"Las modificaciones del estilo de vida, que incluyen una alimentaci¨®n m¨¢s saludable y ejercicio regular, pueden disminuir en gran medida la cantidad de pacientes que necesitan medicamentos para reducir la presi¨®n arterial, particularmente en personas con una presi¨®n sangu¨ªnea entre 130 y 160 mmHg sist¨®lica y entre 80 y 99 mmHg diast¨®lica", asegura Alan Hinderliter, profesor asociado de Medicina en la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) y autor de un estudio presentado en la 'Joint Hypertension 2018 Scientific Sessions', organizada de la Asociaci¨®n Americana del Coraz¨®n.

Ampliar

El estudio, en el que participaron 129 hombres y mujeres, entre 40 y 80 a?os, que sufr¨ªan presi¨®n arterial alta ( entre 130-160/80-99 mmHg) y alg¨²n grado de sobrepeso u obesidad, consisti¨® en la divisi¨®n aleatoria de tres grupos que fueron sometidos a un plan espec¨ªfico durante 16 semanas.

Durante esos cuatro meses, un grupo incorpor¨® el ejercicio f¨ªsico y cambi¨® sus h¨¢bitos alimenticios a los del plan DASH ('Dietary Approaches to Stop Hypertension'), un enfoque nutricional comprobado para disminuir la presi¨®n arterial en el que prima el consumo de frutas, verduras y l¨¢cteos bajos en grasa y se evita el de carnes rojas, sal y dulces. El segundo grupo se limit¨® solo a cambiar la dieta y el tercer grupo no modific¨® ninguno de sus h¨¢bitos.

Resultados incontestables

Y los resultados son bastante gr¨¢ficos: quienes controlaron su peso y realizaron ejercicio tres veces por semana redujeron la necesidad de medicamentos antihipertensivos tras concluir las 16 semanas. En concreto, solo un 15 por ciento necesit¨® de medicaci¨®n despu¨¦s de realizar cambios en el estilo de vida. Adem¨¢s, perdieron un promedio 8,6 kilogramos y redujeron la presi¨®n arterial en un promedio de 16 mmHg sist¨®lica y 10 mmHg diast¨®lica.

Por su parte, aquellos que siguieron solo el plan de alimentaci¨®n DASH tuvieron presiones arteriales que disminuyeron un promedio de 11 mmHg sist¨®lica/8 mmHg diast¨®lica, mientras que quienes no modifiaron sus h¨¢bitos alimenticios ni incorporaron alg¨²n tipo de actividad f¨ªsica experimentaron un descenso m¨ªnimo de la presi¨®n arterial de un promedio de 3 mmHg sist¨®lica/4 mmHg diast¨®lica.