Pelayo S¨¢nchez se alza en el sterrato del Giro con su primer gran triunfo

Considerado el primer monarca y fundador del reino de Asturias. Pero esto no era el a?o 700, ni el inicio de la Reconquista. No hab¨ªa que frenar la expansi¨®n de los musulmanes, sino el implacable avance de un doble campe¨®n del mundo del ciclismo, un tal Julian Alaphilippe. Toc¨® apretar los dientes como nunca, pero el premio bien lo merec¨ªa. El mayor premio de su todav¨ªa prometedora carrera deportiva, la de Pelayo S¨¢nchez. El asturiano (24 a?os) toc¨® el cielo en Rapolano Terme, donde se hizo con su primer triunfo en una gran vuelta como debutante en el Giro de Italia. De paso, cort¨® la sequ¨ªa espa?ola en la Corsa Rosa, donde no hab¨ªa victorias desde Pello Bilbao en 2019. Tambi¨¦n salva el Giro de un Movistar que a estas alturas de temporada necesita los puntos como el comer. En honor a ¡®Don Pelayo¡¯. La Reconquista.

Sol, unos 25?. Unas condiciones perfectas para la pr¨¢ctica del ciclismo. Pero entre tanta sonrisa, la salida en la Torre del Lago Puccini de Viareggio estaba cargada de emotividad. Nadie quiso olvidarse de Wouter Weylandt, fallecido tal d¨ªa como hoy hace trece a?os en esta carrera. Siempre en el recuerdo. Por delante, 180 km hasta Rapolano Terme con el regreso del c¨¦lebre sterrato, tres a?os despu¨¦s, como plato fuerte. El control del UAE fue absoluto desde el comienzo, lo que hizo de formar la fuga una tarea tit¨¢nica. Hubo que aguardar m¨¢s de 100 kil¨®metros, pero la espera mereci¨® la pena.

El UAE decidi¨® darse un respiro y siete corredores formaron un grupo de cabeza de much¨ªsimo nivel, con nueva representaci¨®n espa?ola tras la aventura de Fran Mu?oz hace unos d¨ªas. Junto a Pelayo S¨¢nchez se colaron Julian Alaphilippe, Kaden Groves, Andrea Vendrame, Luke Plapp, Matteo Trentin y Filippo Fiorelli. La mayor¨ªa de ellos pod¨ªan ser potenciales ganadores de etapa, lo que oblig¨® al Ineos a reaccionar. Su m¨¢xima renta, cercana a los 4 minutos, era demasiado peligrosa. Pero lleg¨® el primer sector de tierra y el alto ritmo del Ineos hizo que sus opciones cayeran en picado. Detr¨¢s hab¨ªa demasiado inter¨¦s¡­

Sin embargo, los escapados salieron con vida donde todo apuntaba a saltar por los aires. El segundo sector de sterrato, el Grotti, era toda una invitaci¨®n al ataque de Pogacar, con rampas de hasta el 16% a lo largo de la subida. El grupo de elegidos se redujo sobremanera, pero no hubo ataques. La fuga se seleccion¨® y al pisar nuevamente asfalto, Alaphilippe, Plapp y Pelayo hab¨ªan dejado atr¨¢s al resto. Empezaban a so?ar. Y se abr¨ªan varios frentes. Plapp, a s¨®lo 2:33 de Pogacar en la general, coqueteaba con el liderato virtual, mientras que entre Alaphilippe y Pelayo, m¨¢s enfocados hacia el triunfo de etapa, aumentaba la tensi¨®n. El franc¨¦s reclamaba m¨¢s relevos y el espa?ol no entend¨ªa nada. El juego hab¨ªa comenzado.

Finalmente, por detr¨¢s no hab¨ªa mayor intenci¨®n que la de llegar a meta en armon¨ªa. El UAE tir¨® lo justo y necesario para preservar el rosa de Pogacar, ya que al d¨ªa siguiente eso le permitir¨ªa partir en la contrarreloj con las referencias de todos sus rivales. El triunfo, por tanto, era cosa de tres¡­ Antes del ¨¦xtasis lleg¨® el susto. Quedaban 11 km cuando, en una rotonda, Pelayo se fue largo por un exceso de confianza. Alaphilippe, siempre atento a su estela, hizo lo mismo, pero ambos salvaron la ca¨ªda. La penitencia fue un calent¨®n para cazar a Plapp. Pero hab¨ªa piernas. Sobraban. La meta se ubicaba en cuesta, tras una sucesi¨®n de repechos, un territorio dominado por Alaphilippe en tiempos no tan lejanos. El franc¨¦s esprint¨®, Pelayo, resisti¨®, y despu¨¦s remat¨®. La mayor conquista de ¡®Don Pelayo¡¯. Historia.

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