Lazkano es una revoluci¨®n: podio tras rivalizar con Van Aert

¡°Si pudiera elegir un ciclista para compartir escapada, ser¨ªa ¨¦ste que gan¨® la Cl¨¢sica Ja¨¦n, Oier Lazkano. Uno quiere compa?eros de fuga que tiren sin pensar demasiado y Lazkano es un ejemplo de esto¡±, dijo recientemente Wout van Aert (Visma) en una entrevista con Het Nieuwsblad. Deseo concedido. Este domingo, en la Kuurne-Bruselas-Kuurne, el belga y el espa?ol fueron compa?eros de fuga durante m¨¢s de 80 kil¨®metros. Aproximadamente, compartieron una hora y 45 minutos junto a Tim Wellens (UAE), que termin¨® segundo. Un buen rato de esperanza. De renovar ilusiones. Hac¨ªa mucho tiempo que la primavera, en t¨¦rminos ciclistas, no era tan florida para Espa?a. El del Movistar, tercero tras intentarlo desde lejos en la llegada, est¨¢ llamado a cambiarlo. Mirar a los ojos a Van Aert, ganador al esprint, era impensable hace no tanto.

¡°Parce que est¨¢s hecho para este tipo de carreras, ?no?¡±, le preguntaban a Lazkano tras ser el primer espa?ol de la historia en subirse al podio de la prueba. ¡°S¨ª¡±, respond¨ªa con timidez y sonriente, quit¨¢ndose importancia. ¡°Es una de esas carreras que miras con ganas por la tele y poder estar disput¨¢ndola de nuevo es bonito. Siempre he querido estar aqu¨ª, son carreras en las que cuesta mucho cada paso, cada pelea por la posici¨®n y verme ah¨ª ilusiona. Es un d¨ªa para disfrutar mucho¡±, completaba el espa?ol, que ya impresion¨® al mundo en la edici¨®n del a?o pasado de A trav¨¦s de Flandes, en la que fue segundo tras Christophe Laporte, cuarto este domingo tras ganar la volata del pelot¨®n. A base de galopadas, Oier sigui¨® demostrando que tiene condiciones especiales. Este a?o, con esa victoria en Ja¨¦n que Van Aert recordaba, lo confirm¨® (remat¨® una fuga de 110 kil¨®metros).

En Kuurne, todo empez¨® con un ataque del corredor del Visma a 87 kil¨®metros de meta, en el Mont Saint-Laurent (1,2 km al 7%). En la Cote du Trieu (1,2 km al 7,3%), poco despu¨¦s, termin¨® de limpiar la carrera y conform¨® el tridente ganador. Con tanto terreno por delante, y sin puntos para defender el hueco, era un suicidio para cualquiera. No para Van Aert. Ni para un Lazkano que no dudaba en sumarse. El espa?ol, que comandaba la segunda subida, ve¨ªa pasar por su izquierda a Wout y a Wellens, dos belgas en casa. Reaccion¨® de inmediato. Y la carrera ya no cambi¨®. Cuando faltaban 50 km, su ventaja era de algo m¨¢s de dos minutos sobre un grupo formado por Laurence Pithie (Groupama), Matej Mohoric (Bahrain) y Matteo Jorgenson (Visma). A 25 km, la diferencia ya estaba por encima de los tres minutos y la victoria, entre los tres corredores en cabeza.

Un campe¨®n de Espa?a muy belga

Wellens fue el primero en probarlo. Van Aert, el capo, fue el encargado de cerrar el hueco mientras Lazkano hac¨ªa gestos de cansancio. Faltaban unos cuatro kil¨®metros. El corredor del UAE incluso le pidi¨® al espa?ol que tomara la iniciativa, pues al esprint ya se conoc¨ªa al ganador, pero opt¨® por la paciencia. Pasada la pancarta del ¨²ltimo kil¨®metro, tras una curva a la izquierda, fue su turno. Arranc¨® y le sac¨® alg¨²n metro a sus compa?eros de viaje, pero termin¨® sent¨¢ndose. Los vatios, pese a ser muchos, no son infinitos. ¡°No pod¨ªa no colaborar en los relevos con Van Aert y Wellens, porque si no pasaba, estaba claro que comenzar¨ªan los ataques y ser¨ªa peor para m¨ª. Hab¨ªa que intentar llevar la fuga hasta el final, jugar nuestras cartas en la ¨²ltima parte y ya est¨¢. No he tenido piernas¡±, finaliz¨® Oier, un campe¨®n de Espa?a con ADN belga.