Zion y una cl¨¢usula peligrosa
La extensi¨®n de contrato que firm¨® el ala-p¨ªvot con los Pelicans da margen a la franquicia para replantearse el futuro con su estrella.
?Y Zion Williamson? Lesionado. Esa es la situaci¨®n ahora, concretamente desde el 8 de noviembre, pero esa habr¨ªa sido tambi¨¦n la respuesta m¨¢s segura para acertar con el estatus del ala-p¨ªvot de los Pelicans en cualquier momento de una carrera en la NBA que va ya por su sexta temporada. M¨¢s o menos la mitad de los partidos se los ha perdido, y solo ha tenido un impacto real, importante, en las dos ¨²nicas temporadas (2020-2021, la segunda, y la pasada, 2024-25) en las que ha podido jugar m¨¢s de 60 partidos (61 y 70).
Incluso la pasada, en la que lleg¨® a 70 y dej¨® sus mejores cifras en rebotes (8), asistencias (5,3) y tapones (1,2) para acompa?ar a 22,7 puntos, acab¨® con sabor agridulce. En la NBA Cup pas¨® por el trago de la aplastante derrota contra los Lakers en Las Vegas, un asfaltado sin excusas que puso en cuesti¨®n c¨®mo de preparados para ganar estaban los Pelicans; Y, despu¨¦s, otra derrota crucial y dolorosa, en el play in y otra vez contra los Lakers. Zion se lesion¨® cuando su equipo intentaba una remontada ¨¦pica y se perdi¨® despu¨¦s el partido contra los Kings y toda la primera ronda de playoffs, a la que se lleg¨® tras ganar la segunda repesca y que condujo, desde el octavo puesto, a un duelo sin historia (4-0) contra la crujiente defensa de los Thunder. En las cinco temporadas completas que lleva Zion en la NBA, los Pelicans solo han jugado dos veces playoffs, han perdido en ambos casos a la primera (2-8 total)¡ y Zion no hay jugado ninguno de los diez partidos. Todav¨ªa no ha pisado una pista en las eliminatorias por el t¨ªtulo de la NBA.
La ¨²ltima lesi¨®n ha sido una de esas de gemelo, musculares, muy peligrosas. Traicioneras, especialmente para un jugador cuya moneda, para estas cosas, solo tiene cruces. Lo que puede salir mal, sale peor. Sus recuperaciones se alargan, muchas veces entre horribles naufragios de su equipo a la hora de dar explicaciones, y el mismo ciclo siempre vuelve a empezar: coger ritmo, poner en buen tono un f¨ªsico que tiende al sobrepeso y que Zion tampoco suele cuidar con especial esmero, ver en qu¨¦ punto est¨¢n realmente las cosas, intentar tener una muestra real (con suficientes minutos) de qu¨¦ funciona y qu¨¦ no a su lado en la rotaci¨®n¡ En alg¨²n punto de ese proceso, normalmente, suele llegar otra lesi¨®n. Y vuelta a empezar.
Por ahora, Zion solo lleva seis partidos jugados esta temporada, y se habl¨® de unos plazos de regreso de m¨¢s de un mes que ya sae est¨¢n alargando m¨¢s. Shams Charania (ESPN) asegur¨® que Williamson no est¨¢ ¡°ni remotamente cerca¡± de plantearse el regreso a las pistas en un curso que, para los Pelicans ya est¨¢ pr¨¢cticamente perdido en un Oeste en el que se han descolgado, primero por una plaga b¨ªblica de lesiones que parti¨® en dos la rotaci¨®n y que dej¨® al equipo sin referentes m¨¢s all¨¢ de Brandon Ingram, ir¨®nicamente el que pasa por all¨ª porque nadie hizo una buena oferta por ¨¦l en verano. Un jugador al que nadie puede imaginar en la plantilla m¨¢s all¨¢ de este verano.. .si es que nadie llama, tampoco, antes del cierre de mercado invernal. Despu¨¦s, hasta Ingram ha ca¨ªdo, tambi¨¦n para largo. Y los Pelicans est¨¢n 5-22 despu¨¦s de empezar 3-3. De los ¨²ltimos 21 partidos han perdido 19, y ¨²ltimamente tampoco dan una, sin Zion ni Ingram pero ya con CJ McCollum, Trey Murphy, Herb Jones o ese Dejounte Murray que fue su gran apuesta del verano pero que por ahora es poco m¨¢s que una m¨¢quina de apilar p¨¦rdidas.
