?Me podr¨¦ ba?ar en la playa o en la piscina? ?Tendr¨¦ que cancelar mi reserva de hotel o apartamento? ?Habr¨¢ festivales? ?Podemos volver sentarnos en una terraza para tomar algo? Muchas de estas rutinas estivales que anhelamos mientras sobrellevamos el confinamiento a la espera de aplacar la pandemia provocada por el nuevo coronavirus son ahora sobre las que sobrevuela la inc¨®gnita. Como afirman las altas esferas sanitarias, dada su emergencia reciente como enfermedad y su estudio continuo sobre la marcha, la alta imprevisibilidad del COVID-19 provoca miremos con antifaz a largo plazo. Nadie sabe lo que va a ocurrir, incluso, si dispondremos de vacaciones, propiamente dichas, en nuestros trabajos.

?Afectar¨¢ a mis vacaciones?

Una vez superado el estado de alarma, sine die hasta el momento y que tambi¨¦n se encuentran en evaluaci¨®n continua, y del cu¨®rum trabajador-empresario sobre el permiso retribuido recuperable para aquellas actividades no esenciales que vuelven a trabajar este 13 de abril, ser¨¢ cuesti¨®n ajustar cuestiones organizativas en las empresas. Hablamos, por tanto, de volver a hacer despertar la econom¨ªa, en hibernaci¨®n en estos momentos, para lo que "tardaremos meses", como afirma Jorge Aranaz, socio de Cuatrecases, en El Pa¨ªs. Todos deber¨¢n aportar su granito de arena para ello. Pero, aparte de la reducci¨®n de salario que conllevan los ERTE y el stop casi total o mayoritario a la actividad de la gran mayor¨ªa de los aut¨®nomos, puede que tambi¨¦n se trasladen estos tijeretazos al tiempo de descanso.

"Tendremos que pagar de una forma u otra la enorme ca¨ªda que sufrir¨¢ el PIB. Tendremos que devolver la deuda y nos tocar¨¢ ajustar nuestro nivel de vida, v¨ªa vacaciones, sueldos, impuestos...explica Toni Rold¨¢n, director del Centro de Pol¨ªticas Econ¨®micas de Esade. As¨ª, se piensa en convertirlas en intensivas, aumentando las horas semanales o en redistribuciones de la jornada, lo que podr¨ªa afectar a nuestras vacaciones. Sin embargo, UGT recalca el "derecho irrenunciable" a vacaciones. Por no hablar de la posibilidad de un segundo ERTE, por causas objetivas, que planea en los subterfugios econ¨®micos. Mucha negociaci¨®n por delante, por tanto.

Playas, piscinas, festivales, terrazas...

Es otra de las patas de la mesa de la inc¨®gnita. Las estampas tradicionales veraniega est¨¢n en stand by. Se ha estandarizado lo de que el coronavirus cambiar¨¢ nuestra forma de vida, y, aunque ning¨²n Gobierno, centrado ahora mismo en el confinamiento y sus consecuencias, se atreve a pronunciarse taxativamente y algunos carteles de festivales de verano se mantienen en pie, Giusseppe Conte, primer ministro de Italia, espejo diferido donde se refleja Espa?a, fue claro: "Nos olvidamos de las playas, los conciertos y los aperitivos". Focos, por sus caracter¨ªsticas, que podr¨ªan favorecer un rebrote de la epidemia. Probablemente, la desescalada progresiva de un estado de alarma a¨²n sin fecha de caducidad tome gran parte de los meses de la ¨¦poca estival, para plantarnos en oto?o, cuando hay m¨¢s riesgo de una segunda oleada, tal y como advierte la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, y la que hay tratar de minimizar y prever.

Ese modus operandi de los virus habituales del que habla el ente m¨¢ximo de la salud, con fuerza en los meses fr¨ªos y latencia en los calurosos, abre una rendija de esperanza. Aunque siempre con inmensa cautela. En esa misma l¨ªnea apunta un reciente estudio del Ministerio de Sanidad espa?ol, que relaciona al clima con el avance de la pandemia: "Investigadores de EEUU e Ir¨¢n han observado una expansi¨®n geogr¨¢fica mundial desde China a otras regiones con una distribuci¨®n predominante en un corredor estrecho entre los meridianos 30-50 N??, con patrones clim¨¢ticos similares (5-11? C y 47-79% humedad)". En ese corredor se encontrar¨ªa Espa?a.

Otro estudio de la 'Social Science Research Network' apunta a la "humedad y al calor" como factores limitantes del nuevo coronavirus. Por ende, las altas temperaturas del verano espa?ol, y la humedad en zonas de playa, subyugar¨ªan su capacidad s¨¦ptica. Como indica el estudio, cada grado y 1% m¨¢s de humedad, reduce el ritmo reproductivo b¨¢sico de la enfermedad (RO), frenando su expansi¨®n. Pero no par¨¢ndola. Ello explica que en zonas como la India o Brasil haya habido menos velocidad de contagio que en China o Espa?a. Pero, como siempre, es m¨¢s optimismo que evidencia, por lo que solo el tiempo dictar¨¢ sentencia y podremos comprobar, si el nuevo coronavirus desaparece (como lo hizo el SARS-CoV), se convierte en estacional o hay una segunda oleada.