Robots de piel y carne humana a lo Terminator, ?el futuro de la Medicina?
La tecnolog¨ªa ya es posible. S¨®lo hay que construirla y cambiar¨¢ los trasplantes.
Dice la Tercera ley de Clarke que ¡°Cualquier tecnolog¨ªa suficientemente avanzada es indistinguible de la magia¡±. Lo acu?¨® Arthur C. Clarke, uno de los mayores gur¨²s y genios del siglo XX en el ¨¢mbito de la Ciencia Ficci¨®n y autor entre otras de 2001, Una Odisea del Espacio. Y es que como muchos cient¨ªficos siempre rese?an, lo que hoy llamamos ciencia ficci¨®n no es m¨¢s que la ciencia que a¨²n no ha sido probada. ?Qui¨¦n nos iba a decir en los a?os 80 que tres d¨¦cadas despu¨¦s tendr¨ªamos dispositivos globales de comunicaci¨®n en el bolsillo, coches aut¨®nomos, videojuegos gr¨¢ficamente hiperrealistas, realidad virtual y aumentada, tablets? Lo que era ciencia ficci¨®n hace 20 y 30 a?os, hoy es realidad pura y dura.
Robots hechos con piel y carne humana
Hace 33 a?os, un joven cineasta quiso ir m¨¢s all¨¢ del concepto de los androides sint¨¦ticos y los Replicantes que Ridley Scott imagin¨® para Alien y Blade Runner, y concibi¨® otro icono en la historia del cine como es el Terminator, una pesadilla de carne y metal definida como ¡°tejido vivo sobre endoesqueleto de metal¡±. O sea, un androide de metal y cables recubierto por una capa de piel, fluidos y tejidos para parecerse a los seres humanos. Pura sci-fi de la mano de James Cameron hace tres d¨¦cadas, hoy una realidad avalada por la comunidad cient¨ªfica.
Pero antes que empecemos a pensar en Skynet y a buscar a John Connor, hay que decir que se trata de un avance en el campo de la Medicina. Y es que dos investigadores biom¨¦dicos de la Universidad de Oxford, Pierre-Alexis Mouthuy y Andrew Carr, han escrito en el prestigioso Science Robotics que los robots creados con tejido humano real son el futuro y la herramienta exacta que necesitamos para crear tendones y m¨²sculos v¨¢lidos para ser trasplantados a personas que los necesiten.
El futuro de la Medicina
La ingenier¨ªa tisular actual depende de bioreactores que hacen crecer largas capas de c¨¦lulas dentro de lo que parecen enormes tanques con una mezcla de nutrientes y productos qu¨ªmicos. Pero el problema es que esos bioreactores ¡°son incapaces de imitar el entorno mec¨¢nico real para las c¨¦lulas¡°, ya que las c¨¦lulas humanas en los m¨²sculos y tendones crecen y se desarrollan a medida que se mueven sobre nuestros esqueletos. Ese estr¨¦s natural es necesario, y algo que los bioreactores no pueden lograr. Aqui es donde entran los robots, ya que estos dos investigadores proponen un ¡°sistema bioreactor humanoide¡± con una estructura, dimensiones y mec¨¢nicas similares a las que tiene un cuerpo humano.
Haciendo que el robot interact¨²e con el entorno en un medio controlado, se conseguir¨ªa que esos tejidos y m¨²sculos tuvieran el estr¨¦s natural del movimiento, logrando unos trasplantes de mayor calidad en forma de un tejido sano y saludable, tal y como si se lo hubieran quitado a un ser humano para transplantarlo a otro. Solo que el donante en realidad es un robot que ha estado prob¨¢ndolo antes. Y aqu¨ª entra en juego otro elemento: crear robots con apariencia y capacidad de movimiento humanos para colocarles esos tejidos.
?Veremos alg¨²n d¨ªa a esos creadores de tejidos vivos? De momento los investigadores se?alan que la tecnolog¨ªa ya existe y s¨®lo hay que construirla. Y nos quedamos con el experto en rob¨®tico del prestigioso MIT, Rodney Brooks, y la frase que acu?¨® hace muchos a?os que cada vez tiene m¨¢s sentido:
¡°Los humanos no ser¨¢n reemplazados por robots. Nos convertiremos en ellos¡±.