Estados Unidos sigue sufriendo m¨¢s que ning¨²n otro pa¨ªs los estragos de la COVID-19. En las ¨²ltimas 24 horas ha registrado 55.847 contagios m¨¢s que el domingo y 369 muertes, lo que eleva a 3.353.348 casos confirmados en total y 15.524 fallecidos, seg¨²n el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. En estas ¨²ltimas semanas, adem¨¢s, ha cosechado varios registros sin precedentes superando los 60.000 casos diarios.

Hasta el momento no se han visto brotes similares a los que est¨¢ experimentado EE UU. Esto puede estar debido a que otras naciones industrializadas, como Europa o Asia, han seguido medidas de contenci¨®n m¨¢s severas, anticiparon las pruebas PCR y el rastreo de contactos directos y levantaron las restricciones de forma pausada.

Por su parte, Estados Unidos parece haber cometido m¨¢s errores que aciertos en su gesti¨®n para frenar la propagaci¨®n del coronavirus por el pa¨ªs.

FALLOS DE EE UU

Apertura prematura de los Estados

"Abrimos demasiado temprano en Arizona. Fuimos uno de los ¨²ltimos estados en ordenar el encierro en casa y uno de los primeros en levantarlo", reconoci¨® en una reciente entrevista de televisi¨®n Kate Gallego, la alcaldesa dem¨®crata de Phoenix, Kate Gallego.

Como en Arizona, diversos estados abrieron sus fronteras demasiado pronto. Hace un mes las cifras de contagios se estabilizaron en Estados Unidos, lo que llevo a estados como Texas, California o Florida, adem¨¢s del ya mencionado, a relajar las medidas de confinamiento y cierre de establecimientos comerciales. Muchos de ellos, siguieron adelante pese a no cumplir con los requisitos federales recomendados por los Centros de Control de Enfermedades (CDC), como registrar 14 d¨ªas consecutivos con disminuci¨®n de casos y menos de 5% de pruebas positivas.

Ahora, estos estados son los principales focos de infecci¨®n en el pa¨ªs debido a su precipitada actuaci¨®n. Las cifras de infecciones y muertes est¨¢n disparadas y se teme que lo peor est¨¦ por llegar. Como consecuencia, Texas, Calfornia y Arizona, entre otros, han vuelto a establecer el uso obligatorio de la mascarilla y el cierre de comercios.

Los m¨¢s pesimistas, como Luiza Petre, opinan que ¡°ya es demasiado tarde¡± para parar al virus. Nos encontramos en un punto de no retorno, donde ser¨¢ muy, muy dif¨ªcil frenar esta pandemia", afirma la doctora y profesora de cardiolog¨ªa en la Escuela de Medicina de Mount Sinai, en Nueva York.

Politizaci¨®n de las mascarillas

Otro grave error que se ha cometido en Estados Unidos ha sido rodear las mascarillas, un elemento fundamental para protegernos del virus, en pol¨¦micas partidistas. En junio, una encuesta del centro de investigaci¨®n Pew revel¨® que s¨®lo el 49% de los republicanos conservadores utilizaban mascarilla regularmente, mientras que esa cifra ascend¨ªa al 83% entre dem¨®cratas liberales.

El mismo presidente estadounidense, Donald Trump, ha contribuido notablemente a la polarizaci¨®n. El mandatario ha rehusado continuamente usar mascarilla en p¨²blico, salvo en una ocasi¨®n, y lleg¨® a burlarse de un periodista que no quer¨ªa quit¨¢rsela durante una rueda de prensa. Adem¨¢s, retuite¨® a un periodista de Fox que suger¨ªa que una foto de Joe Biden, candidato dem¨®crata, llevando mascarilla ser¨ªa perjudicial para su imagen.

