Jungels alarga la sequ¨ªa espa?ola

Bob Jungels era un prometedor ciclista, que en sus tiempos mozos gan¨® la Par¨ªs-Roubaix Sub-23 y que posteriormente domin¨® dos veces la clasificaci¨®n de j¨®venes del Giro de Italia, en 2016 y 2017, en ambas ocasiones metido en el top-10, en la sexta y en la octava posiciones. El luxemburgu¨¦s inscribi¨® su rebosante talento en la Lieja-Basto?a-Lieja, en la Kuurne-Bruselas-Kuurne, en una etapa de la ronda rosa¡­ Era un buen contrarrelojista, un decente escalador y un magn¨ªfico clasic¨®mano que evolucionaba favorablemente. Hasta que su progresi¨®n se fren¨®, muchas veces azotado por las lesiones. Este domingo, en Ch?tel Les Portes du Soleil, Las Puertas del Sol, Jungels encontr¨® a sus 29 a?os la puerta de su regreso con una brillante victoria en la novena etapa del Tour, tras una galopada en solitario de casi 60 kil¨®metros. La clase no se pierde.

A ese historial de Jungels tambi¨¦n podr¨ªamos a?adir que se trata del primer ciclista que ha tomado la salida de una grande contagiado de coronavirus, al menos que sepamos. Esta temporada se han flexibilizado los protocolos, los positivos no te expulsan siempre de la carrera. Depende de la gravedad del asunto. As¨ª que, curiosamente, Jungels brill¨® en la misma jornada en la que Guillaume Martin, un franc¨¦s de prestigio, tuvo que quedarse en el hotel, infectado por el virus, por decisi¨®n de la UCI. Paradojas del deporte.

Jungels remat¨® la primera escapada masiva de esta edici¨®n, que lleg¨® con la primera etapa de verdadera monta?a del Tour. Un numeroso grupo de 21 ciclistas donde se colaron cuatro espa?oles, lo que viene a ser un porcentaje bastante alto si recordamos que s¨®lo nueve tomaron la salida en Dinamarca. Carlos Verona, Jonathan Castroviejo, Luis Le¨®n S¨¢nchez y Ion Izagirre rodaron en cabeza en este primer recorrido alpino del presente certamen, ¡°un contacto suave con los Alpes¡±, como dijo Christian Prudhomme, el director de la Grande Boucle. No anduvieron lejos de romper la larga sequ¨ªa espa?ola de ¨¦xitos en una grande. Castroviejo y Verona, que cubrieron los ¨²ltimos kil¨®metros en arm¨®nicos relevos, acabaron segundo y tercero, respectivamente, subidos al imaginario podio del d¨ªa. Pero la victoria a¨²n se resiste. Y ya van 105 etapas.

La primera fuga masiva tambi¨¦n tuvo sitio para ilustres del pelot¨®n. Para Wout van Aert, por ejemplo, a quien luego vimos repartir bidones en su reintegro al grupo de favoritos. Vale para todo este muchacho. Y para algunos gallos que despu¨¦s de haber cedido tiempo en etapas precedentes pretenden reengancharse al Tour, o bien con una liberadora victoria, o bien con un mordisco al reloj. Era el caso de Rigoberto Ur¨¢n, de Thibout Pinot, de Warren Barguil¡­ El propio Pinot busc¨® un triunfo que ya hab¨ªa conseguido en tres ocasiones anteriores, con un ataque en el Pas de Morgins, el ¨²ltimo puerto, pero Jungels aguant¨® el acoso tras una emocionante persecuci¨®n. El franc¨¦s, que se vaci¨® en ese tramo, ni siquiera pudo mantener la segunda plaza, cazado por el d¨²o formado por Castroviejo y Verona.

?Y los gallos de la general? Casi sin noticias. Ninguno acept¨® la invitaci¨®n de esta primera etapa alpina, a la espera de recorridos m¨¢s rompedores, que llegar¨¢n. Ni siquiera la jornada de descanso del lunes sirvi¨® de cebo. ?nicamente Tadej Pogacar, el hiperactivo Pogacar, arranc¨® en los ¨²ltimos metros a ver si pillaba despistado a alguno. Jonas Vingegaard, atento, se peg¨® a su rueda, mientras que el resto de favoritos cedieron tres segundos. Un aviso m¨¢s del l¨ªder, que sigue juguet¨®n. Otro alarde de superioridad.