Pogacar, a montar el Poggio en Mil¨¢n-San Remo
El esloveno, pichichi del a?o con nueve triunfos, aspira a su primer ¨¦xito en la Classicissima gracias a su enorme estado de forma. Mohoric defiende t¨ªtulo. Pidcock, ausente.
Seis horas de esfuerzo, cerca de los 300 km recorridos. El tiempo se detiene. Pero de repente, todo estalla en el que probablemente sea el final de carrera m¨¢s emocionante de todo el ciclismo. As¨ª es la Mil¨¢n-San Remo (09:45 horas, Eurosport 2), tambi¨¦n conocida como la Classicissima, cita que inaugura la temporada de monumentos y que emana una m¨ªstica ¨²nica entre todos ellos. Se cuece a fuego lento y se emplata a toda velocidad. Su recorrido es de los m¨¢s simples de todas las cl¨¢sicas, pero el triunfo es, a su vez, el m¨¢s cotizado, el m¨¢s dif¨ªcil de conseguir. Las sorpresas son factibles (que se lo digan a Gerald Ciolek en 2013), pero este a?o hay certeza de espect¨¢culo con nombre y apellido: Tadej Pogacar.
El esloveno complet¨® su primera participaci¨®n en Mil¨¢n-San Remo el a?o pasado con un respetable quinto puesto, despu¨¦s de ser el dinamitador de la prueba. El esloveno lanz¨® hasta cuatro ataques bestiales en el Poggio (3,7 km al 4%), pero no fue capaz de soltar a sus rivales, y despu¨¦s Matej Mohoric, tras completar con ¨¦xito un descenso suicida, consum¨® la gesta. Ahora, con m¨¢s experiencia, surge la duda respecto al plan de Pogi: ?repetir¨¢ estrategia o agitar¨¢ el ¨¢rbol en Cipressa? Es la cota m¨¢s larga del recorrido, despu¨¦s de superar el encadenado de los ¡®Capi¡¯ (Mele, Cervo y Berta), y la m¨¢s dura, pero igualmente poco exigente: 5,5 km al 4,1% y rampas m¨¢ximas del 9%. Se corona a 21 km de meta, por lo que cualquier maniobra exitosa desde all¨ª ser¨ªa toda una proeza.
¡°Es una carrera hermosa. Conozco bastante bien las carreteras: no vivo muy lejos (en M¨®naco) y, a veces, en los entrenamientos, voy a subir el Poggio. He imaginado muchos escenarios en mi cabeza de c¨®mo puede ir la carrera y tengo claro que es una de las m¨¢s dif¨ªciles de ganar¡±, analiz¨® Pogacar en los d¨ªas previos a uno de sus grandes objetivos del a?o. Y no le falta raz¨®n a la estrella del UAE Team Emirates acerca de la dificultad de vencer, el palmar¨¦s habla por s¨ª solo: nadie repite ¨¦xito en la Classicissima desde Erik Zabel, que gan¨® consecutivamente en 2000 y 2001. Desde entonces, un ganador distinto cada a?o (?scar Freire gan¨® tres veces, pero no en temporadas consecutivas).
Donde hay poco margen de especulaci¨®n es en la n¨®mina de favoritos. Al margen del esloveno, se repiten los nombres que cualquiera tendr¨ªa en la cabeza para esta cita, independientemente de si el desenlace es en un esprint masivo, reducido o una llegada en solitario tras la culminaci¨®n de un loco descenso del Poggio: Mathieu van der Poel, Biniam Girmay, Mads Pedersen, Wout van Aert, Mohoric, Jasper Philipsen, Arnaud de Lie, Julian Alaphilippe, Arnaud D¨¦mare... Entre las bazas espa?olas destaca la participaci¨®n de Alex Aranburu (dos veces 7?), Iv¨¢n Garc¨ªa Cortina, Gonzalo Serrano y un Pello Bilbao que debuta en esta prestigiosa carrera. Uno de los llamados a dar espect¨¢culo en la bajada del Poggio era Tom Pidcock, pero el Ineos le dej¨® fuera de la convocatoria por precauci¨®n tras la peque?a conmoci¨®n cerebral sufrida por el brit¨¢nico en Tirreno-Adri¨¢tico a consecuencia de una ca¨ªda. La V¨ªa Roma aguarda a un nuevo rey.