Una noche para la eternidad
En una emocionante ceremonia, los Lakers retiran el n迆mero 16 de Pau Gasol, que queda junto al 8 y el 24 de Kobe. Nadie m芍s lo llevar芍 en la hist車rica franquicia angelina.
Pau Gasol llor車. Lo que en la rueda de prensa previa hab赤a sido una sonrisa como de ni?o nervioso, un brillo en los ojos de nudo en el est車mago y cabeza en mil sitios, de recuerdos y promesas, se convirti車 en una emoci車n desbocada en el descanso, 7 de marzo de 2023, del partido entre Los Angeles Lakers, el equipo con el que gan車 dos anillos de campe車n, y Memphis Grizzlies, el que le dio su primera oportunidad en la NBA. Pau Gasol, un enorme coraz車n en un cuerpo inacabable, un tipo fascinante y un maravilloso jugador de baloncesto, mir車 al cielo con una mezcla de anhelo y fascinaci車n. Y con un punto de incredulidad. Porque sencillamente hay cosas que, supongo, nunca crees que te acabar芍n pasando a ti.
E imagino que una de ellas es que Los Angeles Lakers retiren tu camiseta. Que nadie m芍s lleve tu n迆mero en una franquicia que est芍 en los huesos del deporte mundial, que ha ganado 17 veces la NBA y ha llenado paredes de habitaciones de todo el mundo; ha estampado camisetas, mochilas, gorras, s芍banas. Todo: Los Angeles Lakers son m芍s que un equipo. Los Angeles Lakers son historia del baloncesto. Los Angeles Lakers tienen retiradas las camisetas de una colecci車n de superh谷roes imposibles, tipos a los que ve赤amos en televisi車n sin creernos del todo que eran de verdad, que despu谷s de los partidos se duchaban y se iban en coche a su casa, como el resto de los mortales.
Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain, Jerry West, Shaquille O*Neal, James Worthy, Kobe Bryant# y desde ahora Pau Gasol. Su n迆mero 16 ya est芍 en el techo del Crypto.com Arena, el viejo Staples. Con, c車mo no, el 24 y el 8 de Kobe a su lado y el 42 de James Worthy encima. Nadie m芍s lo llevar芍. El 7 de marzo de 2023 es un d赤a hist車rico para el deporte espa?ol, algo que hace a?os nos habr赤a parecido ciencia-ficci車n, una subtrama de la Guerra de las Galaxias, uno de esos guiones imposibles de Hollywood. El 16 es tuyo, Pau Gasol, para siempre.
Un jugador espa?ol, uno de los mejores ala-p赤vots de siempre y un talento espl谷ndido que se pas車 dos d谷cadas derribando barreras, est芍 en la leyenda de la franquicia que crea leyendas. Y est芍 en la cultura de Los ?ngeles. Una ciudad que es una extra?a compa?era que se te mete dentro, se queda contigo cuando te alejas. Que te habla, susurrando o con gritos multicolor, cada vez que pones el pie en sus calles. Asomada al Pac赤fico, profundamente idiosincr芍tica, con engranajes sociales que tienen m芍s que ver con el car芍cter que con la geograf赤a. Es una ciudad hecha de ciudades, un mapa mental. Una cultura que sale de la mezcla de todas la que uno se pueda imaginar, hervidero de razas y tradiciones que se desparraman con esa vibrante energ赤a de lo profundamente mestizo. Es, de las playas a las colinas, el surco de estrellas que se proyectan desde Hollywood; Pero sobre todo es un lugar, con el pie en la tierra, de trabajo duro y coraz車n recio. Uno que quiere a los suyos y que abraza al que desea estar all赤. B芍sicamente, si quieres ser de Los ?ngeles, eres de Los ?ngeles.
