Vuelven los Lagos: del adi¨®s de Indurain a las gestas de Perico
Este martes 3 de septiembre La Vuelta regresa a la m¨ªtica cima asturiana, la m¨¢s utilizada de siempre en la carrera espa?ola.
Aunque la historia suele asociarse con el blanco y negro, ¨¦sta fue una Vuelta a Espa?a de Azul y Negro. El grupo murciano ya hab¨ªa dotado al ciclismo de una banda sonora el a?o anterior con la inolvidable ¡®Me estoy volviendo loco¡¯, y en 1983 se sacaba otro conejo de la chistera. ¡®Con los dedos de una mano¡¯ suena machac¨®n en el fondo de los res¨²menes de Televisi¨®n Espa?ola y, lo que es m¨¢s importante, al inicio y al final de las retransmisiones en directo, la gran novedad de aquel a?o para dotar al espect¨¢culo deportivo de una penetraci¨®n todav¨ªa mayor en los hogares espa?oles. Eso, y los Lagos de Covadonga.
Por aquel entonces, La Vuelta a Espa?a era una carrera en busca de sentido y sostenibilidad. S¨®lo cuatro a?os antes, de cara a la edici¨®n de 1979, la Real Federaci¨®n Espa?ola de Ciclismo se hab¨ªa visto obligada a rescatarla en colaboraci¨®n con Unipublic, que en adelante asumir¨ªa el peso de organizar la carrera. Era una ¨¦poca de cambios r¨¢pidos y profundos en el pa¨ªs a todos los niveles, y de experimentaci¨®n en lo deportivo.
La alta monta?a defin¨ªa las mejores pruebas ciclistas del mundo, pero en la gran ronda espa?ola s¨®lo se hab¨ªa coqueteado con puertos de paso en los Pirineos y finales en alto modestos en subidas de poco desnivel acumulado como Arrate (estrenado en 1972), el Naranco (1974) o Formigal (1975). Fue con Unipublic que por primera vez se program¨® una meta en la cima de colosos como Sierra Nevada (1979) y los Rassos de Peguera (1981). Y entonces, en 1983, llegaron los Lagos¡ de Enol. Y es que, en las dos primeras ocasiones en que se encar¨® esta subida m¨ªtica, su denominaci¨®n oficial fue ¡®Lagos de Enol¡¯.
Don Pelayo
Dice el acervo popular que Cangas de On¨ªs fue la primera capital de Espa?a porque en ella estableci¨® Don Pelayo, primer monarca del Reino Astur que, con el paso de los siglos, devino el actual Reino de Espa?a. Sus restos reposan en la Santa Cueva del Real Sitio de Covadonga, junto a la virgen hom¨®nima, y es ah¨ª donde se sit¨²a el inicio de la subida de unos 12 kil¨®metros que se adentra en el Parque Nacional de los Picos de Europa para culminar en los Lagos de Covadonga. Se trata de un paraje privilegiado en el cual hay dos lagos glaciares permanentes, el Enol y el Ercina, y un tercero estacional, el Bricial. Un regalo para el visitante; un suplicio para el ciclista.
Aquella primera vez que La Vuelta encar¨® los Lagos de Enol se repiti¨® hasta la saciedad que ser¨ªan los ¡®Lagos de Hinault¡¯ porque el ¡®Tej¨®n¡¯ Bernard Hinault, con cuatro ediciones del Tour de Francia y una de la gran ronda espa?ola en su palmar¨¦s, era el m¨¢ximo favorito a triunfar en su estreno. Sin embargo, sucedi¨® que el ¡®Junco de B¨¦rriz¡¯ Marino Lejarreta fue m¨¢s fuerte que el franc¨¦s cuesta arriba, y que el palentino Alberto Fern¨¢ndez defendi¨® con ¨¦xito su maillot de l¨ªder, por aquel entonces amarillo. El bravo ¡®Galletas¡¯ hab¨ªa salido aquel d¨ªa desde su pueblo, Aguilar del Camp¨®o, en lo que fue uno de sus ¨²ltimos grandes d¨ªas de gloria sobre la bicicleta antes de fallecer al a?o siguiente en un tr¨¢gico accidente de tr¨¢fico. No obstante, en aquella Vuelta tanto Lejarreta como Fern¨¢ndez acabaron siendo rendidos por Hinault, que dio el golpe de gracia en el Puerto de Serranillos a dos d¨ªas de Madrid.
La subida a los Lagos de Covadonga fue definida por distintos personajes del mundo del ciclismo como ¡°despiadada¡±, ¡°terrible¡±, ¡°m¨¢s dura que el Alpe d¡¯Huez¡±; pero, por encima de todo, se convirti¨® en ¡°el primer signo de identidad de La Vuelta¡± en su ¨¦poca moderna. Nada menos que 22 veces ha figurado en el recorrido de la gran ronda espa?ola, lo cual lo convierte en el final en alto m¨¢s frecuentado por la carrera. A lo largo de los a?os, los Lagos de Covadonga han vivido momentos de todos los colores. En los cap¨ªtulos tristes, ninguno como el escrito por el mejor ciclista espa?ol de la historia el d¨ªa que no lleg¨® a escalarlo. Miguel Indurain cerr¨® su carrera deportiva no completando su peregrinaci¨®n a los Lagos de Covadonga en La Vuelta de 1996: se qued¨® a una decena de kil¨®metros de la Santa Cueva, y a 26 del Enol y el Ercina, cuando ces¨® la marcha a la altura del Hotel El Capit¨¢n de Cangas de On¨ªs. Fueron sus ¨²ltimas pedaladas como ciclista profesional.
Roglic, Nairo, Lucho Herrera...
En las p¨¢ginas de gloria, una omisi¨®n llamativa: ning¨²n ciclista ha alzado los brazos en los Lagos de Covadonga vestido de l¨ªder de La Vuelta. S¨ª que tres ciclistas sentenciaron la carrera en su favor aprovechando un triunfo en sus rampas: ¡®Lucho¡¯ Herrera (1987), Nairo Quintana (2016) y Primoz Roglic (2021) ganaron en los Lagos y se auparon al primer puesto de la general, que en los tres casos ocuparon hasta el final. Tambi¨¦n ¡®Perico¡¯ Delgado venci¨® en esta cima en 1985, y se puso l¨ªder¡ pero perdi¨® ese honor al d¨ªa siguiente en favor de Robert Millar (en la actualidad Philippa York), a quien s¨®lo descabalg¨® en la m¨ªtica etapa de las Destiler¨ªas DYC un d¨ªa antes del fin de fiesta en Salamanca.
Tres a?os despu¨¦s de su ¨²ltimo paso en 2021 y un a?o despu¨¦s de que La Vuelta Femenina fuese testigo de la vibrante batalla entre Demi Vollering y Annemiek Van Vleuten, los Lagos de Covadonga acoger¨¢n otra gran batalla por la general entre el l¨ªder Ben O¡¯Connor, Primoz Roglic y Enric Mas. Sus 12,4 kil¨®metros de longitud y 865 metros de desnivel, 6,95% de pendiente media con pendientes m¨¢ximas del 15% en la zona de La Huesera, ser¨¢n el primer test serio para la general de La Vuelta en una ¨²ltima semana donde tambi¨¦n esperan los duros finales en alto en Moncalvillo y Pic¨®n Blanco antes de la crono final de Madrid.