Ya est¨¢n aqu¨ª los Lakers: modo ¡®playoffs¡¯ activado y primer golpe

Era el momento de mandar un mensaje. Los Grizzlies, uno de los conjuntos m¨¢s vivarachos de la NBA, necesitan un golpe seco para ver sus pies parados. A eso fueron los Lakers a este primer enfrentamiento, del que siempre se dice que hay que valorar en su justa medida el resultado y no sobrerreaccionar a lo que se puede considerar una sorpresa. Pero es que en esta eliminatoria -cr¨¦anselo, aficionados de los angelinos- la distancia est¨¢ mucho m¨¢s cerca que lo que ha dictado la clasificaci¨®n. El segundo recibi¨® al s¨¦ptimo de la Conferencia Oeste para el duelo inicial de esta primera ronda de los playoffs y el factor favorable que se supone que da el FedEx Forum qued¨® en nada ante la insistencia de unos Lakers ba?ados, m¨¢s que en oro, en compa?erismo, colectividad y buen¨ªsimsa tomas de decisiones.

Porque el protagonismo no tiene que pasar siempre por los mismos. Este conjunto ha disparado sus posibilidades despu¨¦s de los traspasos que realizaron en febrero. Y es uno, otro o todos. Este domingo toc¨® ver la mejor versi¨®n de Rui Hachimura, autor de 29 puntos con 11/14 en tiros de campo, y un cierre propio de estrella de Austin Reaves, con 14 de sus 23 tantos en el ¨²ltimo cuarto y nueve en los 1:58 minutos que decantaron el resultado. Una versi¨®n recatada aunque acertada de Anthony Davis (22+12+7) y LeBron James (21+11+5) vali¨® con el aporte de los secundarios. Lo que pasa en una plantilla que quiere aspirar a algo serio.

Con esto les fue much¨ªsimo m¨¢s f¨¢cil. Los Grizzlies se presentaron con las ausencias de Steven Adams y Brandon Clarke no s¨®lo hoy sino en lo que resta de playoffs, hasta donde lleguen, un peaje importante a pagar en un juego interior en el que los Lakers ya les han demostrado que un inconmensurable Jaren Jackson puede no ser suficiente. El agujero es grande y se han de amorrar al caudal que les proporcionen los Morant o Bane de turno en la l¨ªnea exterior. Puede ser decisivo a la larga, no necesariamente en esta eliminatoria, porque las piernas pesan. Precisamente no le vali¨® de nada a los de Tennessee tener toda la semana para preparar esta nueva fase de la NBA, algo en lo que no hab¨ªa podido reparar su rival hasta que pas¨® el tr¨¢mite de los Timberwolves el martes por la noche.

Jugando al pasado, como pasa tantas veces cuando se evocan los Lakers de otra ¨¦poca, podr¨ªamos irnos a Barcelona 1992. Esto fue como si el arco que encendi¨® el pebetero de aquellos Juegos no lo hubiera manejado s¨®lo Antonio Rebollo, porque en este caso fueron Hachimura y Reaves a rico t¨¢ndem, y un actor secundario hubiera puesto su imagen a la altura de otros protagonistas m¨¢s hechos a ella como Scherbo, Cacho o los miembros del Dream Team. A ese nivel de confianza han llegado en Los ?ngeles. Sali¨® casi todo bien. Ese 43,2% en la l¨ªnea de triples, ese +11 en rebotes, ¨¦sos y algunos otros n¨²meros, pudieron decantar la equilibrada balanza que va a ser esta eliminatoria.

El espa?ol Santi Aldama vivi¨® su debut en la fase de eliminatorias de la liga norteamericana. Y llegaba como duda despu¨¦s de perderse los dos ¨²ltimos partidos de la regular season. Una lesi¨®n en el codo producida doce d¨ªas atr¨¢s le hizo jugar con un manguito, pero respondi¨® bien a este reto ¨²nico en su carrera. Ocho puntos, con dos triples esquinados, seis rebotes, dos asistencias y digna pelea en los balones divididos.

