital es Dusseldorf, Renania de Norte-Westfalia. Los hospitales vuelven a engordar preocupantemente sus cifras de ingresados, aunque de momento a¨²n no parezca algo alarmante. Pero la mascarilla, al contrario que en Espa?a, no es obligatoria en los lugares al aire libre... Bueno, excepto para la UEFA.

El m¨¢ximo organismo del f¨²tbol europeo mantiene durante esta fase final de la Europa League un estricto protocolo en los estadios que incluye un cuestionario epidemiol¨®gico por cada ingreso a los entrenamientos previos o a los partidos, la toma de temperatura y, sobre todo, tener la mascarilla puesta en todo momento. Una protecci¨®n de la que no se puede descansar un solo momento, tanto en las zonas de trabajo como en la grada, aunque ¨¦sta se encuentra al aire libre. Alg¨²n narrador televisivo ha tenido que pedir permiso para prescindir del tapabocas, con el que resulta muy dif¨ªcil hablar durante la retransmisi¨®n. Tampoco es que sea estrictamente necesario: la distancia entre periodistas, con muy pocos acreditados, es siempre superior a los tres metros.