Zion se resarce de las cr¨ªticas ganando al l¨ªder

Los Pelicans han encontrado la mejor forma de quitarse de encima ese mal sabor de boca con el que acabaron el torneo copero el pasado jueves en Las Vegas. Hab¨ªan llegado a los cuatro puestos de honor y fueron eliminados por los Lakers, campeones dos d¨ªas despu¨¦s, dando un espect¨¢culo lamentable en esa semifinal. Hasta Adam Silver, el comisionado de la competici¨®n, les dio un toque de atenci¨®n. Esa derrota por 44 puntos es una mancha que han tenido a bien limpiar en su vuelta a la realidad liguera.

En NOLA los locales se deshicieron de la franquicia que lidera la NBA y lo seguir¨¢ haciendo a pesar de su derrota. Minnesota Timberwolves cay¨® 121-107. Y esa redenci¨®n colectiva tuvo un foco individual para el jugador sobre el que gira todo el proyecto. Zion Williamson, tras escuchar cr¨ªticas a su estado f¨ªsico (¡±no se ha comprometido¡±, ¡°no corre con energ¨ªa¡±, ¡°no quiere escuchar¡±) en los ¨²ltimos d¨ªas, puso su calidad al servicio de los Pelicans, lo que se le pide, y cuadr¨® una actuaci¨®n de las que quitan el hipo y callan las bocas: 36 puntos en 33 minutos con 13/17 en tiros de campo y 10/12 en tiros libres.

Los Timberwolves se dejaron una buena ventaja antes del descanso y despu¨¦s sufrieron para volver a recuperar, dejando para otro d¨ªa la estabilidad que les ha caracterizado en este inicio de campa?a. Alguna vez les tiene que pasar. No s¨®lo est¨¢n al mando de la Conferencia Oeste, su balance sigue siendo el mejor de todos. Se quedan con cinco derrotas, cuatro de ellas a domicilio, y conservar¨¢n el casillero de victorias en 17. Un tropez¨®n para reactivar los mejores resortes que tiene el equipo revelaci¨®n.

El conjunto que dirige Willie Green ha encontrado equilibrio desde que Alvarado y Murphy han vuelto a jugar. M¨¢s poder¨ªo en los dos lados de la cancha, porque son jugadores que tienen funciones brillantes en ataque y defensa, y m¨¢s oportunidades para que los dem¨¢s brillen. Sin embargo todo se revoluciona al mil por cien si el que da un paso adelante es Zion Williamson porque ¨¦l s¨ª que es imparable.

En ese partido de los Lakers, el antes mencionado, al potente p¨ªvot le flotaban para que tirara de lejos o se acercara al aro. ?l respondi¨® con fallos. Cuando tiene el toque, el que se ponga por delante es hombre muerto. En este caso estaban ah¨ª las dos torres de los Wolves, una pareja interior temible con Gobert y Towns para parar ese tren, y contra ellos logr¨® la m¨¢xima anotaci¨®n individual de la campa?a.

Durante el segundo cuarto, con combinaciones con sentido para tener las posiciones m¨¢s ventajosas, los Pels fueron haciendo camino. El colof¨®n lleg¨® al sonar la bocina que les mandaba al descanso: triple desde cerca de medio campo de Brandon Ingram (20). Y al volver la primera jugada fue un Zion contra las dos piezas grandes del ajedrez, entre los dos se col¨® y meti¨® un 2+1 con rectificado que alegr¨® los ojos de cualquiera. La diferencia se estableci¨® en la decena e incluso subi¨® a 15 a mitad del tercer periodo. Y lleg¨® el contragolpeo y qu¨¦ mejor que rematar un parcial a favor que con un triple a¨²n m¨¢s lejano, en este caso de McLaughlin, para dar paso al ¨²ltimo y definitivo acto. Se sumaba m¨¢s de tres en tres que de dos en dos y el que finiquit¨® la cita, con el tercero de sus triples en ese cuarto final, fue McCollum (23).

Es un paso hacia el liderazgo que Williamson debe ejercer en estos Pelicans. Compartiendo con los dem¨¢s, y junto a un Valanciunas que ante los Wolves hizo bien de dique de contenci¨®n, pero siendo la punta de lanza. ?nicamente as¨ª se entender¨¢ el triunfo del equipo con su presencia en el mismo, la misma que lleva esper¨¢ndose desde que hace cuatro a?os aterrizara en la Liga como todo un mes¨ªas.