No obstante, el personal sanitario tampoco queda exento de culpa, pues lleg¨® a declarar que las mascarillas s¨®lo eran necesarias para el personal m¨¦dico de primera l¨ªnea. Esto cre¨® un mensaje confuso entre la poblaci¨®n a medida que la pandemia avanzaba con rapidez.

Imprudencia ciudadana

Aunque los estados han relajado las medidas restrictivas, permitiendo las reuniones p¨²blicas y la apertura de comercios, las autoridades siguen emitiendo recomendaciones para que las personas act¨²en de acuerdo con los consejos m¨¦dicos y el sentido com¨²n. Sin embargo, estas sugerencias no siempre se tienen en cuenta.

Con la temporada de verano llegaron las masificaciones sin mascarilla en bares, restaurantes, parques p¨²blicos y playas. Y, aunque el uso de protecci¨®n facial s¨ª fue habitual en las manifestaciones contra el racismo, la distancia de seguridad tampoco pod¨ªa mantenerse. Adem¨¢s, se llegaron a crear fiestas burl¨¢ndose de la situaci¨®n, como una en Alabama en la que se premiaba al primer asistente que contrajera el virus.

Como consecuencia a estas acciones, los n¨²meros indican que muchos de los nuevos infectados son j¨®venes, los que antes volvieron a mantener contacto social. Tampoco ayud¨® en este aspecto el Trump, realizando actos como el del Monte Rushmore el 4 de julio ante unas 7.500 personas, en el que no se oblig¨® el uso de mascarilla ni el respeto de la distancia de seguridad.

Adem¨¢s, se siguen lanzando mensajes contradictorios que provocan confusi¨®n e incertidumbre. "Ahora hemos hecho pruebas a 40 millones de personas. Pero al hacerlo, mostramos casos de los que 99% son completamente inofensivos", tuite¨® Trump la semana pasada. Sin embargo, los estudios de salud p¨²blica muestran que una quinta parte de los casos de COVID-19 resultan en fallos respiratorios graves.

Educaci¨®n al borde la crisis

Los rebrotes de coronavirus tambi¨¦n pueden tener una consecuencia nefasta en la educaci¨®n. En septiembre los ni?os deber¨ªan volver a las clases, pero ha quedado claro que la situaci¨®n que les espera ser¨¢ muy diferente a la que estaban acostumbrados.

Algunos sindicatos de maestros ya se est¨¢n manifestando contra la sugerencia de que los educadores, incluidos los de m¨¢s edad o riesgo, regresen a su trabajo sin apenas protecci¨®n o preparaci¨®n. "La mayor¨ªa de nuestros educadores no se sienten c¨®modos regresando a las escuelas. Temen por sus vidas, por las vidas de los estudiantes y de sus familias", escribi¨® el director del sindicato de maestros del ¨¢rea de Washington DC. De ah¨ª que los administradores escolares se planteen una mezcla de ense?anza en persona y a distancia para el pr¨®ximo curso, con la esperanza de que esta medida sea suficiente para que la educaci¨®n no se convierta en un foco de propagaci¨®n del virus.

Por su parte, los padres se enfrentan a la posibilidad de tener que aumentar la ense?anza en casa y piensan en c¨®mo supervisar¨¢n a sus hijos mientras deben regresar a trabajar.

Todo est¨¢ en el aire, aunque parece que las escuelas tendr¨¢n que abrir cuando inicie el curso, y Trump est¨¢ presionando para que este comienza sea en la misma fecha que otros a?os. Solicit¨® a los CDC que modifiquen las gu¨ªas para que sea m¨¢s f¨¢cil que las escuelas reabran y amenaz¨® con recortar fondos a aquellas que no lo hagan.

ACIERTOS DE EE UU

Evoluci¨®n favorable de Nueva York

Sigue siendo el estado m¨¢s afectado por coronavirus. Pero la situaci¨®n de Nueva York ha mejorado notablemente. Las muertes diarias, que llegaron a su punto m¨¢ximo el 8 de abril, con 799, han comenzado a descender. Adem¨¢s, el 1,38% de las pruebas de coronavirus del estado arrojaron resultados positivos.

