Pogacar pega el primer golpe

Es una sensación extra?a la de este Tour de Francia 2022, que ha comenzado en viernes, en Dinamarca, bajo la lluvia y sin apenas espa?oles... Un escenario atípico para la reina de las carreras ciclistas, pero el Tour es el Tour. Uno de los grandes eventos deportivos globales del a?o. Da igual el envoltorio. Ya está aquí. Con sus dos primeros triunfadores: Yves Lampaert, el matagigantes de la jornada, y Tadej Pogacar, el dorsal número uno, el defensor del título… El ogro.

El Tour se inauguró con un arranque tradicional, una contrarreloj corta de 13,2 kilómetros, que no era un prólogo, ya en desuso, pero casi, casi… Hacía cinco a?os que la carrera no empezaba con la celebración de esta especialidad, desde Düsseldorf en 2017. Entonces ganó Geraint Thomas, presente aquí en la tricefalia del Ineos. Y entonces, también, la lluvia fue protagonista, con aquellas prematuras retiradas por caídas de Alejandro Valverde y Ion Izagirre.

El parte meteorológico condicionó igualmente la crono de Copenhague. No tanto por el conservadurismo de los líderes, porque los principales no rehuyeron el riesgo, pero sí en el listado de salida y en el desarrollo de los acontecimientos. Todos los gallos decidieron competir en la primera hora y media de carrera, lo que dejaba la segunda mitad prácticamente sin contenido. Ni deportivo, ni mediático. Se equivocaron. Van Aert, el ciclista 10 del pelotón, un hombre capaz de ganar una etapa de monta?a, otra en contrarreloj y un esprint masivo en la misma edición, había marcado el mejor tiempo en esa primera parte, la de los grandes capos, con dos segundos de ventaja sobre Pogacar. El primer maillot amarillo se visualizaba en su cuerpo, pero el también belga Yves Lampaert, otro especialista, mostró su desacuerdo con un galáctico registro, cinco segundos mejor que su compatriota, que le otorgó el doble premio del día: la etapa y la túnica de líder. Lo que apuntaba previamente a un duelo entre Van Aert y Filippo Ganna se convirtió en un éxito inesperado de Lampaert, que celebró la conquista con lágrimas en el podio. Ciclismo.

El otro vencedor del viernes fue Pogacar, el vigente campeón, que propinó el primer golpe en la general a los aspirantes que pretenden destronarle. Fue una advertencia sobre todo anímica, porque 13,2 kilómetros en un recorrido de 3.337 son todavía poca cosa para sacar conclusiones categóricas. Si acaso podemos extraer alguna es que el esloveno llega listo para la batalla. De entrada, ha metido ocho y nueve segundos, respectivamente, a sus dos principales rivales: el dueto formado por Jonas Vingegaard y Primoz Roglic, que acabaron entre sí en empate técnico, sólo separados por dos décimas. Una buena noticia para el Jumbo, que cuenta con dos balas para disparar contra Pogacar. Y también mala: algún día tendrá que decidir quién de los dos es el jefe del equipo, aunque estos veredictos normalmente suele dictaminarlos la carretera.

Más allá del duelo directo entre Pogacar y el Jumbo, el esloveno metió 16 segundos a Adam Yates; 18 a Geraint Thomas; 24 a Alexander Vlasov; 37 a Daniel Felipe Martínez; 38 a Romain Bardet; 42 a Nairo Quintana; 43 a David Gaudu; 44 a Jack Haig… Diferencias interesantes para un trazado tan corto. El peor de los favoritos, para desánimo del aficionado espa?ol, fue Enric Mas, quien sí optó por reservarse, mientras el recuerdo de la caída de Valverde revoloteaba por el Movistar Team, y se dejó 49 segundos frente al doble ganador en París. Echen cuentas respecto a los demás. No es una actuación que levante la moral en el Tour menos espa?ol del último medio siglo, con sólo nueve ciclistas en la salida danesa. Es verdad que queda mucho Tour. Pero mejor si pegas el primer golpe.