Nairo y Froome se citan en los Pirineos tras un d¨ªa sopor¨ªfero

Vuelta a Espa?a en directo ¨C Etapa 14

El Aubisque espera este s¨¢bado al pelot¨®n tras 196 kil¨®metros de trayecto por Sus Majestades los Pirineos. Un puerto cl¨¢sico franc¨¦s que ha sido coronado durante su historia por mitos como Coppi, Bahamontes, Gaul, Merckx, Van Impe e Indurain. Por el camino se suben el Inharpu, el Soudet y el Marie-Blanque. Ah¨ª dirimir¨¢n sus diferencias Nairo Quintana y Chris Froome, separados en este momento por 54 segundos. No¡­ No es el Tour, ni estamos en el mes de julio. La temporada surca ya por septiembre y es la etapa reina de la Vuelta a Espa?a.

Cont¨¢bamos hace unos d¨ªas que Froome puls¨® dos veces clic en la pesta?a de ¡®favorito¡¯ de Twitter durante la presentaci¨®n del recorrido de la Vuelta 2016. La primera de ellas fue sobre el perfil de Pe?a Cabarga. Una pieza que ya tiene en la cazuela. Y la segunda lo hizo sobre esta 14? etapa, que pasa por La Piedra de San Mart¨ªn (en el Soudet), donde sentenci¨® el Tour en 2015. Una pieza mayor que quiere tambi¨¦n conquistar en la ronda espa?ola.

Los Pirineos franceses siempre han sido un productivo territorio de caza para Froome. Las tres veces que ha ganado el Tour, las tres veces dio el golpe decisivo en esta cordillera. Nairo lo sabe, porque en todas ellas sufri¨® el latigazo en sus propias carnes. El colombiano ha acompa?ado al africano en el podio en su triplete en Par¨ªs. Pero esto es la Vuelta. Los mismos puertos, los mismos protagonistas, pero otro momento. Nairo ha ense?ado ya dos veces el dorsal a Froome, en La Camperona y en los Lagos, pero el jefe del Sky se tom¨® buena revancha en Pe?a Cabarga. ¡°Aur, aur¡­ Desperta ferro¡±, era el grito que lanzaban los guerreros almog¨¢vares mientras hac¨ªan saltar chispas en sus espadas y sus hachas contra las piedras. As¨ª me imagino yo a Nairo y Froome antes de tomar la salida este s¨¢bado.

Hay otros guerreros en este dilatado combate, no nos olvidamos. Alejandro Valverde sigue agarrado el podio. Quiz¨¢ si el Movistar deja de pensar en este caj¨®n como destino final, puede convertirse en una peligrosa arma arrojadiza contra los intereses de Froome. Y luego est¨¢ Alberto Contador, claro, que no se acostumbra a ser un mero espectador en la pelea. Seguro que intentar¨¢ algo. Tenga fuerzas o no. Lo mismo que Esteban Chaves, que ya mostr¨® sus garras en Pe?a Cabarga.

La sombra de esos majestuosos Pirineos fue muy alargada durante la larga y sopor¨ªfera etapa de este viernes: 213 kil¨®metros entre Bilbao y Urdax-Dantxarinea, un constante sube y baja con cuatro puertos de tercera categor¨ªa y un desnivel acumulado de 3.720 metros. El grupo de los gallos pens¨® m¨¢s en el serrucho franc¨¦s que en la sierra navarra y dej¨® marchar a una fuga de doce corredores, que lleg¨® con 33 minutos y 54 segundos de ventaja. Nunca una escapada hab¨ªa acumulado tanto tiempo sobre el pelot¨®n en la historia de la Vuelta. En el Tour solo hay un antecedente superior en 2001, aunque una jornada de bostezo similar tambi¨¦n sirvi¨® para vestir de amarillo a ?scar Pereiro en 2006.

Gan¨® Valerio Conti, un prometedor ciclista del Lampre de 23 a?os, que en 2014 luci¨® el dorsal 1 de la carrera, normalmente reservado para el vencedor de la edici¨®n anterior, porque vino a sustituir a ¨²ltima hora al expulsado Chris Horner. Gran alegr¨ªa para el italiano y para el equipo Lampre, que la pr¨®xima temporada se fusionar¨¢ con unos inversores chinos. Y bonitos paisajes en unas carreteras que no ofrecieron pelea entre los jefes, que no dieron ni una pedalada extra durante las m¨¢s de seis horas que estuvieron sobre la bicicleta. Sin rubor. Y sin ning¨²n respeto por el p¨²blico, que dict¨® sentencia con pitos y abucheos a los corredores. Alguno incluso cruz¨® la meta ri¨¦ndose. ?Qu¨¦ les hac¨ªa tanta gracia? Una disculpa hubiera sido m¨¢s elegante, aunque ya no devolver¨¢ la ilusi¨®n a unos aficionados que se echaron a la calle para aplaudir a quienes este viernes no se lo merec¨ªan. Si ustedes aprovecharon el sopor para echarse una siesta, hicieron bien. Esta s¨¢bado no tendr¨¢n oportunidad. O eso esperamos.