Siempre las mismas luces y sombras
Zion ha sido dos veces all star. Desde luego, cuando juega con continuidad se nota. Es demoledor en cierto tipo de acciones de ataque y hace notablemente m¨¢s peligrosos, y m¨¢s ganadores, a los Pelicans. Dicho eso, su cuerpo nunca parece estar en disposici¨®n de no acabar fallando, su cabeza ha dado suficientes motivos para la preocupaci¨®n (al menos, en lo que se refiere a su preparaci¨®n y a su relaci¨®n con su franquicia) y su juego todav¨ªa no es el de una estrella completa, integral y definitiva. No digamos el del jugador generacional que en teor¨ªa se llevaban los Pelicans con el aclamado pick 1 de 2019 para poner en marcha la reconstrucci¨®n post Anthony Davis. En defensa, es limitado, despistado y apenas capaz de imponerse, especialmente cuando juega cerca del aro, de p¨ªvot. Y, por ahora, la mejor versi¨®n en ataque de los Pelicans llega precisamente con ¨¦l de p¨ªvot. Su tiro de tres no asusta a nadie y tiene serios problemas de qu¨ªmica con seg¨²n qu¨¦ compa?eros dentro de esa rotaci¨®n que el entrenador Willie Green acaba convirtiendo muchas veces en un galimat¨ªas.
Zion parece mejor si ataca el aro de cara, con la bola y rodeado de tiradores abiertos. Pero a los Pelicans les ha costado mucho encontrar esas combinaciones, y apostar por ellas de verdad, y siguen sin saber muy bien si lo que se gana con eso se pierde por los problemas en defensa, en el rebote, en la ocupaci¨®n de espacios en ataque¡ Cuando una respuesta parece a punto de materializarse, llega una nueva lesi¨®n. Los Pelicans no saben demasiado de s¨ª mismos en el a?o seis de Zion Williamson. No han puesto nunca en orden los muchos mimbres interesantes que han tenido y han ido viendo como otros les pasaban por delante. Primero, Anthony Davis (el odiado) fue campe¨®n con los Lakers nada m¨¢s irse de NOLA. Despu¨¦s, la reconstrucci¨®n se ha ido alargando hasta ser superada por otras reconstrucciones y caer en el peor peligro que tienen estos procesos, el riesgo de tener que derribar algo que ni siquiera se ha llegado a construir.
Por culpa de las lesiones, tampoco sabemos c¨®mo habr¨ªa sido el inicio de temporada, en condiciones normales, de estos Pelicans en los que Green casi siempre tiene la coartada de las ausencias y en los que todav¨ªa no se ha visto en acci¨®n, todos juntos, al nuevo n¨²cleo duro con el fichado Dejounte Murray (un fit a priori poco halag¨¹e?o) y esos verdaderos valores que por fin tienen que suplantar a las estad¨ªsticas huecas de Ingram: Herb Jones, Trey Murphy¡ La nueva rotaci¨®n, ya sin Jonas Valanciunas, deja poco lugar a la imaginaci¨®n: con alternativas pasadas (Daniel Theis) o cortas de experiencia (el por ahora brillante rookie Yves Missi), Zion apuntaba a p¨ªvot muy p¨ªvot, con todo lo bueno que eso implica pero sin mucho plan B. Y con riesgos: la defensa del aro, la exigencia f¨ªsica y, por lo tanto, el mayor riesgo de lesiones¡
En esas, lleg¨® la ¨²ltima lesi¨®n de Zion (en medio de una plaga de ausencias y problemas f¨ªsicos) y los Pelicans se pararon mientras el resto del Oeste avanza. Para cuando vayan a poder (si es que pueden en alg¨²n momento) arrancar de verdad en Luisiana, ya ser¨¢ tarde. As¨ª que, otra vez, toca dar vueltas alrededor de Zion y de, finalmente el asunto sobre el que gira todo lo dem¨¢s, c¨®mo de l¨ªder puede ser, quiere ser y le deja su cuerpo ser. Porque, otra vez, sobrevuela el fantasma de una separaci¨®n que ya ha estado cerca. Hay que recordar: los rumores de que ambas partes no se hablaban, las ausencias de Zion y sus viejos a Oreg¨®n, cerca de la sede de Nike, los recados de David Griffin, el vicepresidente, y la franquicia a trav¨¦s de la prensa local... Y las dudas antes de firmar, porque lo contrario habr¨ªa sido un cataclismo para las dos partes, aquella extensi¨®n por cinco a?os y 197 millones que se firm¨® en 2022 y entr¨® en vigor en 2023. Y que, como no entr¨® en los quintetos All NBA, no pudo ser un s¨²per m¨¢ximo de hasta 231 millones.