Altos vuelos en Memphis con los Lakers acabando por encima. Y eso que se enfrentaron a un Jaren Jackson con manos como tent¨¢culos tienen los pulpos y a un Ja Morant con ganas de que de ¨¦l s¨®lo se vuelva a hablar de baloncesto. Ellos dieron el primer impulso a los Grizzlies frente a un equipo que no s¨®lo llevaba el ritmo sino que lo aumentaba progresivamente. Un 4-13 de parcial abri¨® la primera brecha. La cerraron Bane y Jones, la entrada de esa rotaci¨®n que se presum¨ªa v¨¢lida en el cuadro local y termin¨® no siendo as¨ª. Aldama entraba y ve¨ªa pasar a su lado a un LeBron con ganas de mascarar el aro para darle la bienvenida.

Hachimura abri¨® en el segundo cuarto el cuaderno de su mejor partido con los Lakers (y la mejor anotaci¨®n de un suplente de los Lakers en toda la historia empatando con un registro de Mychal Thompson). La estrategia de Memphis parec¨ªa fallar tambi¨¦n viendo c¨®mo se cargaba de faltas, tres llegando a esos minutos, Brooks, el defensor principal de James.

La tortilla se dar¨ªa la vuelta varias veces. Pero antes del descanso lo hizo de forma rese?able. Un 9-2 de parcial coloc¨® de nuevo a los Grizzlies a un suspiro del contrincante. Se pondr¨ªa por delante r¨¢pidamente al cuadrarse dos acontecimientos: que Morant empezaba a sentirse dominador a campo abierto, una de sus especialidades, y que Davis se hizo da?o en el brazo derecho. La moral de las tropas baj¨® con el en¨¦simo problema f¨ªsico del p¨ªvot, que result¨® ser una falsa alarma, y tras el 16-9 con el que se cerr¨® el segundo acto.

Davis no estaba en perfecto estado, pero baj¨® al barro de nuevo e inspir¨® a los Lakers (tambi¨¦n con sus siete tapones y tres robos, algo no visto en la Liga en siete a?os y m¨¢s propio de Draymond Green). La defensa de Ham, la que tantas veces pide, sali¨® a relucir a partir de ah¨ª, aunque lo que brilla m¨¢s siempre es el ataque, que tambi¨¦n hubo en Memphis.

Mediado el tercer empez¨® la locura de verdad. Un aut¨¦ntico bombardeo de triples entre los dos equipos en el que los Lakers sacaron la mayor tajada. Ellos metieron siete en ese periodo, cuatro de ellos de su ala japonesa, y cogieron 4-5-6 puntos de ventaja que se convirtieron en tendencia. Los de blanco, por ser domingo, trituraron a partir de ah¨ª a los de negro, que s¨®lo reduc¨ªan el plan a Jackson porque Bane y Brooks dejaron de hacer da?o. Y ya pod¨ªa Jaren meterlas de todos los colores. Como en el segundo cuarto pero a la inversa, dos historias confluyeron: Reaves asumi¨® todo el control en la mayor¨ªa de ataques del cuarto decisivo, algo que LeBron atribuy¨® despu¨¦s a Vogel por ¡°echarle a la hoguera para que aprendiera sobre la marcha¡±; Morant, en una entrada a canasta en la que Davis realiz¨® otra superacci¨®n defensiva, se dobl¨® la mano derecha y su estatus ¡°en riesgo¡± para el segundo partido en lo que dijo que ¡°es una cosa tras otra¡± para ellos. Entre lo dicho y que Memphis, entregada a Jackson (31) por ser el ¨²nico, no fue capaz de anotar en los ¨²ltimos 3:11, se resolvi¨® el partido con Austin Reaves, el hillbilly de Arkansas al que comparaban con Kobe los que vieron su talento antes que los dem¨¢s, siendo superior al resto. Los angelinos, que se llevan el factor-cancha, tuvieron a cuatro jugadores en 20 o m¨¢s puntos, algo que no ocurr¨ªa desde la ¨¦poca del showtime (1988) en la franquicia del glamur en la NBA.