Pedersen anuncia el volc¨¢n

La octava etapa del Tour de Francia 2023 volvi¨® a tener una resoluci¨®n al esprint, pero esta vez pasaron m¨¢s cosas. De entrada, no gan¨® Jasper Philipsen, lo que ya es noticia en una llegada masiva, sino Mads Pedersen, que culmin¨® el trabajo colectivo del equipo Lidl-Trek durante el recorrido. La meta de Limoges picaba para arriba, lo que ofrece m¨¢s garant¨ªas para llegadores como el dan¨¦s, y se afrontaba despu¨¦s de un final quebrado, con dos puertos de cuarta categor¨ªa que castigaron las piernas de los velocistas puros. Tambi¨¦n fue una jornada de ca¨ªdas. Especialmente triste fue la de Mark Cavendish, que encar¨® su ¨²ltimo Tour con la ilusi¨®n de batir un r¨¦cord m¨ªtico y se despide por la puerta de atr¨¢s por una desgracia.

Por galones hist¨®ricos, vamos con Mark Cavendish, una leyenda en activo del Tour que hab¨ªa venido exclusivamente a desempatar con Eddy Merckx como m¨¢ximo ganador de etapas de la historia, para apropiarse en solitario de un r¨¦cord que comparte con el Can¨ªbal desde 2021, para tener una despedida legendaria del Tour¡­ No iba a ser f¨¢cil, porque sus piernas no son tan r¨¢pidas como anta?o a los 38 a?os y el pelot¨®n tiene un nuevo rey del esprint, Philipsen, pero confiaba que se presentara alguna oportunidad. Justo el d¨ªa anterior hab¨ªa tirado de experiencia para intentar sorprender desde lejos y casi le sale bien: acab¨® segundo. Es la ¨²ltima imagen que tendremos en una meta de un hist¨®rico que se marcha con 34 triunfos parciales: 4 en 2008, 6 en 2009, 5 en 2010, 5 en 2011, 3 de 2012, 2 en 2013, 1 en 2015, 4 en 2016 y 4 en 2021. Adem¨¢s de dos maillots verdes. Una ca¨ªda tonta en el centro del pelot¨®n, a 61 kil¨®metros de Limoges, fue su pesaroso adi¨®s a la Grande Boucle. Pero ah¨ª queda eso.

Hubo m¨¢s ca¨ªdas trascendentes para la clasificaci¨®n, pero ya en la parte final del recorrido, con la etapa lanzad¨ªsima, despu¨¦s de que el Jumbo abriera gas en la ¨²ltima cota de cuarta, con el objetivo de cribar el grupo, de erosionar las piernas de los velocistas, en favor de Wout van Aert, y ya de paso para mover el ¨¢rbol, por si ca¨ªa alguna fruta madura. Cuando Tadej Pogacar vio la jugada, con el propio Jonas Vingegaard en la segunda plaza, se instal¨® en la punta del grupo. Por lo que pudiera pasar. No se vio sorprendido ning¨²n gallo, porque Egan Bernal, que se descolg¨®, no lo es en este Tour. Pero el pelot¨®n se puso a mil y esa tensi¨®n arrastr¨® v¨ªctimas. Un accidente a seis kil¨®metros derrib¨® a Simon Yates, que pierde la cuarta posici¨®n de la general en beneficio de Carlos Rodr¨ªguez, que se acerca un poco m¨¢s al podio. Tambi¨¦n rod¨® por los suelos Mikel Landa, que pierde tres puestos dentro del top-15: del 11? al 14?.

La suerte final iba a resolverse al esprint, pero con algunos protagonistas diferentes, aquellos que multiplican su rendimiento cuando la meta apunta hacia arriba. Uno de ellos era Van Aert, que se vio cerrado y luego s¨®lo pudo remontar hasta la tercera plaza. El otro, Mads Pedersen, el campe¨®n del mundo en 2019, que puede presumir en su palmar¨¦s de haber conquistado etapas en las tres grandes vueltas. La de este s¨¢bado es la segunda que consigue en el Tour, un a?o despu¨¦s de vencer en Saint ?tienne. El equipo de Pedersen, que estrena Lidl como patrocinador, apost¨® fuerte por mantener a raya a los tres fugados del d¨ªa en un territorio complicado de caza, Delaplace, Turgis y Declerq. Y el dan¨¦s supo responder al trabajo de sus colegas con una portentosa victoria que frena la cuenta de Philipsen.

Este domingo ya no habr¨¢ esprint, ni nada parecido. El Tour rescata el Puy de D?me, un coloso hist¨®rico del Macizo Central que no se sub¨ªa desde hace 35 a?os, una subida que castiga desde Clermont Ferrand, en especial en d¨ªas de canto de chicharra. Las rampas de este volc¨¢n contemplaron estampas hist¨®ricas como la inauguraci¨®n de Fausto Coppi en 1952; o la cronoescalada que gan¨® Federico Mart¨ªn Bahamontes el a?o que conquist¨® el Tour en 1959; o el famoso hombro con hombro de Jacques Anquetil y Raymond Poulidor en 1964; o los triunfos de Luis Oca?a en 1971 y 1973; o el doblete de ?ngel Arroyo y Pedro Delgado en 1983... Hasta all¨ª llegan Vingegaard y Pogacar en desatado duelo para escribir otro cap¨ªtulo ¨¦pico.