Ahora, adem¨¢s, se ha producido un cambio importante, uno de esos que pueden ser algo m¨¢s que anecd¨®ticos. Seg¨²n Marc Stein y Jake Fischer, dos periodistas generalmente fiables en sus informaciones, los Pelicans est¨¢n abiertos a traspasar a todo el mundo con la excepci¨®n de Herb Jones, Yves Missi, y Trey Murphy III. Es decir, por primera vez Zion no est¨¢ entre los intocables en estas informaciones obviamente filtradas. Eso ya es un cambio importante. Tampoco est¨¢ obviamente Ingram, que se ir¨¢ en verano a cambio de nada si no se apa?a nada antes. Y no est¨¢n CJ McCollum y el reci¨¦n llegado Dejounte Murray, una pareja exterior que est¨¢ resultando muy decepcionante desde que comparte pista, una vez que ambos superaron sus respectivas lesiones.
Podr¨ªa no ser ciencia-ficci¨®n tampoco un escenario en el que los Pelicans optaran por desprenderse de Zion el pr¨®ximo verano sin ninguna carga para sus cuentas econ¨®micas. El resultado de un complejo entramado de cl¨¢usulas con el que la franquicia se cubri¨® las espaldas a la hora de pagar a un jugador tan fr¨¢gil en lo f¨ªsico y (por lo que parec¨ªa) tan voluble en sus inquietudes. Lo que se firm¨®, sumado a que se qued¨® en 29 partidos en la temporada 2022-23, no garantizaba los tres ¨²ltimos a?os (el actual es el segundo de la extensi¨®n y el ¨²ltimo asegurado de entrada) del contrato salvo que se cumplieran unas condiciones que Zion, eso s¨ª, todav¨ªa puede amarrar.
Ser¨¢ as¨ª a?o a a?o. Ahora, en esta temporada (36,7 millones), puede asegurarse el sueldo de la pr¨®xima (39,4) as¨ª: un 20% si pasa con ¨¦xito seis controles de peso; un 40% si llega a 41 partidos, la mitad de curso; otro 20% si llega a 51 y el ¨²ltimos 20 si supera los 61, que ya ser¨¢ dif¨ªcil. Tambi¨¦n hay un l¨ªmite temporal: si los Pelicans rompen la baraja con Zion, tendr¨ªan que hacerlo antes del 15 de julio o el pr¨®ximo salario quedar¨¢ garantizado de todas formas.
Solo en un escenario de absoluto cataclismo, en una crisis con tintes personales de primera magnitud medi¨¢tica, se puede imaginar a los Pelicans cortando, sin m¨¢s, a Zion. De hecho, desde la franquicia se ha rechazado esta opci¨®n y el fantasma que empieza a sonar ahora, el del traspaso, plantea un tipo de separaci¨®n totalmente distinta. Pero estas condiciones les dan cierto margen, algo de poder en un dif¨ªcil equilibrio y margen para negociar, si quieren, esos posibles traspasos, una opci¨®n que varias veces se ha sugerido que ser¨¢, tarde o temprano, la que preferir¨¢ el jugador, al que siempre se ha vinculado con la ciudad (y el gran mercado) de Nueva York. Y veremos si tambi¨¦n los Pelicans, porque el riesgo de agotamiento es ya muy alto para todos los implicados: seis a?os son una eternidad. Como m¨ªnimo, en el mundo de los proyectos deportivos. Y este, por ahora y con m¨¢s o menos coartada a?o tras a?o, est¨¢ siendo un sonoro fracaso. Y eso empieza por donde tendr¨ªa que haber empezado tambi¨¦n el ¨¦xito. Por la s¨²per estrella, Zion Williamson.
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