Un Giannis monstruoso olfatea el anillo

La tradici¨®n dicta que la ventaja de campo en la Conferencia Este cobra una importancia muy particular. As¨ª lo han sabido los dos ¨²ltimos a?os Celtics y Bucks, que pisaron las Finales con el mejor r¨¦cord de su Conferencia. Y, por mucho que veamos ejemplos en los que esta tendencia se rompe (los Heat de la burbuja, los Raptors de 2019, los Cavs de 2018...) son menores desde el punto de vista hist¨®rico y nunca se han dado en las dos primeras rondas. Siempre en esas famosas finales del Este que suelen representar una batalla encarnizada, casi siempre, por el trono de la NBA. Y as¨ª puede ser este a?o, con todo abocado a que Bucks y Celtics reediten las semifinales del a?o pasado; resueltas, claro, en 7 partidos y con victoria de los verdes en el Garden. Ante su p¨²blico: otra vez, con esa ventaja de campo que puede cobrar una importancia absoluta, especialmente con dos rivales de nivel similar.

Esto lo sabe Giannis Antetokounmpo, un hombre al que le persigui¨® el sainete de no ganar y de no saber jugar en pr¨¢cticamente su adolescencia, si lo miramos desde una perspectiva baloncest¨ªstica. Y cuyas l¨¢grimas tras la consecuci¨®n del anillo en 2021 representaron el alivio y el poder mitigador de la redenci¨®n. Se acab¨® la tortura: Giannis fue campe¨®n y MVP de las Finales con 26 a?os. Anot¨® 50 puntos, atrap¨® 14 rebotes y puso 5 tapones en el sexto y definitivo duelo. Y dio por finalizado, con todo merecimiento, ese debate insulso en torno a su persona, tan motivado por las redes sociales y la capacidad de cualquiera para decir lo que piensa, algo que influye de una manera inequ¨ªvoca a la opini¨®n p¨²blica, ese lugar en el que se ganan y se pierden las batallas que deciden las guerras.

Esas Finales, los Bucks las empezaron perdiendo 2-0 y las ganaron 4-2 ante los Suns. Y anoche se vivi¨® una reedici¨®n de la batalla, con Giannis haciendo de nuevo una exhibici¨®n. El griego no es el mismo jugador que entonces, tampoco la plantilla de los Bucks: el recuerdo de la victoria les ha madurado, les ha curtido, les ha mejorado. Los de Arizona tampoco: dan la sensaci¨®n de estar envejecidos y s¨®lo Kevin Durant, lesionado, puede cambiar el rumbo y convertirles objetivamente en aspirantes. Chris Paul tiene una desconfianza enorme en esos lanzamientos que antes si met¨ªa y 37 a?os que son ya una losa: hizo 11 puntos, 4 rebotes y 8 asistencias. DeAndre Ayton se qued¨® en 16+8; y Devin Booker, que juega mejor cuando peor est¨¢ la entidad, convirti¨® 30 y fue el ¨²nico en darle un poco de emoci¨®n al tema, resuelto en el ¨²ltimo cuarto con un partical incontestable de los Bucks (20-31) que inclinaron la balanza ante un rival que, simplemente, se qued¨® sin fuerzas.

Los Bucks, por su parte, se convierten en el primer equipo de la temporada en llegar a las 50 victorias (50-19) y ponen un espacio de 2,5 partidos sobre los Celtics, toda una maravilla con menos de un mes para el final de la regular season. Giannis se fue a 36 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias, y anot¨® 8 tantos en los ¨²ltimos 12 minutos en los que el juego colaborativo de los Bucks se impuso al desgaste de los Suns. Y 21+10 de Brook Lopez, 12+6+5 (con 6 p¨¦rdidas, eso s¨ª), de Jrue Holiday11 de Bobby Portis, otros 11 del ex del conjunto de Arizona, Jae Crowder... Un poco de todos para sumar mucho. Y mucho de Giannis para sumar para todos. El griego tiene entre ceja y ceja su segundo anillo, su segundo t¨ªtulo. Sabe que pude conseguirlo, que hay una opci¨®n, que la ventaja de campo de su equipo es clave y que unas hipot¨¦ticas Finales contra cualquier rival del Oeste son m¨¢s favorables para los del Este (algo que ya parec¨ªa y no fue el a?o pasado, ojo). Giannis es un monstruo. Un animal. Una extraordinaria estrella. Y quiere aumentar su leyenda y volver a ganar un anillo. Y puede hacerlo, claro.