La etapa reina de Livigno, con n¨²meros de otra ¨¦poca, puede decidir el Giro

No estar¨¢ dirigida por Juan Antonio Bayona. Tampoco podr¨¢ verse en la gran pantalla. Pero lo que est¨¢ por venir en el 15? cap¨ªtulo del Giro de Italia bien podr¨ªa titularse como Un monstruo viene a verme. Ese no ser¨¢ otro que el de un recorrido temible, casi de otro tiempo, al que los corredores deber¨¢n hacer frente para superar lo que este a?o es la etapa reina de la Corsa Rosa. Desde las inmediaciones del Lago de Garda, hasta la m¨¢s alta cumbre, en el coraz¨®n de los Alpes. La raci¨®n de ¨¦pica que la ronda italiana trata de brindar en cada edici¨®n, esta vez ser¨¢ de 222 km y 5.400 metros de desnivel positivo. S¨ª, han le¨ªdo bien.

Sin duda, uno de los focos de inter¨¦s estar¨¢ en una de las ascensiones m¨¢s m¨ªticas e ic¨®nicas, ya no solo del Giro, sino tambi¨¦n del ciclismo: el Mortirolo. Ahora se cumplen 35 ediciones de su primera aparici¨®n en la Corsa Rosa, all¨¢ por 1990, un tiempo en el que ha dejado im¨¢genes para el recuerdo de todos los colores. Desde el venezolano Leonardo Sierra, primer corredor que coron¨® su cima en cabeza, al duelo de Pantani e Indurain en 1994, hasta la inolvidable remontada de Alberto Contador en 2015, cuando alcanz¨® a Fabio Aru y Mikel Landa tras haber perdido 1 minuto a pie de puerto por un pinchazo. Curiosamente, el de Pinto no logr¨® llegar a la cima en cabeza, honor que como espa?oles s¨®lo corresponde a dos ciclistas: Luis Le¨®n S¨¢nchez (2017) y Toni Colom (2008).

Si algo tenemos claro de lo que deparar¨¢ en su 16? aparici¨®n en la carrera, es que el Mortirolo es sin¨®nimo de ¨¦pica. Aunque se supere por la vertiente de Edolo, la m¨¢s suave de un coloso que sigue asustando: 12,6 al 7,6% de media y rampas m¨¢ximas del 16%. Es un puerto al que varios de los hombres de la general que pelean por el podio del Giro no se han enfrentado hasta la fecha, incluida la maglia rosa, Tadej Pogacar. ¡°Nuestra moral es alta. Nos mantenemos motivados como equipo. Somos muy fuertes y estamos aqu¨ª con un solo objetivo que todo el mundo conoce desde diciembre: ganar el Giro. En ciclismo, si puedes sacar tiempo, lo haces. M¨¢s vale prevenir que lamentar. Tener una mayor diferencia antes de la monta?a me hace sentir m¨¢s c¨®modo y con m¨¢s confianza¡±, explic¨® el esloveno al t¨¦rmino de la contrarreloj, toda una declaraci¨®n de intenciones de lo que hoy puede estar por venir.

Y no es para menos que muestre ese nivel de confianza. M¨¢s all¨¢ de las sensaciones, los n¨²meros tambi¨¦n est¨¢n de su parte. Despu¨¦s de la contrarreloj de ayer, Pogacar sali¨® con la mayor ventaja sobre el segundo de la general (3:41 sobre Geraint Thomas) al completarse 14 etapas desde Gianni Bugno en 1990. A estas alturas, en aquella edici¨®n, el italiano aventajaba a su compatriota Marco Giovannetti en 4:16. Superado el Mortirolo, y siempre en terreno ascendente, llegar¨¢ la traca final con la sucesi¨®n de Foscagno (14,6 km al 6,5%) y Livigno (4,7 al 7,6% y rampas m¨¢ximas del 19%), cuya meta se ubica a 2.385 metros de altitud. M¨¢s de seis horas para descubrir al ganador de etapa, y qui¨¦n sabe si de algo m¨¢s¡­ P¨®nganse c¨®modos.

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