El hombre que vendi¨® un ri?¨®n por comprarse un iphone

?Hemos llegado tan lejos en la sociedad actual como para depender del estatus que proporciona un dispositivo tecnol¨®gico? Cuando los tel¨¦fonos m¨®viles empezaron a cobrar auge a finales de los a?os 90, su uso se dispar¨® sin duda, aunque siguieron siendo un elemento secundario, una alternativa para no tener que buscar una cabina telef¨®nica. Fue ya en el siglo 21 con la introducci¨®n del iPhone cuando todo cambi¨®, y con el concepto de tel¨¦fono inteligente, empezamos a depender del m¨®vil en vez de al rev¨¦s, y del estatus que genera. Un estatus que ha llevado a un ciudadano chino a tener un grave problema de salud.

Un ri?¨®n a cambio de un m¨®vil

Estamos en el 2011, 8 a?os atr¨¢s. La era de los smartphones hace 5 a?os que ha comenzado y entre las novedades de aquel a?o, uno de los terminales m¨¢s deseados es el iPhone 4. El tener el nuevo m¨®vil Apple se ha convertido en un elemento que define el estatus en una escuela de China, motivo por el que el alumno Xiao Wang est¨¢ deseando conseguir uno. Pero un iPhone de estreno es siempre un m¨®vil caro, y m¨¢s si tienes 17 a?os solamente y dependes de tus padres, as¨ª que el joven Wang toma una decisi¨®n radical y absurda propia de su edad: vender uno de sus ri?ones a cambio de dinero suficiente para comprarse el m¨®vil.

A estas alturas, seguro que estar¨¦is pensando ¡°Pero, ??lo hizo?!¡± Spoiler: S?. En un hospital subterr¨¢neo y sin el consentimiento de sus padres, Wang se someti¨® a una operaci¨®n de extracci¨®n de uno de sus ri?ones a cambio de 3.200 d¨®lares, m¨¢s que suficiente para el iPhone 4. Tras la operaci¨®n, los m¨¦dicos le dijeron que no se preocupase, ya que ser¨ªa capaz de ¡°vivir una vida normal¡± con s¨®lo un ri?¨®n. Y t¨¦cnicamente eso es cierto -sin hacer locuras, claro-, pero en el caso del Xiao Wang no fue as¨ª, ya que la sala de operaciones en la que se someti¨® al proceso quir¨²rgico result¨® no estar esterilizada correctamente.

Pagar los tratamientos de di¨¢lisis

Por culpa de esto, Wang desarroll¨® en poco tiempo una infecci¨®n en el ri?¨®n que le quedaba, lo que hizo estar a las puertas de la muerte. Y sus padres, que no ten¨ªan dinero para comprarle a su hijo el iPhone 4 que tanto quer¨ªa, en ese momento se enteraron de todo el asunto. Y lo que es peor: se vieron de repente con la tara econ¨®mica de tener que pagarle los costes diarios del tratamiento de di¨¢lisis.

Saltamos al presente a?os 2019: Wang tiene 24 a?os, una enfermedad que lo hace depender de un tratamiento de di¨¢lisis y la certeza de que su vida ser¨¢ m¨¢s corta debido a esto. Tras denunciar al hospital que le practic¨® la operaci¨®n, ¨¦l y su familia recibieron una compensaci¨®n econ¨®mica por ello. Pero Wang tendr¨¢ que vivir con la decisi¨®n que tom¨® y el perjuicio que le ocasion¨® no s¨®lo a ¨¦l, sino a los suyos. Y todo por un tel¨¦fono m¨®vil.