Interesante reflexi¨®n no exenta de verdad. Lawrence Haddad, director ejecutivo de la Alianza mundial para mejorar la nutrici¨®n (GAIN), asegura que alimentos nutritivos est¨¢n perdiendo la guerra por ser apetecibles si los comparamos con los productos de mala calidad que, a lomos de la publicidad, inundan el mercado y por ende nuestros hogares.

Es una batalla desigual en la que las grandes multinacionales gastan una ingente cantidad de dinero en publicidad para influir en los consumidores con mensajes aspiraciones y emocionales fomentando la adquisi¨®n de productos no saludables, mientras que las administraciones p¨²blicas y sus campa?as en aras de una alimentaci¨®n saludable no atraen de igual manera y son menos efectivas.

Inversi¨®n publicitaria

El experto, que recibir¨¢ el pr¨®ximo mes el prestigioso Premio Mundial de la Alimentaci¨®n 2018, puso de ejemplo la inversi¨®n publicitaria en 2016 de las multinacionales estadounidenses Hershey (de chocolate) y General Mills (cereales y helados, entre otros). mil millones de d¨®lares, en comparaci¨®n con los escasos 50 millones destinados a la ayuda global para fomentar dietas que prevengan enfermedades no transmisibles.

Seg¨²n el informe 'El estado de la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n en el mundo 2018', elaborado por la ONU, una de cada nueve personas en el mundo pasa hambre y los avances son limitados frente a las m¨²ltiples formas de malnutrici¨®n, que van desde el retraso del crecimiento infantil hasta la obesidad adulta, amenazando la salud de cientos de millones de personas.

Alimentos poco sanos

Lawrence Haddad pide que haya una estrecha colaboraci¨®n entre el sector p¨²blico y el privado porque, aunque este ¨²ltimo es parte del problema, tambi¨¦n lo es de la soluci¨®n, que debe pasar por un cambio de modelo y una mayor responsabilidad. Y es que seg¨²n se desprende de un informe de la fundaci¨®n Acceso a la Nutrici¨®n, de los m¨¢s de 20.000 productos analizados de las 22 mayores compa?¨ªas de alimentos y bebidas del mundo, el 32 % fueron catalogados como "sanos", mientras que solo el 14 % cumpl¨ªa est¨¢ndares internacionales para su venta a menores.

Precio sorprendentemente elevado

Adem¨¢s, se est¨¢ produciendo otro hecho cuanto menos parad¨®jico ya que en determinados pa¨ªses el consumo de fruta y verdura se vuelve extremadamente complicado debido a los precios por lo que la poblaci¨®n se decanta por otros m¨¢s accesibles de alto contenido en grasas y az¨²cares. La batalla contin¨²a, pero debemos redoblar esfuerzos para ganar la guerra.