Un pulpo coge de la mano a una buceadora y la lleva hasta una l¨¢pida

La buceadora australiana Jules Casey no esperaba un encuentro extraordinario en una inmersi¨®n rutinaria cerca de la pen¨ªnsula de Mornington. Al descender, un pulpo, ya familiar de inmersiones anteriores, la sorprendi¨® al extender su brazo y aparentemente invitarla a seguirlo.

Casey, quien ha desarrollado un cari?o por este pulpo en particular, not¨® se?ales de que podr¨ªa estar llegando al final de su vida. A pesar de tener partes de sus brazos faltantes y lucir manchas blancas, el pulpo la llev¨® a un viaje intrigante. Despu¨¦s de varios minutos, llegaron a un destino inesperado: una l¨¢pida entre dos postes de acero, adornada con la foto de un joven y su perro.

Intrigada por el monumento submarino, Casey busc¨® respuestas dentro de la comunidad de buceo. Se enter¨® de que el santuario pertenec¨ªa a Lorenz, un propietario de una tienda local de buceo que hab¨ªa fallecido. El camino que conduc¨ªa al sitio, marcado por marcadores en forma de bucle, recibi¨® el apodo de ¡°Lorenz¡¯s Loop¡± en su memoria.

Esta notable experiencia resalta la inteligencia de los pulpos. Los cient¨ªficos han estudiado extensamente sus habilidades cognitivas, pero definir la ¡°inteligencia¡± entre especies es un desaf¨ªo. Sin embargo, varios comportamientos muestran sus mentes impresionantes.

Los pulpos, al igual que otros animales inteligentes, exhiben un comportamiento juguet¨®n. Los investigadores los observaron manipulando objetos de manera aparentemente no orientada a un objetivo, lo que sugiere una forma de juego. Un caso involucr¨® a un pulpo que propulsaba repetidamente una botella de pastillas con chorros de agua, imitando la forma en que los humanos podr¨ªan hacer rebotar una pelota.

Sus personalidades ¨²nicas son otro signo de inteligencia. Los estudios clasificaron el comportamiento de los pulpos en tres dimensiones: nivel de actividad, reacci¨®n a los est¨ªmulos y evitaci¨®n. Estos rasgos se combinan para formar personalidades individuales, que potencialmente influyen en su comportamiento en la naturaleza.

El encuentro de Jules Casey no solo refuerza la comprensi¨®n cient¨ªfica de la inteligencia de los pulpos, sino que agrega una capa conmovedora. Esta criatura inteligente la gui¨® a un tributo conmovedor...

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