La FEC (Fundaci¨®n Espa?ola del Coraz¨®n) recuerda que la poluci¨®n tambi¨¦n afecta negativamente sobre la salud del coraz¨®n, y que la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica est¨¢ ya considerada como el noveno factor de riesgo modificable en enfermedades cr¨®nicas, siendo la causante de casi el 6 por ciento de las defunciones en el a?o 2010 seg¨²n The Global Burden of Disease Study.

Nuevas investigaciones as¨ª lo se?alan

En los ¨²ltimos a?os han aparecido diversos estudios que han relacionado directamente la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica con la mortalidad por enfermedad cardiovascular. Un metaan¨¢lisis publicado en Environmental Health Journal hace dos a?os mostr¨® un aumento del 11 por ciento de la mortalidad por causa cardiovascular por cada 10 microgramos por metro c¨²bico de las part¨ªculas PM2,5. Las PM2,5 son las part¨ªculas respirables m¨¢s peque?as y adem¨¢s las m¨¢s peligrosas por su alta capacidad de penetraci¨®n en las v¨ªas respiratorias y porque la mayor¨ªa de ellas provienen de elementos no naturales, como las emisiones de los veh¨ªculos diesel.

Otra investigaci¨®n publicada en el Journal of the American Heart Association en agosto de 2015 recoge una mayor probabilidad de padecer enfermedad cardiovascular entre aquellas personas que ya tienen alg¨²n otro factor de riesgo en el coraz¨®n, como es el caso de la diabetes. As¨ª, este trabajo ha analizado a cerca de 115.000 mujeres en Estados Unidos y ha podido determinar que por cada aumento de 10 microgramos por metro c¨²bico de las part¨ªculas PM2,5 a lo largo de 12 meses, el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular es de hasta un 44% superior entre aquellas mujeres que padecen diabetes.

El Dr. ?ngel S¨¢nchez-Recalde, editor asociado de la Revista Espa?ola de Cardiolog¨ªa y vocal de la Secci¨®n de Cardiopat¨ªa Isqu¨¦mica de Cuidados Agudos Cardiovasculares de la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa (SEC), ha explicado, en referencia a las part¨ªculas PM2,5, que ¡°su aumento en d¨ªas determinados de alta poluci¨®n favorece el desarrollo de trombos y co¨¢gulos, provoca un incremento de la presi¨®n arterial, adem¨¢s de producir vasoconstricci¨®n de las arterias coronarias, que son las que aportan sangre al coraz¨®n y al cerebro. Todos estos factores pueden ser causantes de infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares y arritmias cardiacas, adem¨¢s de poner en riesgo la vida de pacientes con antecedentes de enfermedad card¨ªaca¡±.