A muchos corredores les pasa que corren y trabajan en el gimnasio, cinta, el¨ªptica, puesta a punto, y a su ritmo, a su aire, con su m¨²sica, tranquilamente, controlando el lugar, todo es sencillo, tranquilo, y pueden estar corriendo durante horas. Pero cuando les dices de correr en la calle se bloquean. No quieren.

Entre los principales factores a esta situaci¨®n, el miedo a no conseguir en la calle lo mismo que en el gimnasio, ?podr¨¦ hacerlo en un parque? ?Y en una carrera?

Est¨¢ asociado tambi¨¦n a un miedo a lo desconocido, en el gimnasio lo tienes todo controlado y en la calle est¨¢s rodeado de cientos de corredores, de las condiciones metereol¨®gicas, de aceras, desniveles, sem¨¢foros, coches, lesiones¡­ En el gimnasio todo est¨¢ bajo control, en la calle todo puede pasar.

Es un miedo esc¨¦nico. Un miedo a ser el principiante que no sabe d¨®nde ponerse, a estorbar, a caerse, a hacer el rid¨ªculo aun sabiendo que nadie te est¨¢ estorbando. Es un miedo a no conseguir tus metas. Es un freno que t¨² te pones pero que hay que vencer. Con el mismo esfuerzo que se pone en la cinta hay que ser capaz de salir a la calle y correr con los dem¨¢s. Hay que salir a la calle y hacer tu primera carrera.

Muchos corredores noveles prefieren hacerlo en solitario, a su aire, sin presi¨®n, sin que nadie les diga nada. O tal vez lanzarse con alguien de su mismo nivel, alguien que nos les vaya a juzgar ni a animar, porque no lo quieren.

Si este es tu caso, el oto?o es el mejor momento para apuntarse a tu primera carrera sin dec¨ªrselo a nadie. Seguro que ser¨¢ la primera de muchas.