Wembanyama, como los grandes

La penetraci¨®n de Jerami Grant pon¨ªa todo empate a 116 con 6 segundos para el final. El tiempo muerto de Chauncey Billups dio sus frutos y ahora era el turno de los Spurs, que ten¨ªan que resolver una situaci¨®n ignominiosa, que se les hab¨ªa complicado demasiado tras llegar a ir 13 puntos arriba en la primera mitad. Y lo hicieron: Victor Wembanyama ocup¨® la cabeza de la bombilla, dentro de la l¨ªnea de tres, con cuatro jugadores abiertos alrededor para que tuviera espacio de jugarse el uno contra uno, precisamente ante Grant, un par m¨¢s bajo que su rival (en realidad, todo el mundo lo es), pero tambi¨¦n un buen defensor, fuerte en su tren inferior y muy dif¨ªcil de mover cuando est¨¢ de espaldas a la canasta. El ala-p¨ªvot aguant¨® bien la primera y la segunda embestida, pero salt¨® cuando su hom¨®logo fint¨® y cay¨® sobre ¨¦l. Ser¨ªan dos tiros libres a poco m¨¢s de 2 segundos para la conclusi¨®n que el gigante, el nuevo unicornio, tendr¨ªa que anotar para resolver un partido m¨¢s de regular season como los grandes. Y, como dicen los c¨¢nones, no err¨®: es as¨ª como se empiezan a fraguar determinadas leyendas, con finales de locura en choques que muchos consideran intrascendentes, pero que el d¨ªa de ma?ana ser¨¢n recordados. Al fin y al cabo, a Wembanyama no le tembl¨® el pulso en el momento de la verdad y puso el 116-118 definitivo. Y eso es algo a tener en cuenta en una NBA que se fija mucho (a veces demasiado) en cosas que sirven para resolver debates en el futuro.

El partido, eso s¨ª, fue malo: entre un equipo que se pone 13-12 y empata con los Lakers en el d¨¦cimo puesto de la Conferencia Oeste y otro que est¨¢ m¨¢s abajo todav¨ªa. El paso adelante de los Spurs es claro, luchando por el play in ya veremos hasta cu¨¢ndo y sin Gregg Popovich, que por problemas de salud y casi 76 a?os se encuentra convaleciente y ya veremos si le volvemos a ver en una pista de baloncesto. Pero esos partidos malos tambi¨¦n hay que jugarlos y los texanos conquistaron Oreg¨®n con muchos contrastes: en una primera parte en la que dominaron sin sentenciar, sabiendo lo que hac¨ªan en todo momento, con un control somero de la situaci¨®n y solidez en ambos lados de la pista. Y un tercer cuarto en el que todo explot¨®: 46-28 de parcial, exhibici¨®n de los Blazers y hundimiento de unos visitantes a los que les cayeron por todos los lados y que llegaron a ir hasta 17 puntos abajo. Los locales anotaron 19 tiros de campo en 24 intentos y un 8 de 10 en triples, algunos de ellos bien defendidos, pero la mayor¨ªa no tanto. Tambi¨¦n repartieron 13 asistencias y perdieron 2 balones en ese periodo. Y el papel de los Spurs fue lamentable, cometiendo una sola personal en todo ese tiempo en el que los jugadores de Portland no visitaron ni una sola vez la l¨ªnea de personal.

Por eso la reacci¨®n fue necesaria y el parcial de 28-38 en los 12 minutos finales, tambi¨¦n. Del 105-88 se pas¨® al 109-109, un 21-4 de parcial que se ampli¨® despu¨¦s al 109-112. El partido amenaz¨® con irse varias veces a la pr¨®rroga: empate a 112, a 114 y a 116. Antes de que resolviera Wembanyama. Eso s¨ª, Deni Avdija todav¨ªa tuvo tiempo de dar el susto definitivo, uno que finalmente no lleg¨® cuando, con los Blazers sin tiempos muertos, intent¨® un triple desde el centro del campo que hubiera sentenciado. Cogiendo mucho impulso y saltando hacia delante con una pierna en lugar de driblar una vez m¨¢s, para lo que ten¨ªa tiempo. El bal¨®n dio al aro, por el lateral. Y los Spurs suspiraron aliviados tras conseguir emerger en un partido que tuvo de todo, tambi¨¦n actuaciones destacadas de los locales: Grant se fue a 32 puntos, con 12 de 19 en tiros de campo y 8 de 10 en triples, una cifra extraordinaria. Afernee Simons lleg¨® a los 30, con 7 asistencias e impoluto (11 de 11) desde la l¨ªnea de personal. Shaedon Sharpe se qued¨® en 11, mientras que Avdija sum¨® 19 desde el banquillo y a punto estuvo de ser el h¨¦roe, de dar una vuelta m¨¢s a un partido que tuvo muchas vueltas, mucho toma y daca, muchas opciones y una victoria que supo a gloria. Especialmente porque lleg¨® para un equipo que estuvo en la lona y se consigui¨® levantar, emerger, resucitar. Y, finalmente, culminar la remontada, la parte m¨¢s dif¨ªcil de esas noches que parecen ser m¨¢gicas pero pocas veces lo acaban siendo. Esta vez s¨ª.

Wembanyama, c¨®mo no, fue el mejor de su equipo. El p¨ªvot se fue a 28 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y 2 tapones, con un 8 de 19 en tiros de campo, 2 de 6 en triples y sin fallo (lo m¨¢s importante, dado que ah¨ª se fragu¨® la victoria) desde la personal, donde consigui¨® un perfecto 10 de 10. Harrison Barnes logr¨® 10 tantos, Jeremy Sochan y su verde pelo se fueron a 15 y Devin Vassell a 23 desde el banquillo. Chris Paul, por su parte, mostr¨® su peor cara y fue expulsado al final del primer cuarto tras protestar airadamente, lo que le vali¨® hasta dos t¨¦cnicas en tan solo unos instantes. El base, que llevaba 5 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias, no lleg¨® a los 11 minutos en pista. Algo anecd¨®tico si tenemos en cuenta que los Spurs consiguen su segunda victoria consecutiva tras dejar atr¨¢s a los Pelicans y escapan de una peque?a racha negativa de tres derrotas. El cielo es el l¨ªmite para un proyecto que se juega ahora un puesto en el play in con rivales a los que ya puede (por fin) mirar a la cara y que navega a su primer r¨¦cord positivo desde 2019, algo a tener en cuenta si somos conscientes de que, como entidad, vienen de la peor crisis de su historia. Todo ha cambiado con ese genio franc¨¦s, un jugador generacional, un unicornio que viene a transformar la NBA y a convertir a los Spurs en los nuevos referentes del universo. Ya veremos si lo consigue, pero de momento va bien. Resolviendo partidos como los grandes. Desde la personal y sin que le tiemble el pulso. Casi nada.

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