Kooij triunfa y Ayuso se muestra

Que la victoria sea para Olav Kooij (23 a?os) es se?al evidente de que el holand¨¦s, uno de los mejores velocistas de la actualidad, que atesora 39 triunfos a su corta edad habiendo corrido tan solo una grande (el Giro 2024), logr¨® su conquista en una volata... pero no fue un d¨ªa simple de esprint, todo lo contrario. Esta cuarta jornada de la Tirreno-Adri¨¢tico, con 190 km entre Norcia y Trasacco, estuvo repleta de tensi¨®n y sin apenas respiro. Dos eran las dificultades monta?osas: Forca della Civita (14,3 km al 4,1%) y Valico La Crocetta (12,4 al 5,7%), ambas en la primera mitad de la jornada. Como era de esperar, desde la salida hubo m¨²ltiples ataques porque, por perfil, no era mal d¨ªa para una escapada, pero el ritmo fren¨¦tico evit¨® que tuvieran opci¨®n alguna.

Despu¨¦s de varias intentonas, e incluso varios contrataques, la escapada qued¨® confeccionada por cinco integrantes, entre ellos el espa?ol Jorge Arcas, del Movistar. Fueron haciendo camino, pero el UAE tampoco les dio mucho margen, llevando el peso de la etapa desde bien pronto. Ese ritmo hizo que velocistas como Milan, triunfador en esta edici¨®n, perdiesen contacto, pero el objetivo iba m¨¢s all¨¢. Qued¨® patente cuando, a 79 km de desenlace, en pleno llano, lleg¨® uno de los momentos m¨¢s complicados en un pelot¨®n: abanicos. Varias figuras, como Landa, quedaron atr¨¢s. Despu¨¦s, momento de calma relativa, algo de ritmo m¨¢s tranquilo y de nuevo... pum. Otra vez abanicos, y esta vez m¨¢s serios: con los dos primeros de la general (Ganna y Ayuso), rodeados de compa?eros de equipos. Ese movimiento s¨ª puso en jaque al pelot¨®n.

Fueron una decena de kil¨®metros de desgaste y tensi¨®n (los corredores tiraron lo m¨¢s r¨¢pido que pudieron las bolsas de avituallamiento y de abrigo) que, a la postre, no sirvi¨® para ganar tiempo, pero s¨ª para demostrar, por el momento, quienes son los m¨¢s fuertes. Tras la uni¨®n de los dos grupos principales, la escapada de ¡®altura¡¯ (el m¨¢s bajo estaba en 1,85) estaba pr¨¢cticamente neutralizada, pero el pelot¨®n les dio m¨¢s margen. No les interesaba neutralizarles tan lejos de una meta por la que pasaron varias veces al ser un circuito final.

Hubo varias intentonas m¨¢s al final (Landa logr¨® salvar el tiempo por un pinchazo), pero la volata final, con alrededor de 70 unidades, era inevitable. Una llegada sin colocaci¨®n, donde cada uno iba por el lado que pod¨ªa y con las fuerzas que le restaban, con rostros totalmente p¨¢lidos y en el que Kooij apareci¨® de la nada para superar a Van der Poel. Un d¨ªa sin cambios en la general, aunque cualquiera lo dir¨ªa. Este viernes, otro d¨ªa con perfil quebrado, aunque esta vez con las subidas concentradas al final.

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