Un bonus viste a Ciccone de amarillo por 6 segundos
Alaphilippe resisti¨® con los gallos e incluso arranc¨® en la subida final, pero no pudo conservar el liderato. Landa tambi¨¦n atac¨®. Teuns conquist¨® la etapa.
Si se cumple la leyenda de La Planche des Belles Filles, Giulio Ciccone ganar¨¢ el Tour de Francia 2019. As¨ª que no se cumplir¨¢.
Esa leyenda dice, o dec¨ªa hasta ahora, que el ciclista que sal¨ªa vestido de amarillo de esta cima se acababa coronando en los Campos El¨ªseos, lo que tiene un m¨¦rito a?adido porque las Chicas Bellas siempre han estado incluidas en el primer tercio del recorrido. Brad Wiggins (2012), Vicenzo Nibali (2014) y Chris Froome (2017) construyeron los recientes precedentes, tan recientes que quiz¨¢ haya sido osado haberlo descrito como leyenda con tanta alegr¨ªa.
La leyenda real de La Tabla de las Chicas Bellas no est¨¢ en el ciclismo, sino en los or¨ªgenes de su nombre, en el Siglo XVII. Las j¨®venes de Plancher les Mines huyeron a las monta?as durante la Guerra de los Treinta A?os para escapar de los soldados suecos y evitar ser violadas. Cuando se ve¨ªan acorraladas, las muchachas saltaban al lago, prefer¨ªan suicidarse que ser ultrajadas. Hay dos versiones sobre el porqu¨¦ de La Planche. Una dice que se tiraban desde una plataforma, que se traducir¨ªa tambi¨¦n as¨ª, aunque las condiciones geogr¨¢ficas del terreno lo ponen en duda. Otra apunta que un soldado grab¨® en una tabla un epitafio: para las Chicas Hermosas.
La leyenda deportiva de los Vosgos no est¨¢ en esta subida, no todav¨ªa, sino en el Bal¨®n de Alsacia, el primer puerto de la historia del Tour. Ren¨¦ Pottier lo coron¨® en 1905. El primer escalador. El Bal¨®n tambi¨¦n fue incorporado en el trazado de este jueves, aunque lejos de la meta, a 55 kil¨®metros. Los escapados del d¨ªa alcanzaron all¨ª su m¨¢xima ventaja, nueve minutos. Entre ellos iban De Gendt, Wellens, Berhane, Teuns¡ Y tambi¨¦n Ciccone, el mejor clasificado de la fuga, a 1:43. En esas rampas m¨ªticas, quiz¨¢ empujado por la m¨ªstica de un puerto que tambi¨¦n encumbr¨® a Eddy Merckx en 1969, el Movistar decidi¨® tomar la cabeza de la persecuci¨®n. Despu¨¦s de ceder 1:05 en la contrarreloj por equipos, los telef¨®nicos recordaron que su terreno es la monta?a. Las palabras hay que convertirlas en hechos.
Para rubricar los hechos, el propio Alejandro Valverde, con su reluciente maillot arco¨ªris, se puso al frente de la caza en el Chevr¨¨res, el pen¨²ltimo de los siete dientes que compon¨ªan el serrucho de la jornada. Y repiti¨® en las Chicas Bellas, el colmillo final. Cuando se retir¨® de la cabeza, nadie arranc¨®. ?Pero no ¨¦ramos escaladores? El Ineos tom¨® entonces el relevo, t¨ªmidamente, despu¨¦s de todo el d¨ªa de escaqueo. Y al fin arranc¨® un telef¨®nico: Mikel Landa, al ataque. Landismo en el Tour. Esa religi¨®n. El Groupama ech¨® un cable al todopoderoso Ineos; Thibaut Pinot tambi¨¦n quiere ganar el Tour. Landa sucumbi¨®. Y a continuaci¨®n se destac¨® Alaphilippe, que hab¨ªa resistido con los gallos la primera gran monta?a. Y luego Thomas, que reivindica sus galones de dorsal 1. Poca chicha para tan exigente recorrido.
El vencedor sali¨® de la escapada: Dylan Teuns. Y tambi¨¦n el l¨ªder: Giulio Ciccone, aunque en este caso hubo que sacar las calculadoras durante un buen rato. El italiano hab¨ªa logrado un bonus de 8 segundos en el Chevr¨¨res, en uno de esos premios intermedios que ha innovado este a?o el Tour. A eso hay que sumar 6¡± por su segundo puesto en la etapa. Ciccone es el nuevo maillot amarillo por las bonificaciones. No hay leyenda.