Jorgenson conquista su primera Par¨ªs-Niza por delante de Evenepoel

Matteo Jorgenson (24 a?os) confirm¨® su enorme talento el a?o pasado en las filas del Movistar. En el equipo telef¨®nico, el estadounidense firm¨® sus primeros triunfos como profesional en el Tour de Om¨¢n (etapa y general). Ahora, los frutos de su cambio de aires al Visma empiezan a notarse. Y es que Jorgenson certific¨® en la ¨²ltima etapa su victoria en Par¨ªs-Niza, la primera general de su palmar¨¦s de categor¨ªa World Tour, gracias a una solvencia fant¨¢stica con la que at¨® en corto a todo un Remco Evenepoel. El conocimiento del terreno por parte de Jorgenson, que reside en Niza, fue clave. El belga entr¨® triunfante en el Paseo de los Ingleses, con su nueva celebraci¨®n al estilo del tenista Ben Shelton (colgando un tel¨¦fono), para rematar una semana muy positiva: una victoria y podio en su debut en la Carrera del Sol. El caj¨®n, despu¨¦s de iniciar el d¨ªa con el maillot amarillo, lo cerr¨® Brandon McNulty.

Con una etapa tan corta, de 109,3 km, era de esperar que hubiese acci¨®n de principio a fin. Adem¨¢s, la copiosa lluvia incitaba al movimiento. En el tramo inicial se escaparon Victor Campenaerts y Johan Jacobs, a los que poco despu¨¦s se uni¨® Laurence Pithie. El pelot¨®n, siempre al acecho, con un Evenepoel que estaba como loco por la m¨²sica. Antes de que se encendieran los petardos, la carrera se qued¨® sin uno de sus grandes animadores por culpa de una ca¨ªda: Santi Buitrago. El colombiano abandon¨® tras sufrir un incidente en el que tambi¨¦n se vio involucrado Carlos Rodr¨ªguez, aunque el espa?ol pudo continuar.

En la cuarta de las seis ascensiones que albergaba la etapa, todo salt¨® por los aires. Campenaerts qued¨® neutralizado en la Cote de Peille (6,5 km al 6,9%), donde se form¨® un grupo de favoritos de unas veinte unidades. Bernal, de m¨¢s a menos a lo largo de la semana, no tuvo fuerzas para estar ah¨ª. Sin embargo, a Evenepoel le sobraban. El belga lo prob¨® sin ¨¦xito en varias ocasiones, pero a la tercera fue la vencida. Con 3 km para coronar peg¨® un estacazo bestial con el que solt¨® al l¨ªder McNulty, pero no a un Jorgenson tremendamente s¨®lido que en ese momento se situaba como l¨ªder virtual. Antes de la cima, se les uni¨® Vlasov. Roglic, una sombra de s¨ª mismo durante la semana, ni se asom¨®.

La etapa, el podio y la general estar¨ªa en juego para el tr¨ªo de cabeza. El pen¨²ltimo escollo era el Col d¡¯Eze, subida hist¨®rica de la prueba. No obstante, aunque el paso no era completo, sino de poco m¨¢s de 1 km, en su cima se repart¨ªan jugosos segundos de bonificaci¨®n. Jorgenson, para ampliar a¨²n m¨¢s su ventaja, aceler¨® para pasar primero. Remco y Vlasov ni se inmutaron. La ¨²ltima bala del belga estaba reservada para la Col des Quatre-Chemins (3,8 km al 8.1%). No atac¨®, sino que lo prob¨® a base de marcar un ritmo alto desde pie de puerto. Vlasov se entreg¨®. Jorgenson, haciendo gala de una enorme solvencia, no. En meta, reparto de alegr¨ªas: general para Jorgenson, etapa para Evenepoel. Todos contentos.