Otra buena noticia con respecto a Nueva York es que, seg¨²n revelan los an¨¢lisis llevados a cabo en los barrios de Corona y Jackson Heights, situados en el distrito de Queens, el 68% y 58%, respectivamente, de las personas que residen aqu¨ª han desarrollado anticuerpos. Por lo que estas zonas podr¨ªan estar cerca de la anhelada ¡°inmunidad colectiva o de reba?o¡±.

Cuando en otras regiones se ha vuelto a imponer el confinamiento, Nueva York empieza a reabrir instalaciones p¨²blicas y comercios privados como salones de peluquer¨ªa, de tatuajes y ligas juveniles deportivas. Sin embargo, todav¨ªa no se puede comer en el interior de los restaurantes.

No obstante, relajarse ser¨ªa un error, porque con la relajaci¨®n de las medidas, existe el riesgo de que el virus resurja. "Hemos ido hasta el infierno y regresado, pero esto no ha terminado", advirti¨® el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.

La econom¨ªa se mantiene estable

Lejos de hundirse, como predijeron muchos, la econom¨ªa de Estados Unidos se estabiliz¨® durante la pandemia, incluso mejor¨®.

Las cifras de desempleo de mayo, proyectadas a superar 20%, registraron un 13,3%. Y en junio bajaron a 11,4%, indicaci¨®n de que el caos laboral se hab¨ªa contenido mucho antes de lo esperado.

Mientras tanto, ¨ªndices burs¨¢tiles clave se han recuperado de sus ca¨ªdas iniciales en el invierno. Para el 2 de julio, el ¨ªndice Industrial Dow Jones hab¨ªa recuperado un 66% de las p¨¦rdidas registradas a partir de su alza r¨¦cord en febrero. El ¨ªndice Standards & Poor?s 500, una medida m¨¢s amplia de las acciones, repuso el 77% de sus p¨¦rdidas este a?o.

Esta recuperaci¨®n ha sido atribuida en gran parte al impulso de los estados para levantar las ¨®rdenes de mitigaci¨®n del virus y a las medidas federales de proporcionar ayudas econ¨®micas a los comercios e individuos m¨¢s afectados por el virus.

Sin embargo, la vuelta al cierro de comercios en varios estados podr¨ªa traer malas noticias.

Ciencia muy avanzada

La comunidad m¨¦dica de Estados Unidos trabaja de forma incansable en tratamientos y una vacuna. "La medicina ha evolucionado a la velocidad del rel¨¢mpago. El gobierno se ha asociado con empresas farmac¨¦uticas y se ha hecho mucho, que es bueno", indica la doctora Petre.

El fruto de esta labor ha sido la aparici¨®n de avances, como el Remdesivir, un f¨¢rmaco antiviral que ha demostrado limitar la severidad de la enfermedad en pacientes hospitalizados.

Por otra parte, un estudio indica que el esteroide dexametasona, de gran disponibilidad, reduce el riesgo de muerte en un tercio para los pacientes con COVID-19 que necesitan respiradores.

Tambi¨¦n hay "se?ales alentadoras" de expertos que usan el plasma sangu¨ªneo de pacientes que se han recuperado del virus para ayudar a los que sufren la enfermedad, aunque las investigaciones sobre esto a¨²n no han concluido.

En cuanto a la vacuna, actualmente hay varias compa?¨ªas farmac¨¦uticas que informan de resultados positivos con las primeras pruebas de f¨¢rmacos que fortalecen la inmunidad contra el coronavirus. Mientras que Trump promete una vacuna para finales de a?o como muy tarde, aunque los profesionales avisan de que esto no ser¨¢ posible. Anthony Fauci, el jefe de inmunolog¨ªa de EE UU., se limit¨® a decir que los cient¨ªficos intentan que la vacuna salga en 2021.