Tambi谷n si eres un tipo de 2,16 que naci車 a casi 10.000 kil車metros, en Sant Boi, y que empez車 a estudiar medicina hasta que el baloncesto dijo aqu赤 estoy yo. En la L.A. que no son (solo) los Lakers, hay un rastro claro de cu芍nto signific車 Pau Gasol. La representatividad para la comunidad latina, las horas de trabajo con el Children*s Hospital Los Angeles, el aura de estrella diferente. O de tipo normal con estrella. El inmigrante, el que es de all赤 por vocaci車n y no por lugar de nacimiento, el que se abre paso. Pau Gasol llevaba mucho de la ciudad en su historia, as赤 que lo suyo no fue una adaptaci車n: fue un abrazo.
En la cima de una monta?a gigantesca
Todo eso, c車mo no, tambi谷n forma parte del legado al que ayer sacaron brillo los Lakers. Lo que no se percibe tan a primera vista, sobre todo desde nuestro lado del Atl芍ntico. El resto, lo de la pista, lo tiene todo el mundo en la cabeza: uno de los mejores jugadores europeos de la historia, uno de los estandartes de la globalizaci車n de la NBA. Un adelantado a su tiempo, si se quiere y si se analiza el estilo de juego actual, porque era un gigante que botaba, pasaba, creaba y tiraba desde casi cualquier parte. Un pellizco de claqu谷 en las zonas y m芍s m迆sculo del que se le quiso reconocer. Al menos hasta que se elev車 sobre rivales como Dwight Howard y, sobre todo, Kevin Garnett, y se meti車 en la historia de los Lakers con dos anillos en tres finales seguidas. Hasta que escal車 todas las monta?as y se convirti車 en guerrero sin dejar de ser poeta. Era, precisamente por eso, 迆nico.
Y Kobe, claro. Pau facilit車 su etapa como l赤der templado, accion車 los mandos de lo que acab車 siendo un jugador todav赤a m芍s total, un ganador m芍s rotundo (m芍s saludable). Estabiliz車 a unos Lakers en permanente zozobra e hizo feliz a una megaestrella que, gracias a su llegada, dej車 de querer irse y cumpli車, con un halo de redenci車n, lo que durante casi un lustro hab赤a sido una misi車n suicida: ganar sin Shaquille O*Neal, cambiar su narrativa. La sangre de Kobe Bryant es la sangre de los Lakers. Y Pau fue un compa?ero perfecto, un amigo sin condiciones y un escudero armado hasta los dientes en batallas inolvidables. Y eso, en los Lakers, tiene un significado enorme, m赤stico.
Toda esta historia, todo lo que Pau Gasol ha sido en las pistas de baloncesto y fuera de ellas, danz車 alrededor de la hoguera del Crypto.com. Su noche, Celebrating Pau Gasol, sus l芍grimas. Su n迆mero 16. Con 谷l estuvieron su familia, su mujer y sus hijos, compa?eros y viejos amigos. En la Selecci車n -Calder車n, Navarro, Ra迆l L車pez#- y de p迆rpura y oro: Phil Jackson, Derek Fisher, Lamar Odom, Metta World Peace... Estuvo Jimmy Butler, que jug車 con 谷l en Chicago. Y Kareem Abdul-Jabbar, el patr車n oro de lo que significa ser un mito. La mism赤sima definici車n del t谷rmino. Y estuvo, claro, Vanessa Bryant, a la que Pau llam車 sister y que ejerci車 de madrina, de embajadora de todo lo que fue y sigue siendo Kobe, con cada menci車n un rugido que arrollaba desde la grada y encog赤a el alma. Como las ovaciones que se llev車 Pau. De las de verdad, de las que se pegan a la piel y arrancan l芍grimas. ※To the city of L.A., to the laker nation# I love you§, dijo, con el coraz車n en la garganta. Y cualquiera que estuviera all赤, o que pregunte por 谷l de punta a punta de Los ?ngeles, podr芍 jurar que el sentimiento es mutuo. Vaya que s赤.