Sangre, sudor y Dallas

Todav¨ªa no sabemos qui¨¦n va a llegar a la final del Oeste procedente de esta semifinal. S¨ª sabemos que en eliminatorias que empiezan 1-1, quien gana el tercer partido pasa en un 70% de las ocasiones. Llegue quien llegue, y esa ser¨¢ otra historia, lo har¨¢ con m¨¢s cicatrices de las que se pueden contar. La serie entre Dallas Mavericks y Oklahoma City Thunder ha virado 180? despu¨¦s de un primer partido que fue como un ba?o y masaje para los Thunder. En el segundo ya se destaparon las hostilidades y en este tercero se ha desatado una guerra de guerrillas en cada posesi¨®n. Y Dallas ha salido victorioso de los dos duelos m¨¢s duros de la serie, los dos m¨¢s estilo playoffs. El de hoy, con una victoria ag¨®nica (105-101), de las que cuestan parte de la salud. Pero que, viendo los precedentes hist¨®ricos, tambi¨¦n puede valer un pase a la final de conferencia.

El partido no fue precisamente bonito en lo que se refiere a baloncesto preciosista. Se vio todo lo contrario, una bajada a las trincheras en toda regla en la que no ganaban siempre los m¨¢s fuertes, sino los que m¨¢s resist¨ªan. Claro ejemplo fue Luka Doncic, renqueante desde el salto inicial, descansando m¨¢s minutos que nunca en la primera parte, fallando todo lo que se pod¨ªa fallar (7/17 en tiros, 1/4 en triples). Pero jug¨¢ndose el tipo hasta el final. Primero con un robo clave y una canasta, todo seguido, que cambi¨® el marcador de un posible +1 a un +5 para Dallas. Despu¨¦s, y ya en los ¨²ltimos 2 minutos, con dos jugadas defensivas en las que se dej¨® la espalda y los dientes. La primera, una lucha por un bal¨®n dividido con Lu Dort, que le dio la noche con su marcaje muy al l¨ªmite del reglamento, en el que acab¨® dando de forma muy fea con el costado en el suelo. Pero que vali¨® un salto entre dos que se acab¨® quedando ¨¦l. Y la segunda, en una penetraci¨®n de Shai-Gilgeous Alexander en la que salt¨® verticalmente y recibi¨® el codazo en la boca de la estrella canadiense. Resultado: falta en ataque y bal¨®n para Dallas.

Doncic cerr¨® con 22 puntos (y 15 rebotes), los mismos que Kyrie Irving. Aunque el m¨¢ximo anotador de los locales fue PJ Washington (27), un bal¨®n de ox¨ªgeno para el ataque texano que puede marcar la diferencia para ellos de aqu¨ª en adelante. Si los rivales tienen que encargarse de ¨¦l adem¨¢s de Doncic e Irving, el trabajo se complica sobremanera. Enfrente, Shai se fue a 31, pero sin llegar a hacer jugar de verdad a sus compa?eros. Por detr¨¢s, buenos minutos de Jalen Williams (16), momentos de acierto desde el triple de Isaiah Joe (13) y un Chet Holmgren que se puso a aportar en ataque solo durante un tramo del ¨²ltimo cuarto. El rebote (60-48, 15-6 en ofensivos) fue una losa para los visitantes, que basan mucho de su juego en correr, pero que con esa estad¨ªstica bajo los aros no pudieron casi hacerlo.

Guerra de guerrillas

La batalla estaba clara. Por un lado, los Thunder trataban de colapsar el ataque de Dallas en su zona, cerr¨¢ndose todos para evitar las penetraciones de Doncic e Irving y dejarle la responsabilidad al acierto exterior de los secundarios. Hasta el descanso no les sali¨® mal (5/19 en triples de los Mavs). Holmgren se pon¨ªa las botas bajo su aro con 4 tapones. Los locales trataban de ralentizar el juego y minimizar los errores. Saben que los Thunder son el equipo de la Liga que m¨¢s puntos mete tras p¨¦rdida del rival, uno que le gusta jugar cuanto m¨¢s r¨¢pido mejor. Pero en la defensa en est¨¢tico se lo ponen mucho m¨¢s dif¨ªcil. Shai anotaba (17 al descanso), pero produc¨ªa poco para sus compa?eros. Jalen Williams tard¨® bastante en entrar en juego e incluso se qued¨® sin tirar en el primer cuarto. Al descanso, igualdad m¨¢xima (51-52).

Al volver de vestuarios los Mavs se olvidaron de cuidar el bal¨®n y los Thunder cogieron una ventaja de 10 puntos (55-65). Jason Kidd decidi¨® darle la oportunidad a Josh Green, un jugador muy de su gusto pero que no siempre aporta. Esta vez s¨ª lo hizo, apretando atr¨¢s a Shai y acelerando el juego en ataque, siendo m¨¢s incisivo. Fue un cambio radical, un 16-0 de parcial para los texanos antes del susto de la noche. Jalen Williams se fue al vestuario con evidentes muestras de dolor en el tobillo. Para entonces el alero ya estaba funcionando a pleno rendimiento: 11 puntos y 6 asistencias. Volvi¨® al inicio del ¨²ltimo cuarto, con su equipo por debajo (84-78).

A partir de ah¨ª todo el mundo puso todo lo que ten¨ªa, si es que no lo hab¨ªan hecho ya. Irving empez¨® a sacar la varita con tres canastas seguidas, Holmgren atac¨® el aro de los Mavs como no lo hab¨ªa hecho hasta entonces y las hostilidades entre Doncic y Dort segu¨ªan creciendo. A 6 minutos del final los Thunder comenzaron a hacer faltas intencionadas a Dereck Lively para mandarle a la l¨ªnea de personal. Cualquier estrategia era buena para sacar ventajas en mitad de una batalla tan dura y con tan poco acierto. Pero Lively, un jugador que supera por los pelos el 50%, estuvo por encima de lo habitual (8/12). El bloqueo era general y ya estaba claro que quien ganase lo iba a hacer sufriendo atr¨¢s, mucho m¨¢s que brillando en ataque. Ah¨ª se hizo grande, contra todo pron¨®stico, la figura de Doncic. Porque no es su negociado y porque no est¨¢ en plenitud. Pero los verdaderos l¨ªderes no entienden de excusas, sobre todo en el fragor de la batalla. Y el esloveno demostr¨® que tambi¨¦n puede ser ejemplo bajando al barro. De hecho, en los playoffs de la NBA muchas veces se gana por eso. Y los Mavs est¨¢n un pasito m¨¢s cerca de hacerlo.

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