Mientras los rebrotes de coronavirus se siguen acumulando por todo el pa¨ªs, todav¨ªa hay gente en los hospitales peleando por recuperarse de la primera ola de contagios, aquella que nos tuvo confinados cerca de tres meses. Un ejemplo de ello es Vanessa Mart¨ªnez, una joven de 28 a?os que cuenta su historia en El Pa¨ªs.

La joven ingres¨® en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Gregorio Mara?¨®n el 21 de abril, donde pas¨® 69 d¨ªas hasta que fue trasladada a planta. Todav¨ªa hoy se dejan ver las cicatrices de la traqueostom¨ªa que tuvieron que realizarle. "Me salvaron, y ahora me ahogan. Es un d¨ªa tras otro, fui una irresponsable", reconoce.

Irresponsable por salir a la calle sin mascarilla, como indica a El Pa¨ªs. "No era cuidadosa, era joven, ?por qu¨¦ me iba a infectar? Y aqu¨ª estoy". D¨ªas antes entr¨® a trabajar a la residencia de ancianos Orpea de Algete, en Madrid. Entr¨® como personal de limpieza pero acab¨® haciendo labores de auxiliar de enfermer¨ªa. "Me dijeron que hac¨ªa falta, que aunque no ten¨ªa experiencia era f¨¢cil". Y acept¨® la oferta por su hija, Allison, de ocho a?os y con s¨ªndrome de Down, que vive en Honduras. Un pa¨ªs del que sali¨® hace cinco a?os por "las complicaciones m¨¦dicas que tiene, es muy caro y no me quedaba otra", reconoce.

De los s¨ªntomas a la UCI

El 5 de abril comenzaron a surgir los primeros s¨ªntomas en el cuerpo de Vanessa. "Ese d¨ªa llegu¨¦ en taxi al G¨®mez Ulla, ten¨ªa fiebre y un cansancio infinito. De ah¨ª al hospital de IFEMA y ya no recuerdo m¨¢s". La m¨¦dica de enfermedades infecciosas que le trata, Leyre P¨¦rez, le ayuda con las fechas: "Ingres¨® en el Mara?¨®n el 17 de abril, entr¨® en UCI a los cuatro d¨ªas y la subimos a planta el 29 de junio".

Por ese hospital han pasado durante la pandemia 248 personas con cuadros graves de la enfermedad, que requieren despu¨¦s un largo periodo de rehabilitaci¨®n. Un proceso complicado pues, como explica P¨¦rez, el hecho de tener a un paciente dormido tanto tiempo "requiere una fuerte sedaci¨®n para relajar la musculatura, con la consiguiente p¨¦rdida de masa muscular". Incluso, quedan secuelas, como pueden ser en los pulmones, sistema digestivo o la reducci¨®n de la movilidad.

Una dura rehabilitaci¨®n

Tras pasar por los momentos m¨¢s cr¨ªticos de la enfermedad, ahora Vanessa afronta un proceso igual de importante, el de volver a sentirse como antes. "Llevan tres meses lav¨¢ndome con esponjas, hasta hace poco no pod¨ªa ir al ba?o sola, han estado poni¨¦ndome pa?ales", afirma.

Un proceso de rehabilitaci¨®n en el que no est¨¢ sola, le ayuda Anabel Garc¨ªa, enfermera del hospital. "Mi trabajo es cuidarla sea como sea, se pasan fases complicadas, de angustia porque es un proceso lento, pero tambi¨¦n gratificante cuando ves que avanzan".

Un duro proceso de recuperaci¨®n que explica la jefa del servicio de Rehabilitaci¨®n del hospital, Olga Arroyo. "Vanessa tiene complicaciones neurol¨®gicas y neurop¨¢ticas, afectaci¨®n en el sistema nervioso central, falta de equilibrio y de reflejos. Hay que reeducar todo ello", se?ala, mientras estima el tiempo de recuperaci¨®n en unos ocho meses y que podr¨ªa tener secuelas.