Kelia Moniz rompe con Roxy: ¡°Si firmara me cargar¨ªa a las nuevas generaciones¡±
La surfista profesional hawaiana pone fin a dos d¨¦cadas de patrocinio de la marca tras intentarle reducir el contrato firmado recientemente en un 90%.
Sobran las presentaciones para Kelia Moniz, surfista de la venerada familia Moniz, bicampeona del mundo y el estilo personificado sobre una tabla de longboard. Durante dos d¨¦cadas, su cara ha sido una de las que m¨¢s se han asociado a la marca surfera -o surfera hasta la fecha- Roxy. Pero ya no ser¨¢ as¨ª.
La surfista hawaiana ha publicado un v¨ªdeo-mensaje en redes sociales en el que anuncia que ¡°se va de Roxy¡±. Lo hace primero con palabras bonitas sobre el camino que han hecho y las historias aut¨¦nticas, as¨ª como agradecimientos para quienes han confiado en ella. Pero luego llega la bomba. Una voz le pregunta por la ¡°verdadera raz¨®n¡± por la que se va de Roxy y entonces se queda a gusto.
Entonces explica una historia que se puede resumir as¨ª: ¡°Despu¨¦s del Covid firm¨¦ mi mejor contrato hasta la fecha en toda mi carrera. Me cost¨® mucho esfuerzo a m¨ª y a mi equipo llegar hasta aqu¨ª y se supon¨ªa que el acuerdo se iba a alargar un a?o m¨¢s. Desafortunadamente, tras la compra de Roxy (y todo el grupo Boardriders por Authentic Brands Group) se me rescindi¨® el contrato. Me ofrecieron un recorte del 90% para volver a firmar¡±. Y ah¨ª es donde se planta.
¡°Despu¨¦s de a?os de luchar por un salario justo y por la igualdad entre hombres y mujeres, no hab¨ªa forma de que firmara este trato. No solo porque no soy la ¨²nica atleta a la que le ha pasado, sino porque estar¨ªa estableciendo los est¨¢ndares de la industria para las chicas que se parecen a m¨ª y surfean como yo, y simplemente no quiero tener nada que ver con eso, no quiero formar parte de algo que se ve bonito en una hoja de c¨¢lculo. La industria del surf se ha consolidado gracias a dos grandes corporaciones que ahora no les importa que se haya desmantelado el valor monetario de toda una generaci¨®n. No estoy dispuesta a ser intimidada por una corporaci¨®n que no solo no sabe nada sobre el deporte, sino que tampoco le importa¡±. Pam.