Towns aplaza el sue?o de Doncic

Haciendo la mayor parte de cosas de forma parecida ha habido un peque?o cambio de orden en estas finales de la Conferencia Oeste. O grande si as¨ª lo consiguen categorizar los Timberwolves. Los encuentros est¨¢n siendo muy parejos y se deciden, evitando el t¨®pico de los detalles, por acciones en las que la l¨ªnea entre fallo o acierto es incre¨ªblemente fina. De ello se pueden acordar los Mavericks, que se dejaron en su ciudad la posibilidad de cerrar este compromiso en todo lo alto y pasan a otra dimensi¨®n en la que las complicaciones crecen. Los pupilos de Jason Kidd cedieron por 100-105 en el cuarto encuentro de la serie, que viaja a Mine¨¢polis para un quinto encuentro en el que los lobos seguir¨¢n pendiendo de un hilo pero henchidos de confianza. ?sa que le ha arrebatado violentamente su contrincante en las citas anteriores, anul¨¢ndoles en base a experiencia y buen juego, y que brota de nuevo en unas cabezas que estaban como el tanteador: al l¨ªmite. Doncic y compa?¨ªa tendr¨¢n que esperar, a¨²n les queda un paso que dar.

Los Wolves se apuntan el primer triunfo del duelo con el equipo de Dallas en un ruidoso American Airlines Center al que supieron silenciar en una segunda mitad de oficio y, sobre todo, control de las emociones. Eso que tan importante es, a veces al mismo nivel que la habilidad para lanzar o regatear.

En 48 horas llegar¨¢ una nueva prueba. ?sta se la apunta Luka Doncic en el debe, como hace en algunas ocasiones en las que se siente responsable de m¨¢s; ante la prensa local asegur¨® que no hab¨ªa jugado con suficiente energ¨ªa. No pareci¨® as¨ª. Sus n¨²meros en lanzamientos no son la eficacia ejemplificada, acab¨® con un 7/21 en los de campo y err¨® uno clave en la personal en el ¨²ltimo minuto, pero sin su capacidad de direcci¨®n no hubieran llegado ni siquiera a pelear hasta el final.

Los Mavs fueron emparejados con su rival la mayor parte de la noche. Simplemente dejaron pensar a algunas de sus piezas m¨¢s importantes, como Towns o Edwards, y ellos no mantuvieron el acierto de otros d¨ªas en los momentos calientes del partido. A grandes rasgos as¨ª se explica que tengan que esperar.

Esperar para verse en las Finales. Las del t¨ªtulo. Las del Este contra el Oeste. Las que ans¨ªan. En ellas espera Boston Celtics despu¨¦s de haber barrido, ellos s¨ª, a Indiana Pacers en el otro lado del cuadro. Un descanso que no tendr¨¢n los Mavs, los que aqu¨ª mantienen la amplia ventaja obviando que han sufrido un par¨®n cuando estaban, utilizando el vocabulario del atletismo, llegando a los cuadros. El otro equipo tambi¨¦n juega. No est¨¢ de m¨¢s recordar que destroz¨® a los Suns del tr¨ªo matador y le quit¨® a los campeones Nuggets el caramelo de la boca en su propio pabell¨®n. Ahora el 3-1 campea en el global de la serie, Mavericks arriba. Este martes se vio una reacci¨®n distinta que ha movido ese tanteo de sitio: prisa en el cuadro local por remontar en los ¨²ltimos cinco minutos y frialdad en el otro conjunto, justo lo contrario a lo visto en las tres rondas anteriores. Estemos o no ante un cambio troncal, aseguramos una nueva oportunidad de disfrutar de baloncesto en Estados Unidos cuando nos encamin¨¢bamos a nueve d¨ªas sin actividad.

Minny ha crecido a lo largo de los a?os hasta alcanzar esta categor¨ªa. No iban a ser barridos en semejante escenario. Edwards destacaba como se lo hab¨ªa tomado como algo personal. Precisamente esa sangre caliente, no s¨®lo en ¨¦l sino en las torres Gobert y Towns, se hel¨® para su beneficio en los minutos en los que se jugaban la total supervivencia.

Karl-Anthony, de hecho, estuvo toda la noche en el alambre. Pero lo salv¨®. Fue eliminado al cometer seis faltas, s¨ª, pero antes protagoniz¨® el gran cambio que espole¨® a los suyos: de sus cinco puntos en la primera parte a los veinte que encest¨® en la segunda. Triples decisivos y reacci¨®n a la altura del jugadorazo que es.

Dallas les hab¨ªa hecho tanto da?o que la moral de los jugadores de la otra franquicia estaba bajando a un s¨®tano sin luz ni salida. Por ello los aficionados de los Timberwolves han vuelto a creer, porque sus chicos han revertido una situaci¨®n casi mortal tirando m¨¢s de cabeza que de coraz¨®n. La presi¨®n se empieza a equilibrar: esto no est¨¢ acabado.

