El delantero del Atl¨¦tico de Madrid Fernando Torres dice adi¨®s al final de temporada al equipo de sus sue?os. Una decisi¨®n nada sencilla y que le habr¨¢ llevado a tener una monta?a de sensaciones.

Preguntamos a Eduardo Torres Celdr¨¢n, Psicologo, Psicoterapeuta de Instituto Centta y profesor de psicolog¨ªa en la Universidad Francisco Vitoria.

Fernando Torres dice adi¨®s, ?c¨®mo puede estar viviendo este intenso momento?

En el f¨²tbol pasa una cosa interesante desde el punto de vista psicol¨®gico, al tratarse de un deporte en equipo en el que t¨² compites por y para un club, como ocurre con otros deportes de equipo, se generan sentimientos de pertenencia al grupo y a la instituci¨®n, pero a diferencia de otros deportes de equipo, como puede ser la NBA donde la decisi¨®n del equipo en el que juegas depende exclusivamente de decisiones econ¨®micas o de pol¨ªticas internas del club, en el f¨²tbol el jugador tiene m¨¢s margen para decidir donde jugar. Esto implica que esta pertenencia es mucho mayor e incluso pasa a ser un elemento identitario, en tanto que la pertenencia o la relaci¨®n me define a nivel personal, especialmente si es el club de la ciudad donde nac¨ª, o se trata del club donde me form¨¦.

Me refiero a esto porque a la hora de decir adi¨®s no podemos quedarnos comparar a un trabajador que dice adi¨®s a una empresa, no es el cese de una relaci¨®n laboral exclusivamente, Torres dice adi¨®s a una relaci¨®n con una instituci¨®n que le identifica a nivel personal, con lo cual, lo esperado es que en este adi¨®s haya muchos sentimientos y variables personales.

El Atl¨¦tico de Madrid ha sido como su familia.

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Cabe destacar que al tratarse de una relaci¨®n entre Torres y el Atl¨¦tico, el club tambi¨¦n se identifica a trav¨¦s de Torres por ser un jugador de la casa y as¨ª se manifiesta a trav¨¦s de los aplausos de la hinchada que vienen a representar ese ritual de afecto similar a las muestras de cari?o en una relaci¨®n de pareja y le hacen saber que es historia del club.

La historia entre Torres y el Atl¨¦tico, es la historia de una relaci¨®n de pertenencia madura y sana, ya que a lo largo del tiempo las decisiones que ambos han ido tomando les ha permitido crecer. Que Torres se fuera al Liverpool fue una decisi¨®n complicada y dura pero necesaria desde el punto de vista evolutivo, tanto para el club como para el jugador. Es un gran ejemplo porque en la decisi¨®n se sopesan adem¨¢s de los sentimientos y afectos, el bienestar y las necesidades de ambos, cosa que, como podemos comprobar en otras historias relacionales, no siempre se hace de la mejor forma. V¨¦ase la historia relatada por Joaqu¨ªn con el entonces presidente del club al que pertenec¨ªa, Lopera.

?Era el paso l¨®gico ahora?

Al tratarse de una pertenencia madura resulta m¨¢s sencillo decir adi¨®s ahora, no solo porque no es la primera vez, si no porque en esta relaci¨®n existe la costumbre de aceptar las necesidades individuales de ambas partes y un respeto mutuo que se antepone a lealtades sentimentales o a intereses egoc¨¦ntricos que acaban por deteriorar la relaci¨®n.

Aceptando esta realidad, para Torres ha tenido que ser una decisi¨®n dif¨ªcil, sin duda, por lo que significa, pero esta relaci¨®n que ambos han construido permite que se respeten las necesidades de ambos (club y jugador) y por ah¨ª, en la medida que se sienta apoyado y respetado le resultar¨¢ m¨¢s sencillo y por otro lado nunca se pierda la parte identitaria, Torres seguir¨¢ siendo al Atl¨¦tico lo que al Atl¨¦tico a Torres, esto facilita un adi¨®s que m¨¢s que probable que sea un hasta luego ya que el lazo no se rompe.

?C¨®mo ser¨¢ su futuro, cu¨¢nto pesar¨¢ esta decisi¨®n?

La decisi¨®n, desde mi punto de vista parte de una etapa de su ciclo vital y laboral que le obliga a tomar decisiones valorando lo que le queda, lo que aporta y lo que recibe a nivel laboral por un lado y por otro una mirada a qui¨¦n es ¨¦l a partir de ahora o que quiere ser a adem¨¢s de futbolista. Esta crisis habitual en los jugadores de alto rendimiento que se ven obligados a "jubilarse" antes de tiempo es habitual y requiere de cambios que le faciliten la metamorfosis identitaria cuando uno deja de ser jugador de futbol. Esta crisis va acompa?ada de procesos de duelo, por la propia p¨¦rdida de f¨ªsico, por la p¨¦rdida de rol y de poder que pueden cursar con estados depresivos, ansiosos o angustia.

Adem¨¢s de los elementos relacionales hay elementos personales en como el jugador afronta estas cuestiones, las crisis evolutivas, los cambios de ciclo, las despedidas. Si habl¨¢bamos de la relaci¨®n madura que club y jugador han construido y que facilita estas decisiones, hablamos tambi¨¦n de una personalidad asentada que ha tenido que hacer frente a otras situaciones complejas a nivel deportivo que implican una presi¨®n y estr¨¦s muy elevado y que probablemente le hayan preparado para afrontar esta con serenidad y convencimiento.

Para decir adi¨®s hay que estar preparado y para eso hay que sentir que una etapa se termina, eso facilita el duelo, el cual, adem¨¢s, se sostiene en las relaciones que el jugador tiene con su entorno, familia y tambi¨¦n, como abord¨¢bamos en el comienzo, con el club.