Ruina de Curry y desastre de los Warriors

El problema de los equipos mediocres es que cuando parece que van a remontar y a emerger se dan de bruces contra la realidad. Es lo que les lleva pasando a los Lakers durante las ¨²ltimas semanas, en las que han ganado claramente m¨¢s partidos de los que han perdido, pero cuando han hecho lo segundo ha sido cuando m¨¢s importante era lo primero. Y en esas est¨¢n los Warriors, que en el que est¨¢ siendo el ¨²ltimo baile de la dinast¨ªa han dejado de pelear por el s¨¦ptimo puesto, o incluso a tener opciones de acceder al play in, a alternarse con los angelinos entre el noveno y el d¨¦cimo puesto. Un triste final para el que ha sido uno de los mejores equipos de todos los tiempos, el de los cuatro anillos, las seis Finales, las 73 victorias en temporada regular o la infinidad de r¨¦cords. Pero la decisi¨®n final, practicada de forma incombustible, ha sido la de mantenerlo todo en su sitio: el big three original y Steve Kerr siguen ah¨ª, tal y como han estado siempre, y es con ellos con los que se la van a jugar para intentar adentrarse a una nueva aventura en playoffs. Por muy dif¨ªcil que sea.

Con los mismos pero con m¨¢s edad, claro: Stephen Curry va camino de los 36 a?os (los cumplir¨¢ en dos d¨ªas), Klay Thompson y Draymond Green ya han cumplido los 34 y el flamante fichaje, sin continuidad y en una versi¨®n fantasmag¨®rica de lo que en su d¨ªa fue, se llama Chris Paul y tiene 38 para 39 (en mayo). El tiempo pasa para todo el mundo, de la misma forma que es lo ¨²nico que se mantiene intocable en lo referente al fin de las cosas. Eso que no se puede superar por mucho que uno se esfuerce y a lo que llegar¨¢ tambi¨¦n ese rival eterno de los Warriors, un LeBron James que parece eterno pero que, efectivamente, no lo es. Y antes o despu¨¦s, todos nos enfrentaremos a ello. Igual que a la extinci¨®n de un equipo que no termina de arrancar (llegaba con 4-4 en los ¨²ltimos ocho encuentros), pero que ven¨ªa de conquistar el Crypto Arena en el en¨¦simo cap¨ªtulo de su rivalidad con LeBron, que ya les elimin¨® la temporada pasada en unos playoffs en lo que es pr¨¢cticamente imposible que se repita el duelo. Tras la victoria en Los ?ngeles, los de Steve Kerr cayeron en casa ante los Knicks (112-119). Y, otra vez, dieron un paso hacia atr¨¢s.

Una de cal y otra de arena, que es lo t¨ªpico con un equipo que, con los mencionados Lakers, es mediocre en su esencia. Y lo demostraron: ante un equipo defensivo como los Knicks, no tuvieron respuesta al final y el intento de remontada en el ¨²ltimo cuarto (al que llegaron 88-99, 11 puntos abajo), se qued¨® en nada. Entre otras cosas, porque no fue el d¨ªa de Stephen Curry, que a pesar de sus 27 puntos (con 5 rebotes y 5 asistencias), se qued¨® en 8 de 20 en tiros de campo y 4 de 13 en triples. En el periodo final, en el que disput¨® casi 8 minutos, se qued¨® en 1 de 5 desde el exterior, abusando mucho, lanzando s¨®lo desde ah¨ª y repartiendo apenas una asistencia. Sin respuestas. Mientras que Draymond Green (1 de 7 en tiros) tampoco estuvo fino y Klay Thompson fue el mejor del tr¨ªo din¨¢mico (18 tantos y 8 asistencias), que en esta ocasi¨®n fue m¨¢s disfuncional que otra cosa. Es lo que tiene, claro, el paso del tiempo. Que puede hasta con las m¨¢s grandes leyendas de la historia. Tambi¨¦n con la dinast¨ªa de los Warriors.

Los Knicks, metidos de lleno en el m¨¦todo Tom Thibodeau y sus minutadas constantes, tuvieron 48 minutos en pista a Josh Hart (10 tantos, 11 rebotes y 11 asistencias) y 46 a Miles McBride, que logr¨® 29 puntos. A 34, con 5 rechaces y 9 pases a canasta, se fue Jalen Brunson, que promedia 40,3 puntos en los tres ¨²ltimos partidos. Todo ello en ausencia de OG Anunoby, que ha sido una de las claves de los neoyorquinos desde su llegada pero empieza a notar la fatiga impuesta por un entrenador infatigable en su modus operandi. Los Knicks consiguieron frenar la variable de sus rivales, un Trayce Jackson-Davis que sum¨® un buen 19+9 con 3 tapones y un perfecto 9 de 9 en tiros de campo. Y a un gran revulsivo como Chris Paul, que parece en su mejor momento del curso baloncest¨ªstico y haber olvidado (temporalmente, con este hombre debe ser as¨ª) el tema de las lesiones. El base sum¨® 14+4+4 y dio empuje y fuerza a los Warriors, que no dieron con la tecla y tuvieron que asumir el cansancio acumulado y la derrota ante un rival muy superior f¨ªsicamente. El equipo de Steve Kerr tiene 15 partidos por delante, 9 de ellos fuera de casa, donde este curso tienen un r¨¦cord de 18-14, mejor que el que tienen como locales 17-18. En fin, de aqu¨ª a menos de un mes sabremos c¨®mo acaba esto. Pero, pase lo que pase, ya sabemos cu¨¢l es la conclusi¨®n, ya sea desde el diagn¨®stico o la nostalgia. En fin: como pasa el tiempo...

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