Lo que en ocasiones anteriores les hab¨ªa sido favorable torn¨® en negativo para los participantes locales. Por poner alg¨²n ejemplo: Kyrie Irving llevaba un inconmensurable 14-0 en partidos que cierran series y aqu¨ª, adem¨¢s con una p¨¦rdida de bal¨®n crucial, se rompi¨® la racha; Washington no resucit¨® en el ¨²ltimo cuarto como le pas¨® al cerrar la anterior eliminatoria; Jones estuvo acelerado en el cierre despu¨¦s de haber hecho otro buen partido; Luka Doncic se va ech¨¢ndose las culpas pero con 28 puntos, 15 rebotes y 10 asistencias, llegando a amagar con otro imposible cuando emboc¨® en el aro un 3+1 a 13 segundos del final en el que el error en el adicional le frustr¨® tanto como para aumentar su responsabilidad en la derrota. Es simple: los otros fueron los que mantuvieron la calma, recapitularon al verse en problemas y contaron con el acierto necesario. Finch cambi¨® asignaciones defensivas, pasando a McDaniels con Irving y probando a Edwards con Doncic, y ofensivas, basculando m¨¢s hacia el interior las finalizaciones de jugada, con resultados -a la vista est¨¢n- m¨¢s que positivos. Se necesitaba un cambio. Ah¨ª va.

Lively no fue de la partida por el rodillazo del partido anterior y ¨¦se fue el gancho que usaron los Wolves para atacar por dentro sin guardarse ni un m¨ªnimo. Era el p¨ªvot m¨¢s en forma. Gobert y Towns sacaron ventaja de primeras. Doncic hab¨ªa acumulado ocho de los diez puntos iniciales de los Mavericks y pocos m¨¢s aciertos hab¨ªa, se quedaron clavados. El margen creci¨®, sobre todo con tres jugadas resolutivas de Edwards. Ventaja de doce, doblando en el marcador, para los visitantes.

Sacaron la cara por Doncic dos de los suplentes. Con un triple cada uno Hardy y Green contuvieron la hemorragia antes de acabar el primer acto. Otro jugador de banquillo, el veterano Exum, sum¨® otros cinco puntos despu¨¦s del cambio de cuarto y destrozo los esquemas de Minnesota por primera vez. No ser¨ªa la ¨²ltima. Entr¨® en juego la sabidur¨ªa de Doncic y compa?¨ªa. Frenaron el ritmo y comenzaron a sacar faltas de los hombres m¨¢s resolutivos del otro bando. ?sa no era nada mala.

Towns qued¨® anulado; Gobert y Edwards empezaron a verle las orejas al lobo, nunca mejor dicho siendo el logo de su franquicia. Kleber volvi¨® de lesi¨®n, aunque lejos del cien por cien. Y aparec¨ªa Jones, ese inclasificable jug¨®n, con dos triples seguidos para empatar el marcador. Les entraron los siete males a los Timberwolves: se lo iban a levantar otra vez, o eso parec¨ªa en esos instantes. Nada m¨¢s volver del descanso, al que se lleg¨® 49-49, la carta de la estrategia cambi¨® de lugar: los Mavs eran los agresivos, con balones a Gafford cerca del aro para que resolviera y probara a la capacidad de aguante de los p¨ªvots contrarios. Towns cometi¨® la cuarta personal, firm¨® dos jugadas ofensivas de mucho m¨¦rito y pidi¨® permanecer en la pista, hizo la quinta y volvi¨® al purgatorio.

Repitieron andanzas los dos equipos en el final del tercer parcial. Edwards de nuevo controlaba, sumaba puntos, y Minny se escapaba en el marcador. Aunque ya de forma m¨¢s ligera. Y regres¨® a cancha Jaden Hardy para meter otros diez y aguantar las riendas del caballo en ausencia de Doncic. Peque?os rayos de luz con Washington tambi¨¦n y un par de bandejas iluminadas de Irving. De nuevo, en posici¨®n para sacar el partido adelante llegando desde atr¨¢s. Pero no se dio.

Karlito, el n¨²mero uno del Draft 2015 y la cara de los T-Wolves desde entonces, se despoj¨® de las dudas de los partidos 1, 2 y 3 y dio el zarpazo. En el minuto 43 convirti¨® dos triples desde la parte izquierda que hicieron la ventaja. Se entr¨® en un lapso de dos minutos con una sola canasta y, zas, Towns volvi¨® a acertar de tres. Una m¨¢s de Edwards y +8 con 1:47 por jugarse. ?Qu¨¦ ocurri¨® ah¨ª? Doncic. El esloveno le sac¨® la sexta al dominicano en un amago de triple, en el que entr¨® de lleno. Quedaba muy poco tiempo para que esa baja tuviera efecto. Los tres puntos de Luka m¨¢s una canasta de Kyrie colocaron a los Mavs a tres. Edwards, con un lanzamiento largo saliendo de un bloqueo y cuadr¨¢ndose a lo Jordan, quiso sentenciar. Faltaba otro toque de sal de Doncic con el 3+1 antes mencionado y el miedo en el cuerpo de los visitantes. El que cerr¨® la fiesta fue Naz Reid en una jugada de pizarra bien ejecutada.

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