El hielo hace aflorar un esqu¨ª de hace 1.300 a?os
Un hallazgo en Noruega revela el par de esqu¨ªs prehist¨®ricos mejor conservado del mundo y abre una ventana a la adaptaci¨®n humana al clima.
Un equipo de arque¨®logos ha descubierto en la monta?a de Digervarden, en el centro de Noruega, el segundo esqu¨ª de una pareja que permanec¨ªa oculta bajo el hielo desde hace 1.300 a?os. El hallazgo se produjo apenas cinco metros del lugar donde apareci¨® el primero en 2014, confirmando que se trata del par de esqu¨ªs antiguos mejor conservado conocido hasta la fecha.
La pieza fue localizada por el programa Secrets of the Ice, una iniciativa conjunta del Consejo del Condado de Innlandet y el Museo de Historia Cultural de Oslo. Lars Holger Pil?, codirector del proyecto, calific¨® el descubrimiento como ¡°revolucionario¡±, destacando su importancia doble: ¡°Demuestra que los humanos utilizaban estas zonas monta?osas durante el invierno, pese a los riesgos. Adem¨¢s, el excelente estado de conservaci¨®n, incluyendo las fijaciones, nos permite replicar fielmente estos esqu¨ªs y experimentar c¨®mo se esquiaba en la Edad del Hierro¡±.
Cada esqu¨ª est¨¢ hecho de una madera diferente ¡ªuno de abedul y otro de pino¡ª, lo que sugiere que probablemente fueron emparejados como recurso en un entorno donde los objetos de madera eran escasos y muy valorados.
El r¨¢pido retroceso glaciar provocado por el cambio clim¨¢tico ha sido clave para estos descubrimientos. Desde 2006, el deshielo en zonas de monta?a ha sacado a la luz cientos de objetos que permanec¨ªan enterrados en hielo no m¨®vil, lo que ha impulsado esta nueva rama de la arqueolog¨ªa.
Pil? apunta que estos hallazgos no solo enriquecen el conocimiento sobre la tecnolog¨ªa ancestral, sino tambi¨¦n sobre c¨®mo las sociedades antiguas respondieron a las fluctuaciones clim¨¢ticas. Durante la Peque?a Edad de Hielo Tard¨ªa (535¨C660 d.C.), por ejemplo, se intensific¨® la caza de renos como forma de subsistencia, una adaptaci¨®n al deterioro de la agricultura local.
As¨ª, los esqu¨ªs, junto a puntas de flecha y otros objetos, no solo revelan t¨¦cnicas olvidadas, sino tambi¨¦n historias de resistencia humana frente a un clima cambiante.
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